Ninth day. (2° part.)

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Miré al mayor algo nerviosa.

Deberías ir a hablar con él.– Dijo suspirando.

Solté una pequeña risita ante aquella desesperación que notaba dentro de él.

Podemos hablar en otro momento.– Comenté divertida.
Vas a estar pensando en eso.– Contestó rodando los ojos.

Me conocía demasiado bien, cuando hay un problema hasta que no lo soluciono no paro de pensar en eso, no sabía si podría mantener una conversación con mi hermano sin acabar en un intento de homicidio.

No entendía las razones de Hangyul, pero me molestaba que quisiera corroer la inocencia del pequeño, suficiente drama tiene sabiendo que la última vez que estuvo con su mejor amigo le robó un beso.

El toque de la puerta me hizo salir de mis pensamientos.

¡Por fin alguien se da cuenta de que existe una puerta para tocar antes de entrar!

El pelinegro se asomó por la puerta.

¿Molesto?– Preguntó curioso.

Ambos negamos.

¿Qué pasa?– Preguntó Seungwoo tomando la iniciativa.
Es difícil.– Comentó apenado.

Está habitación se había convertido en un consultorio para todos y eso me hacía gracia en parte.

Seungyoun se adentró y nos miró jugando con sus manos.

Hangyul está muy raro, hoy no ha dormido en nuestra habitación, he visto como iba detrás de los menores diciendo cosas sin sentido. Estoy preocupado.– Dijo serio.

Negué suspirando.

Pensé varios segundos si estaría bien contarle lo que pasó con hyeonjun anteriormente pero sabía que podía alejarlos de esa manera así que decidí guardarlo por el momento.

Tengo que hablar con él, pero realmente estoy molesta y no quiero decir cosas de las que luego pueda arrepentirme.– Expliqué suspirando.
También le hemos notado extraño.– Añadió el mayor.
¿Crees que es por lo de vuestra madre?– Preguntó.

Me levanté de la cama, dejé un suave beso sobre los labios de Seungwoo y miré al pelinegro.

Iré a hablar con él, ahora.– Dije levemente.

Salí de la habitación y vi el panorama, mi cara palideció al ver aquello que estaba apunto de ocurrir.

¡Hangyul!– Grité alarmada.

El mayor estaba encima de Hyeonjun y estaba a nada de besarle.

El menor corrió hacía mí con lágrimas en los ojos y me abrazó.

Pequeño, ¿Estás bien?– Pregunté preocupada.

Él asintió y besé su frente.

Yo me ocupo de él.– Dijo Dongpyo saliendo del servicio.

Asentí y le agradecí mientras veía como se iban a una de las habitaciones tomados de la mano.

Crucé mis brazos mirando a mi hermano con algo de decepción.

Él apartó la mirada, hizo el amago de irse pero lo tomé de la muñeca.

Sus ojos al borde de las lágrimas se encontraron con los míos.

Dejé de lado lo molesta que estaba con él y le abracé porque yo iba a estar con él en las buenas, en las malas y en las peores.

Salimos del piso y nos sentamos en uno de los escalones de la gran escalera.

¿Qué te está pasando?– Pregunté en un susurro.
Todo ha sido mi culpa.– Contestó con el mismo tono.

Le miré extrañada buscando alguna respuesta en su rostro pero sólo encontraba lágrimas.

Se murió por mi culpa.– Añadió sollozando.

Mi cara cambió totalmente, ¿Cómo era capaz de pensar eso?

Mis ojos se llenaron de lágrimas y tapé mi rostro.

Eso no es así, ella murió feliz gracias a ti.– Admití.

Mi hermano hizo que quitará las manos que tapaban mi rostro.

Mis ojos se encontraron con los suyos.

Gracias.– Murmuró para luego abrazarme.
Pensaba que hoy estaríais mejor.– Comentó alguien delante de nosotros.

Miré al mayor y sonreí.

Lo estamos.– Dije acariciando el cabello de mi hermano.

Dirigí mi mirada al frasco que tenía en sus manos.

Venía a traerte esto y me gustaría pasar un rato contigo, aunque supongo que estás ocupada trabajando.– Dijo nervioso.
No te preocupes, pasa.– Contesté levantándome del suelo.

Los tres entramos al piso, los chicos al parecer estaban cada uno en su habitación supuse. Le invité a que tomara asiento.

Me gustaría presentarte a alguien.– Dije nerviosa.
Claro.– Contestó con una sonrisa.
Voy a buscarle.– Respondí dejándole a solas con mi hermano.

Entré en nuestra habitación y le vi tumbado mirando a algún lugar de la habitación como si fuera lo más interesante del universo.

Seungwoonie, mi tío está aquí, me gustaría presentaros.– Dije llamando así la atención del mayor.

Sus ojos chocaron con los míos.

¿Estás segura?– Preguntó.
Claro, vamos.– Contesté insistiendo.

Seungwoo se levantó y acomodó su cabello, le tomé de la mano y sonreí.

Cuando llegamos al salón mi tío y Hangyul hablaban animadamente, cuando se percataron de nuestra presencia ambos dejaron de hablar para fijarse en nosotros.

Tío, él es Seungwoo, mi novio. Seungwoonie, este es mi tío, Jung.– Les presenté.

Mi tío se levantó del sofá mientras inspeccionaba cada parte de Seungwoo el cual se veía bastante relajado. Jung tendió su mano a lo que Seungwoo la estrechó con la suya.

Encantado de conocerle.– Dijo el mayor.
Igualmente.– Contestó mi novio.

Ambos mantenían la mirada como si estuvieran en una guerra mental o algo por el estilo.

Después de eso todo se calmó y estuvimos pasando un buen rato entre risas hasta que mi tío, Jung, se tuvo que ir por una emergencia.

El día pasó tranquilo, ya había solucionado aquel problema con Hangyul y parecía como si nada hubiera ocurrido.

Al caer la noche todos se fueron a sus respectivas habitaciones.

Seungwoo me miró nervioso.

¿Qué te pasa, Seungwoonie?– Pregunté extrañada.
Lo de está mañana... ¿Es cierto?– Contestó jugando con sus manos.

Le miré divertida, sabía a lo que se refería.

Realmente, ¿Estaba preparada? No era la primera vez que lo hacía pero no lo hacía con cualquiera.

Podía recordar mi primera vez como si hubiera sido reciente, aunque ya eran unos años los que habían pasado.

Siempre me dio vergüenza admitir con quien lo hice aquella vez pero la verdad siempre salía a la luz y aunque intentará que nadie lo descubriera, sabía que eso iba a ser difícil.

Lo es.– Dije segura.

El mayor se levantó a cerrar el seguro de la puerta y me miró posiblemente como nunca antes lo había hecho entonces supe que esa noche iba a ser inolvidable.

La niñera de X1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora