One day.

2.6K 167 70
                                    

Llegamos al piso donde se supone que estaban los bebés que iba a cuidar.

El señor abrió la puerta dejándome pasar y entré a lo que venía ser el salón, mi rostro cambió totalmente.

¿Y MIS BEBÉS?

Mi mirada se dirigió a aquel señor.

Perdone, ¿Y los bebés?- Pregunté sorprendida.

Ellos no eran unos bebés, habían hasta mayores que yo.

Señorita, debería leer la letra pequeña.- Soltó divertido.
No puede ser.- Murmuré suspirando.

Miré de nuevo a los chicos y les dediqué una sonrisa, al final, ya había firmado, no había vuelta atrás.

El señor nos presentó y estaba apunto de irse cuando mencionó algo que dejó mi cara pálida.

Ellos son idols.- Añadió sonriendo.

Esté era el peor día de mi vida.

Pero... Entonces ellos requieren muchos más cuidados.- Dije cruzando mis brazos.
Estarás entretenida.- Dijo divertido.
No tiene gracia.- Susurré molesta.
Soy el manager de X1, encantado.- Contestó sonriendo.
Ah, yo soy la que va a cuidar de ellos como tesoros.- Dije dándome una palmada en la frente.
¡Suerte!- Dijo antes de esfumarse.

Miré a los chicos y luego miré el reloj.

¿Qué quieren cenar?- Pregunté mirándolos.

Los chicos se miraron entre ellos y comenzaron a discutir.

Media hora más tarde y aún seguían discutiendo, era totalmente desesperante.

¡Está bien!- Dije alzando la voz.

Un silencio inundó aquella habitación.

Díganme cada uno lo que quieren.- Añadí suspirando.

Todos me dijeron lo que querían y me dirigí a la cocina.
Sí, el manager me enseñó el piso y dónde debía dormir, aunque en mi contrato no mencionaba que tenía que compartir habitación o quizás sí, no lo leí.

La temperatura de la cocina era muy alta, estaba sudando a chorros y aún quedaban dos comidas por terminar.

En ese momento alguien entró a la cocina.

¿Te puedo ayudar?- Preguntó con una gran sonrisa.

No recordaba su nombre.

Su pelo caía por su rostro mientras tapaba sus ojos, su nariz era alargada pero a la vez bonita, tenía unos labios finos pero a la vez tentadores.

¡Espera! ¿Qué acabo de decir?

¿Hyuna?- Preguntó con el ceño fruncido.
Lo siento, no necesito ayuda gracias.- Contesté sonriendo.

Estaba distraída mientras hablábamos y me hice un pequeño corte, no me di cuenta hasta que el chico pegó un grito. En poco tiempo todo el grupo se encontraba asomado por la puerta.

Está bien, no se preocupen.- Dije alzando las manos.

La cara de uno de ellos palideció y en cuestión de segundos se encontraba en el suelo.

Levemente me acerqué a él y lo tomé, ese pequeño era una pluma.

Chicos, no os preocupéis, sólo se ha mareado, díganme dónde está su habitación.- Dije suspirando.

Unos de los chicos me guió hasta ella y luego desapareció como un rayo, tumbé al pequeño en su cama y acaricié su rostro.

En realidad es hermoso, es sorprendente.

Miré mi corte, ahora que lo miro detenidamente no es tan pequeño, pero ahora no importaba.

Fui a ponerle una toalla fría en su frente, antes le aparté su cabello.

Espero que estés bien, creo que deberías alimentarte mejor.- Murmuré mirándole.
Lo siento.- Susurró suavemente.
¿Estás despierto?- Pregunté nerviosa.

No quería que él escuchará eso, va a pensar que estoy diciendo que está desnutrido.

Tienes razón, soy el más delgado del grupo.- Dijo abriendo sus ojos.
Me ocuparé de que eso cambie.- Añadí sonriendo.

El chico sonrió y comenzó a hablar de forma rápida, creo que no entendí ni la mitad.

¡Muchas gracias por cuidarnos!- Dijo terminando de hablar.

Mi mente ahora mismo era un puzzle intentando ser ordenado.

No te preocupes pequeño, descansa.- Dije sonriendo y acaricié su cabello.

Luego de servir la comida a los demás chicos, le llevé la comida a... Olviden eso, no recuerdo su nombre.

¿Me hiciste sopa?- Preguntó divertido.
Eché muchas verduras para que crezcas sano.- Contesté orgullosa.

El chico comenzó a comer y al parecer le gustó porque en menos de diez minutos había terminado todo.

¿Quieres más?- Pregunté sonriendo.
Por favor.- Contestó sonrojado.

Le serví más y luego que terminará lo dejé descansando, ah y... Me acordé de su nombre, Dongpyo.

Cuando salí los chicos ya habían terminado y estaban charlando o algo así.

Chicos, a la cama.- Ordené sonriendo.

Ellos sólo asintieron y me desearon buenas noches mientras poco a poco desaparecían.

El chico del grito de antes se acercó y miró mi herida.

Te la curaré.- Dijo concentrado.
No hace falta.- Murmuré sonrojada.

Seungwoo, eso, así se llamaba.

Tomó mi mano y en menos de un minuto me llevó al servicio.

Sacó un súper botiquín, lo cual me sorprendió e hizo que me sentará en el borde del baño, sacó un líquido desinfectante de heridas y antes de que me lo echará aparté mi mano.

¿Qué te pasa?- Preguntó extrañado.
Eso escuece.- Dije sonrojada.

Se escapó una leve risita de sus labios y tomó mi mano de nuevo.

No te preocupes, tienes que ser fuerte.- Dijo sonriendo.

La sustancia entró dentro de mi herida y ahogué ciertas palabras maldiciendo mientras mordía mi labio.

¿Ves? No pasó nada.- Dijo feliz.
Gracias.- Contesté sonriendo.

Puso una tirita que tapaba mi herida y sonrió satisfecho.

Gracias por cuidar de nosotros.- Añadió acariciando suavemente mi cabello.
No era lo que me esperaba, pero creo que es incluso mejor.- Admití con una sonrisa.

Me dirigí para la cocina y me dispuse a lavar todos los cubiertos.

No deberías hacer eso.- Dijo molesto.
Seungwoo, es mi trabajo.- Contesté divertida.
Pero tienes una herida que tiene que curarse.- Añadió cruzando sus brazos.
Mi trabajo es más importante.- Dije encogiendo mis hombros.
Tu trabajo es cuidarnos, no limpiar.- Dijo en un suspiro.
Cuidar de vosotros también conlleva otras ciertas cosas como mantener la higiene en el lugar donde viven.- Expliqué mirándole.
¿Eso viene en tu contrato?- Preguntó divertido.
¡No lo leí!- Dije desesperada.

Seungwoo se echó a reír y no pude evitar reír con él.
Luego me ayudó a terminar de lavar.

Creo que nos toca compartir habitación.- Dijo sonrojado.
Está bien.- Añadí sonriendo.

Me tendió un papel que parecía haber escrito él. Ponía lo siguiente:
Dohyon - Hyeonjun
Eunsang - Minhee
Dongpyo - Wooseok
Yohan - Junho
Seungyoun - Hangyul

¡Muchas gracias!- Dije mientras sonreía.
Me he dado cuenta de que aún te cuesta nuestros nombres.- Admitió divertido.

NO ME PUEDE ESTAR PASANDO ESTO.

La niñera de X1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora