Talk to Me // Kookmin

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Jimin acababa de cenar junto con Minho, por suerte este había traído la cena después de haber salido de la Universidad, así que no tuvieron que cocinar.

Hacía unos minutos que le había enviado su nombre de usuario en Skype a Jungkook, y este sólo había visto el mensaje. No sabía si es que estaba ocupado, o simplemente no quiso responderle. Era tonto pensar en eso último, pues el chico de Seúl nunca le había dado motivos para pensar que él era una molestia. Pero también le era inevitable no pensarlo. Podía recordar como si fuera ayer cómo su ex solía ignorarlo; cuando él, lo único que quería, era conversar con alguien después de un mal día.

Nunca había tenido eso con Hoseok. Este se había vuelto tan frío los últimos meses que Jimin ni siquiera se molestaba en intentar hablar con él. Fue triste haber vivido así, ni siquiera ahora, después de tanto tiempo, sabía por qué lo había soportado tanto tiempo.

Después de haber ayudado a su compañero de piso a lavar lo que habían utilizado, se dirigió a su habitación y verificó si tenía alguna llamada perdida en Skype. Pero no había nada, así que se paró en frente de su espejo de pie para arreglarse, al menos tendría algo de tiempo antes de que lo llame.

Su cabello rubio estaba hecho un desastre después de tantos cambios de ropa, desistió de peinarlo y se colocó una gorra justo cuando en la pantalla de su ordenador llegó la llamada que tanto esperaba.

Acomodó su ropa con rapidez y se sentó al frente del ordenador, aceptó la llamada y segundos después apareció el rostro de Jungkook. Este estaba peinándose el cabello con las manos antes de abrir grande los ojos y darse cuenta de que Jimin ya lo estaba viendo.

- Es la primera vez que atiendes una llamada tan rápido- dijo Jungkook- No me diste tiempo a arreglarme.

Jimin se rió- Pero si te ves bien, ¿qué dices?

Una sonrisa apareció de inmediato en el rostro de Jungkook, e intentó disimularla mientras se estiraba en la silla- Ah, estoy muerto. Estamos trabajando en una nueva coreografía. El profesor no bromeaba cuando decía que era difícil- hizo sonar su cuello y suspiró- Temo que si me doy un baño, no voy a ser capaz de levantarme.

- Oh, había olvidado que hoy tenías las prácticas de baile.

- Si hubiera sabido que terminaría así de cansado, me hubiera quedado tomando helado con Hyunjin- dijo entre risas.

Jimin lo miró con confusión- Pensé que te gustaba bailar.

- Por supuesto que me gusta. Amo bailar- aclaró él- Es sólo que a veces se me hace difícil con el Instituto. Puede parecer tonto, pero termino muy estresado.

- No, no es tonto. A mí me pasa lo mismo con la agencia y el trabajo en el club- tomó una agenda que tenía sobre el escritorio, sólo para tener algo en sus manos mientras hablaba- Hay veces en las que quiero dejar todo eso y tomarme unas vacaciones.

- Podrías venir a Seúl- contestó Jungkook con una mirada pícara- Te quedas en mi habitación, mi madre cocina para ti todos los días. ¿Y sabes qué es lo mejor de todo?

- Tengo una ligera sospecha, expresó entre risas ante las ocurrencias del chico- Pero ilumíname.

- Lo mejor de todo es que podríamos estar juntos.

Bajó su mirada cuando sintió que iba a ruborizarse. En realidad, le gustaba esa idea. Le gustaba demasiado. Pero sabía que no podría dejar todo e ir a Seúl. No había ahorrado lo suficiente como para permitírselo.

-Además- siguió hablando Jungkook- Falta cada vez menos para mi cumpleaños.

Al escuchar aquello, Jimin se levantó enseguida de la silla para buscar su celular. Tenía que hacerle acordar a Taehyung que comenzara a organizar todo, sabía cuán olvidadizo podía ser su amigo y no quería que dejara todo para último momento. Si no podía viajar para pasar el día junto a él, al menos podía colaborar para que la pasara bien en su fiesta.