La niñera de X1

eighth day.

Aún el sol no salía, pude notar como unos brazos rodeaban mi cuerpo pero era consciente de que está vez no pertenecían al chico que me había enamorado en poco tiempo, sino que pertenecían a Hangyul. Sentía su respiración impactar contra mi cuello, se sentía tan cómodo estar con él pero aunque me gustaba estar a su lado una parte de mí no me dejaba descansar tranquila, estaba destrozada y sentía un gran nudo en mi garganta.

Escuché unos sollozos provenientes del baño.

Me deshice de los brazos de mi hermano y me dirigí hasta aquel lugar intentando no tropezarme con nada.

Abrí la puerta sin previo aviso y vi al pelinegro sentado en el suelo con el rostro tapado.

Me senté a su lado y sus brazos me rodearon mientras sus sollozos aumentaban, acaricié su cabello intentando tranquilizarle, no sabía que le pasaba, lo único de lo que era consciente era de que él siempre estuvo para mí y yo no le iba a fallar.

¿Piensas que no soy suficiente?- Preguntó en un susurro.
Tú eres más que eso.- Contesté atrayéndolo más a mí.

Sus ojos llorosos en ese momento se encontraron con los míos.

Pasé suavemente mis manos por sus mejillas quitando las lágrimas que posteriormente habían caído por ese lugar.

¿Qué te hace pensar eso?- Pregunté extrañada.
Mira mi cuerpo, no soy lo que todas quieren.- Contestó apenado.
Entonces eres lo que Hangyul quiere.- Le susurré divertida.

Una pequeña risita salió de sus labios.

Eres hermoso.- Admití acariciando su rostro.
También lo eres.- Respondió sonriendo.

Miré su cuerpo y entonces me di cuenta de que nuevamente no tenía camiseta, sus abdominales estaban descubiertos, cada detalle lo hacía aún más maravilloso.

Tu cuerpo es increíble.- Admití levantando la mirada.

Él me tomó la mano y la pasó por encima de su torso, mi mano se deslizaba lentamente mientras él la guiaba.

Podría ser tuyo.- Comentó divertido.

Mi cara ahora mismo estaba más blanca que el papel.

Mi puño impacto contra su hombro suavemente.

No pienso ser la competencia de mi hermano.- Dije riendo.
Sabes que no tenemos nada.- Contestó nervioso.
Lo sé, pero sois la combinación perfecta.- Dije nuevamente sonriendo.

Ellos eran como la luna y las estrellas, forman algo mágico, así lo sentía, ellos siempre sabían cómo sacarte una sonrisa.

Seungyoun a parte de ser una persona muy atractiva, es divertido, sabes que por muy hundida que estés es capaz de hacerte reír y es una persona que se merece lo mejor de este mundo.

Hangyul es una persona que tiene una esencia masculina que hace que lo diferencies del resto aunque eso se nubla cuando ves su preciosa sonrisa, a pesar de que no lo ha pasado bien él sabe cómo seguir adelante y luchar con toda su alma.

¿Hyuna?- Preguntó mirándome.

Salí de mis pensamientos y miré al mayor.

¿Qué piensas sobre las parejas homosexuales?- Volvió a preguntar ahora nervioso.

Abrí la boca intentando formular alguna respuesta y la cerré para luego morder suavemente mi labio inferior.

Pienso que son una pareja normal y corriente, sin más, como cualquier otra.- Contesté sonriendo.

Sentí como el cuerpo del mayor se relajaba.

Eres maravillosa, hyuna.- Dijo levantándose.

Lo miré extrañada y me tomó en brazos, pasé mis brazos por su cuello levemente al ver lo peligroso que sería si me cayera.

Salió del servicio y me acostó en su cama y luego hizo lo mismo él, quedando a mi lado.

Muchas gracias.- Añadió mientras me abrazaba.

Pude sentir el calor de su cuerpo y encontré lo que estaba buscando, me relajé y mis ojos se cerraron lentamente, por fin conseguí dormir tranquila.

Sentí una ráfaga de viento recorrer mi cuerpo y me percaté de que estaba en la cama de Seungyoun, Hangyul se encontraba sentado en la orilla de su cama mirándome fijamente.

¿Qué pasó en la noche?- Preguntó serio.
No sé, ¿Qué pasó?- Contesté acomodándome al lado del mayor.
¿Qué hacían Seungyoun y tú en el baño tan tarde?- Preguntó nuevamente cruzando sus brazos.

Hangyul estaba celoso.

¿Qué se supone que íbamos a estar haciendo?- Respondí rodando los ojos.
No sé, estáis hasta tarde en el servicio y luego me los encuentro dormidos en la misma cama.- Comentó suspirando.

Estaba muy celoso.

Era una situación muy graciosa y no pude evitar reírme.

Mi hermano se puso de pie y me miró con el ceño fruncido.

¿Qué te hace tanta gracia?- Preguntó desesperado.
¡Estás celoso!- Grité riendo aún más.

Seungyoun se acababa de despertar y se incorporó mirándonos.

¿Quién está celoso?- Preguntó bostezando.

Hangyul me miró nervioso.

Wooseok.- Solté levemente.

Él me miró extrañado.

Tengo que hacer el desayuno.- Informé huyendo de aquella situación.

Suspiré cuando salí de la habitación, escuché de nuevo unos sollozos.

Vi como Dongpyo salía de la habitación de Seungwoo.

La cara del pequeño se veía pálida cosa que hizo que me preocupara y me acercará a él.

Pequeño, ¿Estás bien?- Pregunté acariciando su rostro.
No he dormido en toda la maldita noche.- Murmuró apenado.
¿Por qué?- Pregunté curiosa.
Seungwoo no ha parado de llorar y no era capaz de dormir así, intenté calmarlo pero sólo lo empeoré.- Admitió triste.
No te preocupes, lo hiciste con buena intención.- Lo animé.

Sus bracitos rodearon mi cuerpo.

Por favor, soluciona las cosas con Seungwoo, se ve horrible.- Pidió nervioso.
No es tan fácil.- Comenté en un susurro.
Vosotros... Entiendo que te haya faltado el respeto y que estés enfadada pero como siga de esta manera va a acabar totalmente loco.- Dijo separándose de mí.
Te entiendo, no te preocupes.- Respondí suavemente.

Me dirigí a la cocina e hice mi trabajo, cuando terminé pude percatarme de la presencia de Hangyul en la cocina.

Muchas gracias por taparme antes.- Dijo sonrojado.
Siempre lo haría.- Contesté sonriendo.
No sé qué me pasó, lo siento.- Se disculpó suspirando.
Te gusta Seungyoun.- Dije levemente.

Su cara en este momento era un cuadro y no pude evitar reírme ante tal situación.

Hangyul era una persona muy expresiva.

No hace falta que respondas.- Añadí sonriendo.

Estaba apunto de salir cuando su mano me paró.

Te lo voy a contar.- Cedió nervioso.