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Estaba seguro de que sus pasos estaban resonando por toda la casa y en cualquier momento aparecería su madre para decirle que se detuviera porque estaba cayendo polvo en la sala debido a él. Pero sus nervios eran tantos que realmente no podía detenerse.

Jungkook tenía la costumbre de pasearse por toda la habitación cuando algo me preocupaba; y esta no erala diferencia.

Jimin no había vuelto. La ultima vez que habló con él había sido hace casi cinco horas, y aún no había regresado. No quería exagerar, tampoco llamarlo exigiéndole saber en dónde estaba, pero no podía evitar preocuparse.

Jimin no conocía tan bien Seúl como para recorrerlo por él mismo sin la compañía de alguien más, específicamente la de Jungkook, y ciertamente podría perderse. Si ese fuera el caso, sabía que podría llamarlo y sin dudarlo saldría a buscarlo. No, había algo más que lo preocupaba más que perderse.

Aún estaba ese asunto con Hoseok, el ex de Jimin y su antiguo compañero de baile. Tal vez le había dicho a Jimin que dejaría pasar el hecho de que se lo haya ocultado, pero la verdad es que aún seguía pensando en aquello. Sabía que no estaba bien hacerlo, pero también sabía que necesitaría algo de tiempo como para dejarlo ir. Además, no es como si se quedara tan tranquilo en la comodidad de su casa sin que se cruce por su mente la posiblidad de que Hoseok lo intercepte en cualquier lugar, especialmente si seguía en Seúl.

Aquelllo era lo que más lo aterraba. Que Jimin estuviera solo allí afuera, sin su protección, y que aparezca ese tipo para volver a hacerle daño. Tan solo pensarlo le revolvía el estómago. Dios, nunca antes había considerado tanto la idea de moler a alguien a golpes como lo había hecho cuando supo quién era realmente Hoseok.

Justo como lo imaginó, su madre entró a su habitación y él detuvo su caminar. Pero no le dijo lo que esperaba.

- Jimin acaba de llegar- su madre le dijo con una sonrisa, sabía cuán preocupado estaba su hijo- Está en la habitación de invi...

Pero antes de que pudiera terminar de hablar, su hijo la hizo a un lado y salió de la habitación para dirigirse a la que estaba al frente de la misma. Golpeó sus nudillos suavemente en la puerta, abriéndola cuando escuchó la voz de Jimin desde el otro lado indicándole que podía pasar.

Jimin se estaba quitando la chaqueta mojada cuando el pelinegro entró en la habitación. La lluvia se había desatado cuando estaba cerca de la casa del chico, y se arrepintió un poco de no haber tomado un taxi. Aún así, la caminata lo había ayudado demasiado, y su mente se hallaba un poco más en paz después de todo.

- ¿Estás bien?- inquirió Jungkook, cerrando la puerta detrás de él. Jimin lo miró curioso al escuchar la inquietud en su tono de voz- Lo siento, me preocupé cuando noté que tardabas en regresar, pensé que podrías perderte o que alguien pudiera hacerte daño, y luego comenzó a llover y...

- Kook- el nombrado paró de hablar cuando Jimin se acerco a él, tranquilizándolo con una sonrisa. Jungkook al fin pudo suspirar aliviado al verlo alli- Estoy bien, sólo fui a caminar un poco. No deberías preocuparte tanto por mí.

- Claro que sí- repuso Jungkook, su ceño fruncido- Si no me preocupo por ti eso significaría que no me interesas, o que no me gustas, o que no te quiero.

La sonrisa de Jimin se desvaneció poco a poco. Sus ojos conectados a los de Jungkook mientras su mente no paraba de repetir aquello último que escuchó.

¿Lo quería? ¿Jungkook acababa de decir que lo quería?

- Tú...

- ¿Podríamos hablarlo en otro lugar?- Jungkook rascó su nuca con nerviosismo. Lo había dicho y ya no había marcha atrás, pero al menos intentaría hacerlo bien- Hay un lugar al que me gustaría ir, pero creo que es demasiado cursi, y tal vez no te gusta.

Talk to Me // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora