▪️06

2K 314 130
                                    

Una sonrisa se formó en sus labios, una sonrisa de verdad.

Nunca pensó ver al veneco de esa forma.

— ¡USA, mira! —Venezuela señaló las cometas con una emoción que fácilmente pasaría desapercibido a la de un niño— ¡Yo también quiero volar papagayo!

Estados Unidos soltó una carcajada, no lo podía evitar. Aquella actitud infantil que había tomado el venezolano le hacía gracia y hasta cierto punto...

Le parecía lindo.

— Of course, ¿Dónde lo compramos? —USA miró a sus lados con confusión, buscando algún lugar donde vendieran dicho objeto, Venezuela tan solo le miró con diversión.

— Deja la mariquera, busca una bolsa que yo busco palos. —Seguido de eso, Venezuela se adentró más en aquel parque, USA no lo había entendido muy bien, pero acató a su orden.

No sabía él por qué, no sabía cómo, pero el venezolano lo hacía feliz, con alguna ocurrencia o algún regalo tonto le sacaba una sonrisa.

¿Eso es lo que ellos llamaban felicidad?

¿Por qué no lo experimentó antes?

Y más importante aún, era la pregunta que el norteamericano siempre se hacía y no obtenía respuesta.

¿Por qué solo con él?

...

— Y así se hace, ¿ves? —Venezuela mostró sonriente aquella cometa que había hecho, observó al americano y soltó una risa nasal al ver lo que había hecho.

El hilo se había amarrado mal, y la bolsa de había roto. El venezolano cayó al piso riendo, señalaba el intento del americano por hacer la cometa y trataba de articular palabra alguna.

— ¡Not is fun! —Exclamó alentando así al latino para soltar más risas que antes.

Normalmente estaría furioso y capaz ya habría enviado soldados a invadir Venezuela.

Pero, simplemente sonrió. Sonrió para luego soltar una carcajada y unirse a las risas de el venezolano.

Ese momento el estadounidense lo sintió sincero.

Sin mentiras, sin palabras, sin algún silencio incómodo.

Simplemente eran él y el venezolano, en una cálida ola de risas.

Poco importaban las demás personas, poco importaban las miradas furtivas que lanzaban.

Sólo eran ellos dos.

Y ahí todo tuvo razón para Estados Unidos.

La repuesta a aquella pregunta que rodaba su cabeza esas últimas semanas.

Esa repuesta era tan simple pero tan destructiva para sí mismo.

Aquello que se prometió jamás sentir y que odiaba tanto.

Él simplemente...

Estaba enamorado.


|| Pa' que después no se anden con quejas...

Tienen que aprender que en la vida no es todo color de rosas! Pero bueno, después no anden diciendo que soy malo y que solo hago sufrir a la gente.

Depressive. || UsaVeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora