12 de Julio.
Luego de que Irene se fuera me recosté en la cama y comencé a llorar contra la almohada ocultando el ruido hasta quedar profundamente dormida. El frio me despertó ya que no me había cubierto con nada y solo tenía una polera puesta, deben ser alrededor de las cuatro de la mañana, me levante y camine hacia el centro de la habitación, observe mi alrededor y decidí abrir una de las cajas que estaban aquí, podría haber algo de utilidad. En una caja había mucha ropa de hombre, entre ellas me llamo la atención una sudadera gris lo suficientemente grande que me llegaba hasta la mitad del muslo, en otra había pequeñas figuras decorativas de ángeles y de animales envueltos en periódicos, había otra en la que si encontré algo que servirá, una linterna solar, un mechero y lo más útil fue una navaja táctica, guarde todo lo que encontré en mi mochila que se hallaba a los pies de la cama.
Camine afuera de la habitación quedando de frente a la otra puerta que no le había tomado mucha importancia el día anterior, la abrí lentamente dejando que solo mis ojos vieran al interior, todavía estaba oscuro pero mi visión se había acostumbrado, vi a tres personas acostadas en una cama matrimonial, una colchoneta en el piso y un armario gigante, volví a cerrar la puerta y decidí abrir la puerta de la tercera habitación que se hallaba en esta planta, era un baño, tenía un pequeño armario el cual poseía papel higiénico, hilo dental y una botella de agua oxigenada, también tenía un gran espejo que dejaba a la vista todo mi cuerpo, no había cambio nada, a excepción que creció unos centímetros mi cabello y estaba algo desordenado, la sudadera no se veía nada mal a mi parecer, de hecho creo que me lo quedare, claro estoy terriblemente sucia y un poco más delgada pero fue debido entrenamiento que nos dieron en Soruco, Salí del baño y me dirigí al primer piso, Alex, Irene y mi padre estaban hablando, al terminar ellos se dirigieron a la entrada y se marcharon, dejando a Irene en medio del pasillo.
-¿Necesitas algo, Allison?
-Eh… yo… ¿Cómo…?
-Se más silenciosa y talvez así no te escuche.
-¿Podemos hablar?- Me niego a no hacer las paces con mi única y mejor amiga.
-No hay nada de lo que tengamos que hablar- se dio la vuelta para irse pero yo se lo impedí.
-Por favor, no quiero que te enojes…
-All… Solo dame un tiempo, no es fácil… Hemos vivido con Ana lo suficiente como para tenerle un gran cariño y que muera alguien en frente tuyo no es para nada bonito, de hecho es un milagro que ninguno de nosotros se halla traumado por esa escena, por otro lado estas tu que eres como mi hermana, te quiero mucho y no creo que haya nada tan grave como para odiarte para siempre, te debo una disculpa por descargarme en ti y culparte de todo, te conocía lo suficiente como para saber qué ocurriría eso, aun así no te lo impedí y no detuve a Ana, pude hacerlo… lo siento.
-¿Terminaron?- dijo Daniela mientras bajaba la escalera- ¿Alex y Jorge ya se fueron?
-Se fueron como hace cinco minutos- dijo Irene.
-Bien, saldré a buscar cosas útiles por las casas de aquí cerca.
-Jorge dijo que no saliéramos hasta que ellos llegaran.
-¿Desde cuándo él es el líder?
-Es por nuestra seguridad.
-¿Ahora se preocupa por nuestra “seguridad”? por qué no lo hizo desde el primer día.
-¿Pueden bajar la voz por favor? Alertaran a los muertos- Dije incluyéndome a la discusión y ver como Irene y Daniela se acercaran cada más y hablaban más fuerte.
-Agh, volveré como en dos horas.
-Espera, ¿Puedo ir?
-¿Qué? ¡No!- Daniela me miro con espanto como si le hubiera pedido matrimonio, descuida, no estoy interesada en mujeres.

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The Last?
Fiksi UmumAlison, una adolecente de 15 años, mimada e ignorante del mundo exterior, sobreprotegida por su hermano, tiene que aprender a sobrevivir en un mundo que ya no es para humanos, acompañada de lo unico que no la puede traicionar, su querido diario.