C2

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Valentín caminó hacia a mi y se sentó en el sillón.

- ¿Quién se supone que maneja? -pregunté algo alarmada.

- Tranquila, este camper es automático, y tiene un sistema para manejarse solo, además no necesita gasolina, todo es solar,.. una maravilla -dijo sonriendo.

- una maravilla -repetí en un susurro- ¿Dónde dormiré?

- Aquí, en el sillón, yo duermo en la cama -respondió.

- Que caballeroso..

- El primero que llegó se queda con la cama y la segunda o sea tú.., en el incómodo sillón, así son las cosas, puedes agarrar cualquier cosa de los gabinetes, si necesitas algo y no le encuentras aquí puedes ir con Norma, seguro ella lo tendrá.

- Creo que no le caí muy bien...

- Ella es así, es extraño para ella ver a otra persona, dale tiempo -repondió con aire pensativo.

- Okay.

Valentín se fue a dormir a su cama y yo me acomodé en el sofá-cama, o bueno, traté. No podía dormir así que abrí la bolsa que había dejado abajo y tomé un libro, leí y leí hasta que me quedé dormida.

Al día siguiente por la mañana desperté aún con el libro en la mano, lo dejé a un lado y me metí al baño para bañarme, una vez lista y con ropa nueva puesta, salí encontrandome con Valentín, casi caigo encima de él; muy apenada me disculpé y me senté en el sofá a leer.

- ¿Qué lees? -preguntó quitandome el libro de las manos.

- ¡Oye!, es sólo una novela..

- Sabes que esto no va a pasar, ¿Cierto? Digo, estamos en el fin del mundo, un romance es imposible- dijo burlón.

- Lo sé, sólo estoy aburrida.

- Bien, en unas horas pararemos a comer y iremos a buscar cosas en la siguiente ciudad.

- Bien -repetí.

Pasadas algunas horas el camper se detuvo así que decidí bajar.

- ¡Vamos Ashley! -dijo Valentín, quien estaba asando carne en una pequeña fogata.

- Ya voy -respondí sonriendo.

La comida estaba casi lista; solo me dedicaba a ver como Valentín cocinaba e ignoraba la fea mirada que tenía Norma sobre mí.

- Bueno, ésta ya está pa servirse, así que por favor...-dijo Valentín señalando dos platos.

- Gracias -dije tomando un plato, de verdad tenía hambre.

- Quítate -dijo Norma empujandome.

- Perdón.., creo que mejor me voy adentro, permiso -dije mirando el suelo.

Subí a el camper y me mantuve dentro hasta que terminé mi comida, que por cierto estaba deliciosa, estaba apunto de bajar para dejar mi plato hasta que los escuché...

- ¿Cuánto tiempo se quedará ella con nosotros? No la soporto -dijo Norma.
- No lo sé, se supone que este viaje era y es para buscar sobrevivientes, ¿recuerdas? Ahora la encontramos.

- Pero no me cae bien -respondió molesta.

- A mi tampoco me cae muy bien, pero que le voy a hacer Norma, tal vez sea la última persona que veamos en este mundo.

- No me importa.

- Sé cómo alejarla, no será un problema, pero tendremos que soportarla un tiempo...

Ya no quería escuchar más, regresé a la camper, dejé el plato en la mesita, tomé mi arma y salí corriendo de allí, quería despejarme un poco.

- Diablos, ¿crees que nos haya escuchado? -dijo Valentín mirando a Ashley a lo lejos.

- Que más da -dijo Norma alzando los hombros.

Me encontraba sentada en una piedra grande en medio del campo, todo era tan tranquilo desde aquí, estaba a punto de comenzar a caer el sol así que me levanté para irme, pero un ruido proveniente de los arbustos me hizo detenerme; mis sentidos se activaron, tomé mi arma y apunté.
Estaba lista para disparar pero luego vi que el causante del ruido era Valentín.

- La próxima habla o algo, unas señales de humo por ejemplo, pude haber disparado -dije.
- Pues tú, la próxima avisa que te irás, creí que ya te habían comido -respondió Valentín.
- Sería lo mejor, ¿No? -respondí a la defensiva.

- ¿De qué carajo hablas?

- No te hagas el malentendido -lo apunté con el dedo.

- Nos escuchaste.., perdón, no quise decir las cosas de esa forma...

- Si.., ajá; pues ya no importa, debemos irnos- lo corté.

Caminé frente a él a paso rápido para llegar al camper, estaba oscureciendo, y pronto comenzarían a salir los monstruos come humanos.
Estaba a punto de subir al camper, pero vi una bolita negra cerca de la llanta, caminé lentamente hasta allí y la moví con mi pistola, la bolita comenzó a maullar, era un gato, pero no cualquier gato, ¡era Michi!, me había olvidado de él. Lo tomé entre mis brazos y lo besé en su cabecita.

<Que mala madre soy> pensé.

Ya con Michi en brazos entré al camper y lo dejé en mi cama-sofá para que descansara.

- ¿Y eso qué es? -dijo Valentín viendo a Michi.

- Es mi gato, Michi -respondí.

- No dejaré que esa bola de pelos esté aquí.

- Bueno, pues entonces me iré con él, deja tomo mis cosas... -respondí

- ¡Oh vamos! No seas idiota.., está bien, que se quede.

- Gané -dije sonriendo.

- Si como sea -dijo volteando los ojos y llendose a su cama.

- Buenas noches amargado.

- Buenas noches loca del gato.

- Maldito..- dije con odio, Valentín rió.

Después de todo, tal vez nos llevemos bien. Mañana pararemos de nuevo para buscar cosas que sean útiles; por ahora estoy bien y feliz de que Michi haya vuelto, les dije.., siempre vuelve.

APOCALIPSIS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora