Sixth day.

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Era domingo y justo hoy era mi día libre, fuera de X1 y todo lo que los rodeaba o al menos eso comentó el manager de los chicos.

Realmente eso me preocupaba, quería a mis chicos, necesitaba saber si estaban bien, no quería un día sin ellos, no aún.

Me desperté abrazada a Seungwoo, froté suavemente mis ojos y me revolví entre sus brazos al escuchar la puerta abrirse.

No era uno de los chicos el que se encontraba ahora en nuestra habitación, era el mismo manager.

Me liberé de los brazos del mayor mientras éste gruñía a lo que no pude evitar soltar una risita.

Menos mal que sólo era una pequeña distracción.– Murmuró rodando sus ojos.

Se supone que no debí escuchar eso, pero no le di mucho importancia, ya que, había solucionado ese problema anteriormente.

¿Qué desea?– Pregunté seria.

El manager no solía pasarse por aquí y su presencia me parecía un tanto extraña.

He visto como cuidas a los chicos y lamentablemente me he dado cuenta de que en ningún momento va a tomarse su día libre enserio, por lo que he venido a sacarla del piso.– Informó sonriendo.

Eso era cruel, demasiado cruel para mí.

Vive aquí.– Dijo Seungwoo incorporándose.
Lo sé, pero ella tiene su casa, su familia, en fin, otras cosas más que su trabajo, así que es lo mejor para ella.– Dijo cruzando sus brazos.

Caí en cuenta de que le prometí a mi madre visitarla pronto, aunque ella posiblemente no se acordaría de eso.

Suspiré y miré a Seungwoo encogiendo mis hombros.

Entonces iré con ella.– Respondió levantándose.
Haz lo que quieras pero no me mientas más, todos sabemos que ella no es sólo tu distracción, se te nota a kilómetros de distancia. Es una chica realmente hermosa al ser tan simple, más de uno intentará conquistarla.– Dijo divertido.
Hyuna es mía.– Dijo tomándome de la cadera y pegándome a su cuerpo.

Amaba que fuera así conmigo y sólo conmigo.

Sonreí ante la situación y el manager comentó que esperaría en el salón hasta que finalmente me marchara, literalmente me estaba echando.

Vamos a ducharnos.– Informó el mayor tomando mi mano y arrastrándome hasta el servicio.

El agua caía lentamente por nuestros cuerpos desnudos.

Hyuna, quiero que seas sólo mía.– Susurró contra mi piel.
Soy sólo tuya.– Afirmé suspirando.

Terminamos entre besos y alguna que otra muestra de cariño sin sobrepasar los límites.

Salimos de la ducha y fuimos a vestirnos.

No te he preguntado, pero espero que no te importe que te acompañe a donde tengas que ir.– Dijo avergonzado.
No te preocupes.– Contesté sonriendo.

Cuando salimos de la habitación Dongpyo corrió a abrazarme.

Te voy a echar de menos.– Susurró suspirando.
Yo también te echaré de menos, pequeño.– Respondí acariciando su cabello.

Se separó y vi a todos los chicos reunidos en el salón.

No queremos que te vayas.– Dijo Junho abrazándome.

Como las ocho personas restantes tuvieran que abrazarme realmente no saldría nunca, cosa que agradecería porque necesitaba cuidarles.

Tampoco quiero irme.– Admití con media sonrisa.
¿¡Quién me va a alimentar hoy!?– Dijo el menor de todos con dramatismo.

No pude evitar soltar una carcajada.

Yo te alimentaré.– Dijo Hangyul abrazándolo.

El menor intentó deshacerse del abrazo de forma fallida a lo que puso un gesto de enfado que sólo le hacía parecer más adorable.

Yohan era como mi hermano gemelo, nosotros siempre habíamos encajado a la perfección.

No te preocupes, yo los cuido, relájate.– Susurró en mi oído luego de dejar un beso en mi mejilla.

Junho aún seguía sin separarse, él era como mi hermano pequeño y siempre le guardaría un lugar especial.

Vuelvo a la noche.– Dije riendo suavemente.

Junho se separó lentamente. Él era el tipo de personas que debía ser eterno.

Besé suavemente su frente y sonreí.

Hasta luego chicos, cuidarse y no hagáis travesuras.– Dije sonriendo.

Finalmente salimos del piso, Seungwoo tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

Él llevaba un tapabocas puesto y una gorra para que nadie pudiera reconocerle.

¿Dónde vamos?– Preguntó curioso.

Aún era temprano y era la hora dónde mi madre se encontraba menos agresiva, así que decidí dirigirme primero a verla para quedarme "tranquila" el resto del día, aunque lamentablemente sé que eso no pasaría porque después de verla de esa manera mi mundo se desvanecería como cada vez que la visitaba.

Recordé que tenía que tomar algo del trastero donde vivía antes de encontrar este trabajo.

Iremos a mi hogar.– Dije sonriendo.

Sí, mi trastero es mi hogar, básicamente porque es lo único que tengo.

Cuando llegamos Seungwoo me miró extrañado.

Abrí la puerta, realmente ese lugar parecía más grande desde fuera, lo pensé cuando entré y vi que realmente sólo era una pequeña habitación en la que afortunadamente podía acomodarse una cama, no quedaba mucho más espacio aunque poco a poco me fui acostumbrando.

¿Vives aquí?– Preguntó sorprendido.

Asentí suspirando.

Tomé una pequeña libreta y salimos de allí.

No sabía que...– Intentó decir antes de que le interrumpiera.
No te preocupes, te llevaré a que conozcas a mi madre.– Dije mordiendo mi labio.

Estaba nerviosa, tenía miedo de lo que estaba apunto de hacer, porque no sabía de qué manera iba a reaccionar mi madre.

Cuando llegamos a la residencia Seungwoo buscó mi mirada sorprendido.

Creo que debí contártelo antes.– Susurré nerviosa.
¿Qué tiene tu madre?– Preguntó acariciando mi rostro.
Ella tiene alzheimer.– Dije evitando el contacto con sus ojos.
Hyuna, ¿Por qué no me lo contaste antes?– Preguntó dulcemente abrazándome.
No quería que sintieras pena de mí, ahora ves que mi vida no es exactamente perfecta, puedes simplemente alejarte...– Dije intentando sonar lo menos rota posible.
Me gustas, me encantas, no tienes una vida fácil pero intentaremos que sea mejor estando juntos.– Contestó acariciando mi cabello.

Por primera vez en mucho tiempo me permití soltar toda mi tristeza y llorar.

No puedo soportar ver a la mujer que me dio la vida de esa manera.– Dije entre sollozos.
A ella no le gustaría verte así.– Contestó secando mis lágrimas.

<Flashback>

Hyuna, mi querido tesoro, cuando empiece a olvidar tendrás que recordar por mí. No estés mal, yo te llevo justo aquí.– Dijo señalando su corazón.
Mamá, prometo ser tus recuerdos, te daré una buena vida, cueste lo que cueste.– Prometí mientras lágrimas descendían por mis mejillas.
Hyuna, nunca olvides que a pesar de todo, te amo más que a nada en este mundo.– Dijo sonriendo.
Sí mamá, yo también te amo.– Dije sollozando.

Finalmente pude sentir su calor materno en un gran abrazo.

<Fin del flashback>

                 ✨✨✨✨✨

¡Mil gracias a todas esas personitas que me leen!

Nos vemos pronto en el próximo capítulo. 💕

La niñera de X1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora