La niñera de X1

ninth day.

Me desperté encima de Seungwoo literal, me aparté un poco, ya que, tenía que ser algo incómodo.

Se supone que mi cama debería estar vacía pero veía una figura, mi cuerpo se tensó y me pegué más al mayor.

Seungwoonie.– Lo llamé en un susurro.

No obtuve ninguna respuesta y vi como aquella figura comenzaba a venir hacía mi.

Apreté el brazo del mayor suavemente y pegué un grito.

¿Hyuna?– Preguntó alarmado abrazándome.

Podía sentir su respiración agitada.

La luz se encendió y pude ver el cuerpo de mi hermano.

Suspiré relajada y me giré para ver a Seungwoo, su rostro estaba pálido y tenía lágrimas acumuladas en sus ojos.

Seungwoonie, lo siento.– Dije levemente.
Me da miedo perderte.– Admitió pegando más mi cuerpo a él, si era posible.

Acaricié su rostro y junté nuestros labios.

No me vas a perder.– Murmuré contra los mismos.
Sigo aquí.– Dijo mi hermano bufando.

Mis ojos se encontraron con los de Hangyul.

¿Qué pasa?– Pregunté sonrojada.
¿Es nuestro tío de verdad?– Contestó en una pregunta.
No lo es.– Respondí extrañada.

Él suspiró y pude verlo algo aliviado.

¿Tienes algún problema?– Pregunté jugando con las manos de Seungwoo.
Tiene casi la misma edad que tu novio.– Repitió lo mismo que el día anterior.

Pude notar como el mayor se tensaba.

No me lo puedo creer.– Dije algo molesta.

Besé la mano del mayor haciendo que se tranquilizara.

No me importa nada, le quiero a él y su edad es lo de menos.– Añadí suspirando.

Mi hermano negó suavemente y se fue de la habitación.

¿Tienes un tío?– Preguntó nervioso.
No es mi tío biológico, era el mejor amigo de mi padre y cuando era pequeña le llamaba así. Mi padre siempre se apoyaba en él. Era algo así como su aprendiz, se llevaba mucho tiempo en el hospital y ahora ha decidido trabajar para encontrar una solución contra el cáncer... Quiere que me vaya a vivir con él.– Expliqué nerviosa.
¿Has aceptado?– Preguntó desanimado.
No, aún estoy trabajando y no sé qué haré después.– Respondí.
Quédate conmigo.– Pidió levemente.
Tienes que viajar y no tengo el dinero suficiente para hacerlo contigo.– Murmuré.
Lo puedo pagar.– Dijo mirándome.
No puedo aceptar eso.– Contesté seria.
Todo lo mío es tuyo.– Añadió sonriendo.

Me apoyé en su pecho y pude sentir sus latidos, amaba sentirlo de esa manera.

¿Te gusto?– Pregunté haciendo dibujos sobre su pecho.
Claro que me gustas, Hyuna.– Dijo levemente.
Entonces no me pidas que deje de ser yo misma, no puedo aceptar que me des el dinero que tú has ganado con tu esfuerzo.– Expliqué.

Acarició mi pelo y sentí sus labios sobre mi cabeza.

Me he equivocado, no me gustas. Me encantas.– Susurró en mi oído.

Me puse encima de él y lo miré sonriendo.

Él puso sus manos sobre mi cadera y me atrajo a él, pude sentir como su cuerpo impactaba con el mío.

Eres mía, Hyuna.– Susurró sonriendo.

Mordí suavemente su labio inferior atrayéndolo a mí.