Capitulo 2

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15 de Julio.

Alex salió y me dijo que compraría algunas cosas que nos hacen falta e Irene me hace compañía, en el sofá comiendo pizza y viendo películas, creo que tengo un problema con la pizza, la amo.

Luego de que Irene se fuera a su hogar subí a mi habitación para ducharme y colocarme unos vaqueros y una sudadera gris con un logo de los Simpson, específicamente Bart, fui al garaje para ver a Alex quien traía unas bolsas y cajas, dentro de ellas habían papel higiénico, medicamentos muchas latas que supongo eran comida y herramientas, habían otras cajas pero mi hermano no me dejo ver su contenido.

-All ayúdame quieres, no te quedes mirando como arreglo todo esto- Dijo Alex señalando todo lo que estaba en el suelo.

-Está bien, ¿dónde lo muevo?

-Sabes, mejor busca maletas y en ellas guardas ropa para nosotros, que sea cómoda y abrigada por favor y también cobijas, cuando acabes sube a tu habitación.

-Espera, ¿viajamos?

-Digamos que son unas pequeñas vacaciones, Irene vendrá con nosotros, su tía me autorizo ya que después de todo habrá una...- Alex se quedó callado por un momento, se rasco la cabeza y luego se acercó a mí y beso mi frente- Yo me voy, cuando termines subes a tu habitación, arréglate nos vamos hoy.

No pude objetar nada porque inmediatamente se fue dejándome en el pasillo de la entrada, me di media vuelta y me dirigí a la cocina para sacar unas papas, pensaran que debería estar corpulenta pero no, nunca he engordado y tampoco he adelgazado, sigo con mi peso promedio y no sé si debería ser bueno o malo, ¿a quién le importa?

Me dirigí al armario de la habitación de mis padres que por cierto no ha sido usada desde hace dos años, saque la maleta de mi hermano y la mía para luego ir al garaje a sacar las cobijas, subí a la habitación de Alex y saque la mayoría de su ropa y la eche “ordenadamente” a su maleta, luego fui a mi habitación a hacer lo anterior pero con mi maleta, me mire al espejo para inspeccionar que estuviera un poco presentable y bueno… ¿arreglarme para viajar?, le creería si fuera en un transporte publico pero viajaremos en su camioneta, no me cambie, solo me puse mis zapatillas y me hice una trenza de lado. Cogí mis papas y me senté en la silla giratoria de mi escritorio, comencé a dar vueltas hasta que en un momento pare al frente de mi computador, lo mire durante unos segundos y luego lo encendí, tenía unos correos los cuales dude en abrir, los mire fijamente y luego abrí el ultimo que me había llegado. Creía que era un virus por que aparecían muchas páginas a la vez, lo que logre ver eran los encabezados, decían, “Rusia amenaza a EEUU”, “Posible cura”, “Estados unidos revela hallazgos”, “¿Hay esperanza?”, Deje de leer cuando escuche mi puerta abrirse.

-All tenemos que bajar, ¿tienes todo listo?- fue lo primero que escuche de Irene al entrar.

-¡Irene!- corrí a abrazarla, siempre que la veo me gusta abrazarla, es una costumbre que tengo desde siempre, a ella no le molesta para nada ya que siempre se ríe y me devuelve el abrazo - ¿sabes lo que sucede?

-Sí, Alex hablo con mi tía y ella dijo que iré de vacaciones con ustedes.

-No hablo de eso, me refiero a lo que sucede afuera, no entendí muy bien pero decía algo sobre, está bien no sé cómo decirlo, creo que tenía que ver con la enfermedad o eso ya estará solucionado, realmente no lo sé pero tenía que ver con una discusión entre países.

Irene comenzó a reírse tan alto en signo de burla que fruncí el ceño, no me hacía gracia pero creo que estoy siendo un poco paranoica, talvez sean bromas de alguien con completo aburrimiento.

-All, ¿Dónde viste eso?, creo que deberías dejar de usar el internet.

-Pero

-Pero nada señorita paranoica, ven- Irene me corto y me llevo abajo tan rápido como le fue posible.

Emprendimos viaje a aquel pueblo, cada vez había más vegetación y eso me encantaba, amo la naturaleza aunque nunca estuve en algún lugar así, siempre en esa ciudad llena de contaminación.

16 de Junio.

Diario, hemos llegado y al parecer se llama Soruco el pueblo, ahí estaban mis padres, lo cual me sorprendió, no nos habíamos visto desde hace dos años aproximadamente, cuando decidieron irse al extranjero por la transferencia que pidió mi padre en su trabajo, Alex y yo queríamos quedarnos y como mi hermano había cumplido la mayoría de edad me lo permitieron, la verdad es que al principio los extrañe, son mis padres pero luego de un tiempo fue como si nunca hubieran estado ahí, nunca recibí una mísera llamada en cambio Irene y Alex cambiaron ese sentimiento, con ellos jamás me sentiría sola.

Nos alojamos en una hermosa casa con tres habitaciones, una la compartí con Irene, Alex tuvo el privilegio de dormir solo y obviamente mis padres se quedaron con la matrimonial junto a mi lindo hermano menor que no conocía, tiene siete meses,  la pregunta que me hago es, ¿desde cuándo están en chile? No se tomaron la molestia de avisarme, incluso pensé que no me llamaban por lo costoso que era desde España a Chile.

-¡Papá!- Grite en cuanto lo vi, quería explicación, como no me respondía volví a repetir- ¡Papá!

-All- Dijo cuándo me vio acercarme, soltó algunas ramas que llevaba y se me acerco- ¿Qué ocurre?

-Tenemos que hablar- Mire las ramas y luego recogí algunas- Te ayudo, así aprovecho de tener una conversación.

-Está bien, tengo que dejar esto en la casa nuestra.

-Papá, ¿cuando regresaron?- Antes que nada necesitaba saber cuándo regresaron, siempre me ha gustado escuchar lo que tienen que decir antes de juzgar.

-Regresamos hace una semana, quería que fuera una sorpresa.

-¿Por qué…? ¿Por qué no nos llamaron?- Dije con un nudo en la garganta, no los necesite, entonces ¿Por qué quiero llorar?- ¿Por qué en estos dos años no supe nada de ustedes?

-Cariño- Se detuvo y me acaricio la mejilla- Todo lo que ha sucedido… ¿Por qué crees que hemos vuelto?, es una larga historia.

-Soy todo oídos- Mi padre suspiro y luego de dejar las ramas en su respectivo lugar me llevo al bosque, a la orilla del lago, era muy hermoso en verdad.

-Es un lugar esplendido- Dijo papá con una sonrisa para luego mirarme con cierta seriedad- Nunca llamamos porque pensé que no lo necesitabas, siempre demostrarte ser independiente, tu madre y yo pensamos que era lo mejor, no sabíamos que la situación cambiaria.

-¿Situación?

-Me refiero a que… hija el mundo está cambiando y no sabría hasta qué punto, lo mejor es que estemos todos unidos como solía ser.

-¿Por qué pediste el traslado?- Sabía perfectamente que él lo pidió, oí su llamada, lo sé es de mala educación pero fue de casualidad, había dicho que necesitaba salir de este lugar- No te atrevas a negarlo.

-Necesitaba alejarme de los problemas, me estaban pidiendo encubrir algo, yo no soportaría hacer algo tan grande como eso; decidí huir y quería llevarlo pero al ver lo felices que eran acá y arruinar su vida por mi simple cobardía no sería lo correcto.

-Gracias- Le sonreí y me acerque a abrazarlo- Por cierto… ¿Renunciaste a tu trabajo?

-No puedo huir de aquello, me tome unas pequeñas vacaciones.

-Ah… ¿papá?

-¿Sí?

-Me debes mis regalos de navidad, cumpleaños y recuerdos de España.

-Lo pensare- Lo mire con el ceño fruncido, era broma pero no estaría mal unos regalos- Tengo una idea mejor, que tal si te enseño sobre cómo vivir al aire libre.

-¿Campamento?

-Algo así.

The Last?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora