Negación

Capitulo III - Confía en tus instintos.

-Gracias.

Había tenido un conflicto mental sobre acercarme a la chica y agradecerle por lo de la otra vez, era algo insignificante claro, todo era con motivo de acercarme e intentar tener una conversación con ella ¿Cuál es el motivo de acercarme? ¿Qué quiero? ¿Por qué lo quiero? Cada vez me preguntaba más cosas y mis inseguridades aumentaban, tenía el deber de disimilar lo que sentía o ella se alejaría inmediatamente, obviamente necesitaba estar tranquilo, algo difícil en mi situación pero lo intentaba y ya eso era bastante

-No hay porque darlas- Contestó ella sonriendo mientras llevaba su cabello detrás de su oreja

-Si hay, de no ser por ti habría llevado un champú mediocre- Le dije, ya estaba más seguro de por donde debía dirigir la conversación

Siempre he tenido un serio problema entre lo que creo que está bien y lo que no, porque a veces pienso una cosa y tiendo por estar haciendo lo contrario por instinto, era lo que sentía, era lo que me llamaba hacer y por tanto me contrariaba, me disputaba dentro de mi sobre los pensamiento y el instinto ¿A quién debo seguir? ¿A la mente? ¿Es más razonable? ¿Al instinto? Es prehistórico ¿Menos razonable?

Con tanta frecuencia terminaba haciendo lo que mi instinto me llevaba hacer, no siempre era lo correcto pero de alguna manera no tenía más que una satisfacción interna muy buena, sentía que era lo correcto a pesar de que mentalmente no lo creía, pero ese día precisamente ese día debía escoger si seguir a mi mente que con frecuencia me decía que hiciera lo bueno o seguir a mi instinto que por poco tiempo hacia lo que no debía al parecer

-¿Quieres que te ayude a escoger lo mejor?- Me preguntó

Ya había logrado lo más difícil sin hacer nada, que era que sintiese interés por mí, no sabía por qué, ni tenía idea de que le llamaba la atención, solo podía aprovechar lo que ya tenía y era ella, ya la tenía, ya era mía.

-Claro ¿Por qué no?- indicando así mi aprobación para pasear y comprar todo lo que necesitaba junto a ella.

Hubiese podido decir que todo fue un error o que simplemente no debía pasar pero esa vez deje fluir el instinto una vez, aunque a diferencia de veces pasadas, estaba consciente de ella y por tanto tendría forma de evitar cualquier cosa mala que vaya hacer.

Luego de escoger, frutas, verduras, legumbres, granos y hasta harinas con una conversación constante y fluida sobre nosotros fuimos a la caja a pagar juntos, la cajera con una expresión de satisfacción nos atendió, quiso decir algo pero de alguna manera se cohibió de hacerlo.

Una vez pagado todo, salimos juntos de allí se suponía que cada uno iría por caminos separados a su casa pero resulto que tenía una dirección cercana a la mía así nuestra cita para una semana después se pautó en el mismo lugar en la mañana ¿Me gustaba? Aun no estaba seguro ¿Quería algo con ella? Es seguro ¿Qué quería? Esa, es la pregunta indicada.