La niñera de X1

seventh day. (2° part.)

Sentí como la respiración del mayor se iba tranquilizando. Se quedó dormido, pude observar cada detalle de su rostro, nunca había visto a nadie tan hermoso tanto exteriormente como interiormente. Sonreí acariciando su cabello, luego pasé mi dedo índice por encima de su nariz y luego por esos labios que tanto me gustaban y tanto había besado. Definitivamente quería pasar mi vida a su lado y realmente espero que eso pueda llegar a suceder.

La puerta se abrió sacándome de mis pensamientos y pude ver el rostro del menor sonriendo.

Se acercó hasta la orilla de la cama y me miró emocionado.

¿Jugamos?– Susurró señalando ambas Nintendo que llevaba en sus manos.

Seungwoo me rodeaba con sus brazos mientras su cabeza estaba apoyada en mi pecho suavemente.

Miré la posición en la que nos encontramos comprobando que así no llegaría a molestarle, miré a Dongpyo y asentí sonriendo.

El pequeño agrandó su sonrisa y me la tendió.

La abrí así viendo el juego por el que el menor se encontraba tan emocionado, Mario Kart.

Cuando pequeña solía jugar cuando me desvelaba y así era capaz de encontrar mi esperado sueño.

Empezamos a jugar y en la primera ronda le gané al menor, escuché como gruñía suavemente e inflaba sus mofletes, no pude evitar soltar una pequeña risita, les dejé ganar las siguientes partidas porque me encantaba verle tan feliz.

Poco después Dongpyo se quejó al sentirse hambriento y miré la hora, suspiré intentando zafarme de los brazos del mayor, lo único que conseguí es que me pegará más a su cuerpo.

El pequeño soltó una carcajada y salió de la habitación sabiendo que en un momento así, sobraba.

Seungwoonie.– Susurré cerca de su oído.

Cómo respuesta obtuve un leve gemido, mordí mi labio luego de suspirar, quizás él simplemente quería matarme y yo aún no lo sabía, él era jodidamente caliente.

Pasó su pierna por encima de mí y pude sentir su bulto en un costado de mi cuerpo.

Reí suavemente, ¿Qué se supone que estaba soñando?

¿Quieres... Que nos duchemos juntos?– Pregunté mirando fijamente su rostro.

Abrió levemente sus ojos y se puso sobre mí besándome haciendo que me sorprendiera su manera de reaccionar.

¿De verdad?– Preguntó a centímetro de mis labios.

En realidad deseaba hacerlo, pero antes tenía que trabajar.

La puerta se volvió a abrir levemente mientras sentí como los colores subían hacia mi rostro. Era Yohan está vez.

Wooseok hizo el almuerzo, por si quieren seguir a lo que estaban haciendo.– Comentó divertido antes de volver a cerrar la puerta.

Los ojos del mayor volvieron a tener la atención sólo en mí.

Quiero sentirte aún más cerca.– Admitió juntando nuevamente sus labios.

Seungwoo y yo aún no habíamos tenido relaciones sexuales, aunque el mayor se sentía totalmente dispuesto a tenerlas sin problemas, preferí esperar más.

Los besos cada vez llegaban a más pero lamentablemente debí marcar los límites por miedo a que después de eso dejará de interesarle, aunque realmente sabía que eso no pasaría, porque él no era así, pero cada vez que siento que puedo llegar a algo más con él, recuerdo como jugó conmigo al comenzar mi trabajo y me hizo perder el tiempo, aunque sabía que Seungwoo estuvo en contra en todo momento, finalmente lo hizo y eso fue lo que realmente dolió.

Me sentí como una persona muy rencorosa al escuchar mis pensamientos, pero realmente temía darle todo y luego simplemente me destrozara, aunque ya le di el poder de hacerlo sin darme cuenta de ello.

Sabes que...– Empecé a decir antes de que él me cortará para hablar él.
Sé que aún no quieres y te entiendo, Hyuna, te juro que entiendo que no quieras hacerlo con una persona en la que confiaste y luego entendiste que realmente no lo hacía desde el fondo de mi corazón, pero te puedo asegurar que no era así. Muy dentro de mi sabía que de verdad quería lo que estaba haciendo, porque desde que te vi entrar por esa puerta, no pude evitar querer tenerte, sabía que eras tú y que nadie más podría ocupar ese lugar.– Dijo acariciando mi rostro.

En ese momento me di cuenta lo transparente que podía ser con él, sabía justo lo que pensaba en cada momento, era como si nos hubieran creado para estar juntos, se sentía como una foto y un marco, podían estar separados, pero juntos eran mucho mejor.

Miré sus ojos y en ese momento comprendí que podía dejar mis temores de lado si lo que sucedía era con él.

Tienes razón, en algún momento sentí que podría volver a suceder...– Susurré apartando mi mirada.
Lo siento, sabía que la había cagado pero pensé que quizás podría solucionarlo de alguna manera, porque quiero estar contigo y es lo único que quiero en este maldito mundo.– Admitió mordiendo su labio y a la vez reteniendo algunas lágrimas que amenazaban con salir.

Me incorporé y se quedó sentado encima mía con ambas piernas a mi costado. Acaricié su rostro y di un pequeño suspiro. ¿Acaso las personas no se equivocaban? Es normal que en algún momento se dejará llevar y sé que si hubiera sabido que aquello me iba a hacer daño, aunque me acababa de conocer, no lo hubiera hecho, porque él es un pedacito de pan y no sería capaz de dañar a nadie. Lamentablemente era una de las personas que creían en las segundas oportunidades y por eso hemos llegado a esta situación.

Es hora de olvidar lo malo del pasado, porque no podemos volver atrás y tampoco debemos hacerlo, porque todo lo que sucedió nos ha llevado hasta este momento, no estuvo bien aquello que hicieron pero ya no importa, también quiero estar contigo y no pienso permitir que mis miedos me alejen de tí de alguna manera.– Dije para luego besar sus labios suavemente.
Te quiero, Hyuna.– Admitió sonriendo.
También te quiero, Seungwoonie.– Contesté abrazando al mayor y escondiendo mi rostro entre su cuello.

Quise pasar el resto de mi vida de esa manera, porque sentía que podía contarle todos los problemas del universo y sabía que juntos lo podríamos solucionar.