«10»

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«Capítulo diez.»

Miré a Dani del otro lado del aula, riendo con Valentín y tirándole un papel a sus otros amigos, eufórico, despierto y con todas las energías cargadas al máximo.

Me moví en el banco incómoda y miré a Aylen quién también me estaba mirando tratando de adivinar que era lo que me pasaba.

— ¿Qué te pica?—Preguntó áspera, frunciendo el ceño y llevando su mano al mentón así lograba entender.

Giré los ojos y mire a Avril, quién también se había dado vuelta así prestaba atención a mi respuesta.

— Dani...—Suspire y me recoste en la mesa, sentí dos golpes en la nuca y enseguida me giré a verlas.—Ahora no les cuento nada.—Dije enojada y escondiendo mi cara en mi buzo, cerrando los ojos.

— Te lo mereces, ¿Qué pasó?—Preguntó Aylen, largue un suspiro y negué con la cabeza tratando de restarle importancia.

— En realidad nada.—Hablé sin salir de mi escondite, tenía la capucha puesta y había tirado los cordones así se cerraba para que no se me vea la cara.—Ya saben, lo de siempre.

Escuché su silencio, y me pareció extraño ya que siempre hablaban o me retaban, pero esta vez no.

— No se amiga, estas hasta las manos.—Dijo después de un rato Aylen.—Esta vez te lo digo posta, ya esta, no sigas que te vas a hacer mal.

— Eu si, listo Iara. No sigas con esto, no te queremos ver mal.—Avril habló antes de que yo pueda decir algo, asentí con la cabeza y suspire.

Tal vez tenían razón, él nunca me iba a dar bola ni se iba a dar cuenta de que me tiene loca. Ayer a la noche cuando estábamos a punto de dar el siguiente paso, Josefina lo llamó, diciendo que necesitaba su ayuda en algo, y como siempre la prefirió a ella antes que a mi.

Odiaba que me guste tanto, porque si no estuviera tan enamorada de él no me costaría tanto mandarlo a la mierda, pero lamentablemente estaba muy enamorada de él, me gustaba tanto, no solo su cuerpo, sino su forma de pensar y lo tierno que es cuando quiere, lo mucho que me protege en muchas ocasiones, me encantaba.

— ¿Iaru, salís?—Preguntó Aylen, largue un suspiro y negué con la cabeza, no tenía humor para salir al recreo y que todos estén amontonados.—Bueno cualquier cosa vamos a estar afuera.—Dijo, asentí con la cabeza.

Cerré otra vez los ojos, y cuando deje de escuchar el ruido de las personas que hablaban, largue un suspiro, tratando de pensar en algo que me distraiga de Daniel, diciendo las tablas de multiplicación mentalmente, pero ni eso podía, porque cuando respiraba podía sentir su perfume.

— Hola hermosa.—Una voz hizo que me sobresalte y que mi corazón empiece a latir rápido por el mismo susto.

Me saqué la capucha para ver a la persona que me acababa de asustar, y al verlo parado en frente mío, largue un suspiro y giré los ojos, no respondí, ni siquiera acote algo, solamente me paré del banco, acomodando mi pollera e intentando empezar a caminar, y digo intentando porque Daniel me agarró del brazo deteniendome.

— Iara, ¿Podemos hablar?—Preguntó, atrayendome a un banco para que yo me siente, no emití ninguna palabra, solamente me senté y lo quedé mirando.

Largó un suspiro y se acercó hasta meterse entre mis piernas y apoyar sus manos en mi cintura.

— Perdón por lo de anoche.—Habló haciendo una mueca, bajé la mirada un poco triste al acordarme de eso, llevó su mano a mi mejilla e hizo que lo vuelva a mirar.—Estuve mal, y juro que no va a volver a pasar Iara.

Asentí con la cabeza e intente irme otra vez, pero el volvió a agarrarme, de la cintura esta vez.

— Perdón Iara, no pasó nada...—Empezó a explicarme, y al darme cuenta negué con la cabeza.

— No, deja, no me expliques nada. No somos novios Daniel.—Dije negando con la cabeza, sus ojos se fijaron en los míos y un brillo intenso apareció en él.

— Si, perdón, ya sé.—Habló bajando su mirada, y me sentí un poco mal al verlo así, pero no podía seguir haciendo esto, las chicas tenían razón, me iba a hacer mierda.

— No podemos seguir con esto Dani, ya está, fue todo.—Hablé agarrando sus manos que todavía estaban en mi cintura y las saqué de arriba mio.

— ¿Por qué no?—Preguntó abriendo los ojos algo asustado, largue un suspiro.

— Porque no funciona.

— ¿Funciona? Si estábamos bien, a mi me gustaba y creo que a vos tam...—Lo interrumpí antes de que siga hablando, hice que se calle.

— No funciona, porque vos me pediste ayuda para volver con Josefina y ella ya no te quiere Daniel, no le podes dar celos de un día para otro, me confundís a mi también.—Susurré las últimas palabras, me miró y suspiró.

— Pero yo te prefiero a vos antes que a ella Iara...—Habló negando con la cabeza, me reí triste y después llevé mis manos a mis ojos para taparme la cara, odiaba ser tan sensible.

— ¿En serio? Deja de mentir, si cada vez que te pide algo y vos estas conmigo, me dejas sola para irte con ella, ¿Me vas a decir qué no es verdad?—Hablé riendo un poco, esta vez sarcástica.—Basta de mentirme, ya esta Daniel, arregla las cosas como vos quiera pero dejame a mi fuera de esto.

Me quedó mirando un rato, con los ojos brillosos, pero no era ese brillo lindo, sino uno triste y apagado, sabía que le había dolido todo lo que dije, pero al menos así le quedaba en claro que a mi también me dolía lo que él hacía.

Y me culpaba mil veces por haberle creído cuando me decía que las cosas entre los amigos no cambiaban, si cambiaban, y mucho, y más cuando alguien se enamora en el medio.

— Perdón Iara.—Fue lo único que obtuve como respuesta, llevó sus manos a mis mejillas y acuno mi cara para acercarme a él, dejó un suave beso en la punta de mi nariz y después uno en mi frente.—No quería lastimarte.—Susurró por último.

Mi nariz empezó a picarme, y sentía como las lágrimas se iban acumulando en mis ojos.

— Ya está.—Dije suspirando, lo aparte de mi, y de un salto me bajé de la mesa para empezar a caminar en dirección al baño, pero antes de salir por la puerta lo volví a mirar, y lo único que pude ver en esos ojos negros fue lástima.

Nada más que eso sentía por mi; lástima.

















🏵🏵🏵
q onda la pipooool jeje

Trato ; Daniel RibbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora