Capítulo 5
Día desconocido
Cuando desperté me di cuenta que estaba sola en una habitación, apenas llegaban unos rayos del sol que iluminaban e hicieron visible el interior, habían unas cajas, basura y la cama en la cual estaba tumbada, me frote el rostro con mis manos para luego pasarlas por mi cabello haciéndolo hacia atrás, me quede quieta durante unos minutos analizando lo ocurrido, las imágenes vinieron a mi tan rápido que me levante y comencé a caminar de un lado a otro, juraba que aquello había sido un sueño pero dado que estoy en un lugar desconocido, sin nadie a mi alrededor me confirma que estoy equivocada.
Salí de la habitación con cautela, mire a ambos lados y solo habían dos habitaciones más y unas escaleras que llevaban a la plata baja de la casa. Camine despacio y escuchaba unos murmullos, al reconocer las voces retrocedí un paso, asome un poco la cabeza y ahí estaban todos reunidos… todos menos Ana, ahora que lo pienso, cuando baje del edificio ella no estaba, no la vi en ningún lugar.
-Hola…-Todas las miradas fueron hacia mí, el ambiente se estaba tornando incomodo- ¿Cuánto dormí?
-¿Cómo te sientes?- Alex fue el primero en hablar, se le veía decaído y forzó una sonrisa- nos tenías preocupados, en serio, tienes el sueño pesado hermanita, dormiste como un día, aun no lo creo.
-¿Qué día es?
-Acaso importa- Daniela se unió a la conversación, no muy agradable como suele ser, tenía ojeras y se veía mucho peor que el resto.
-No lo sé, nunca me fijo en la fecha, es irrelevante, ¿Por qué quieres saber?- dijo Alex encogiéndose de hombros.
-¿Dónde está Ana?- Dije mirando a mí alrededor, Al instante Irene se levantó y me llevo arriba, se sentó en la cama y me hizo una seña para que hiciera lo mismo.
-Ana está muerta- Dijo Irene mirándome con frialdad.- Cuando llegamos tú y tu estúpida curiosidad casi nos mata, estábamos todos juntos, explorando la zona y tú te fuiste corriendo a ese edificio, Ana te siguió pero eras más rápida que ella, entonces grito tu nombre y no la escuchaste, volvió a decir tu nombre más alto y aun así no te volteaste a verla, entonces apareció ese monstruo…- hizo una pausa, se secó unas pequeñas lágrimas y volvió a mirarme con ira, una expresión que jamás me había mostrado- Ella le hablo e intento tenderle la mano, el sujeto la mordió, ella comenzó a llorar y a gritar que le soltara, pero en vez de eso él se lanzó violentamente hacia ella, estaba en el suelo… comiéndosela y Ana paro de gritar, ya solo tenía los ojos abiertos, ninguno de nosotros se movió, estábamos estupefactos por aquello, su grito había atraído a más de esos monstruos, salían de todas partes y tu… tú no salías de ahí, Alex reacciono luego de que uno de ellos se le acerco, lo empujo y subió al edificio buscándote, nosotros estábamos siendo rodeados y Daniela fue la primera en matar a uno, específicamente al que mato a Ana, luego de eso saco una pistola y les empezó a disparar, yo sujete a Javier, tenía miedo así que me quede pegada a la pared y ocultaba la pequeña cabeza de Javier en mi pecho, escuche un golpe a mi lado de esos cuando tiras un costal de harina y resulto ser un pequeño niño, Alex le había disparado y tú no hacías más que observa como nos defendían, tenías un arma y aun así no la sacaste, en cambio un tipo se abalanzo encima de ti y te desmayaste, ¿Genial, no? Nos la arreglamos para escapar y quedarnos en la primera casa que encontramos, se nos acaban las municiones y no tenemos comida, ¿Qué vamos a hacer? No podemos salir sin que uno de ellos se acerque, además si nos ve alertara a los otros y esta vez no tendremos como defendernos.
Yo no sabía que decir, en resumen yo mate a Ana, yo hice que nos rodearan, todo fue mi culpa. Irene se levantó y camino hasta la puerta, me miro por encima del hombro con el ceño fruncido.
-Aprende a sobrevivir, terminaras matándonos- dicho esto se fue.
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The Last?
General FictionAlison, una adolecente de 15 años, mimada e ignorante del mundo exterior, sobreprotegida por su hermano, tiene que aprender a sobrevivir en un mundo que ya no es para humanos, acompañada de lo unico que no la puede traicionar, su querido diario.