Depressive. || UsaVene

◾07

No lo entendía, no cabía en su mente.

No quería que sucediera,

¿Cuándo? ¿Cómo pasó?

No tenía repuesta, en su mente fueron dos segundos, en la realidad habrían sido horas.

¿Por qué lo hizo?

No sabía, no lo sabría.

USA quería respuestas, lamentablemente para todos, Él estaba muy alterado.

¿Fueron sus impulsos hablando? ¿O bien fueron sus verdaderas intenciones?

No lo sabía, pero tenía miedo.

Miedo de lo que podría pasar con su único amigo, miedo de lo que pasaría con él.

¿Qué haría?

No lo sabía tampoco, pero algo si sabía bien, lo había sentido.

Su corazón se había partido.

...

— Venezuela... ¿What's happen? —El venezolano mantenía su cabeza baja, aunque el estadounidense no lo viera, sabía que lloraba— Venezuela ¿¡Qué mierda te pasó?!

Estados Unidos estaba alterado, y no era para tanto, sentía la tibia sangre resbalar por debajo de su labio inferior.

Venezuela levantó la mirada, limpiando con sus mangas las lágrimas que salían de sus ojos sin parar.

— Síntomas de corrupción… —Aquel susurro fue lo único que salió de sus labios, hipando cuando cada palabra fue dicha. El americano se acercó al venezolano tomando su rostro entre sus manos.

— ¿Por qué no me dijiste? —Hablaba demasiado rápido, su corazón se reprimía con cada lágrima derramada, Venezuela negó alterado, aún derramando lágrimas sin cesar.— ¡Responde maldita sea!

Algo que USA no toleraba era ese tipo de situaciones, el ver a quién quieres sufrir y no poder hacer nada, no… Él haría algo.

Quien pensaría que ese sería el hilo que cortaría la relación.

— ¡Por qué no quería que esto pasara! ¡Qué te entrometieras! ¡Qué te preocuparas por algo innecesario! —Venezuela se levantó con la poca fuerza que le quedaba, apretando sus puños con impotencia hasta que sus nudillos se volvieran blancos, ahora sus ojos secretaban un líquido negro.

— Innecesario... ¿¡Innecesario?! ¡Venezuela, puedes morir! —Ahora USA también se levantó, molesto por la terquedad del tricolor, su mente se olvido del estado del contrario, actuando por impulso propio.

— ¡Pues que así sea! ¡Ojalá me muera pa'l carajo! —Lágrimas empezaron a salir del rostro del americano, lágrimas de rabia causadas por la palabras que brotaban de la boca del latino. Les dolían esas palabras.

Les dolían a ambos.

— Venezuela... Venezuela mírame. Retráctate..., por favor, retráctate... —Volvió a tomar el rostro del venezolano entre sus manos, ambos eran un mar de lagrimas, tan frágiles como un cristal, un cristal que se rompía lentamente. Ante las palabras el tricolor negó frenéticamente, prefería morir a sufrir.

A sufrir esa miseria de vida.

— No lo haré... —Volvió a hipar, sus grietas de empezaron a extender un poco más arriba de sus muñecas, temblaba y aquel líquido parecía volver a querer salir más.

Ambos quedaron en el silencio absoluto, ambos devastados.

Venezuela no lo notó antes, con cuidado miró a aquella potencia notando algo que lo dejó perplejo.

Pero prefirió callar a obtener una respuesta desagradable.

Ahora ambos lloraban en silencio.

— Venezuela. —Se volvió a acercar al latino, intentando vanamente tomar otra vez aquel rostro entre sus manos— Venezuela, por favor...

Con el dorso de su mano limpió sus mejillas bruscamente para mirar al estadounidense, intentando fingir indiferencia.

—» Te voy a ayudar, lo prometo. —Con cuidado, Venezuela colocó su mano en el pecho de USA para alejarlo. Le miró con seriedad y con una tosca voz habló.

— No necesito tu ayuda. —Se dio la vuelta, y poco importándole su malograda apariencia intentó huir de ahí.

No quería meter al americano en un problema del que luego, no saldría. Era como un precipicio sin fin, y ninguno tocaría la superficie pronto.

Cayó, sintiendo como el asfalto raspaba su piel hasta el punto de sangrar. Volvió a llorar sintiéndose impotente, sintiendo como su mundo se venía abajo, una y otra vez sin previo aviso.

Intentó levantarse y fallo, ¿qué podía hacer? Si no corría, caminaba, si no caminaba se arrastraría nada más por el simple hecho de poder ver a su gente sonreír sin fingir una vez más.

Él haría lo que fuese...

— Pequeña Venecia, ¿necesitas ayuda? —Subió la vista notando a cierto eslavo que le tendía la mano para ayudarle a levantarse, mostrando una pequeña sonrisa con su acción.

...Para quien fuese.

«No te necesito»
 
 
  
 
  
 

|| ¡Volví! Cantv no puede conmigo así que uso datos ahre.

Los amo ❤