C14

746 45 18
                                    

Ahora era mi turno de ver que era lo que estaba dentro, fui donde ellos, y lo vi, un chico de tez blanca, cabello negro, y tatuajes en los brazos, sonriendo y llorando al mismo tiempo; sabía quien era, bajé mi arma y le hice una seña a Valentin para que se le acercara. Rápidamente los tres estaban fundidos en un abrazo lleno de una mezcla de emociones, faltaba Ramón para completar el abrazo, así que fui donde Jade y le dije a Ramoncito que se acercara a la puerta; en ese momento, la familia al fin estaba completa.

——————————————————

Ahora los cuatro estaban fundidos en un abrazo, era hermoso, si tuviera una cámara habría tomado una foto.
Cuando al fin se separaron, los cuatro voltearon a vernos, Jade se movió un poco incómoda por las miradas, yo solo sonreí, estaba feliz, lo estabamos.

— ¡Ashley!, ven, quiero presentarte a mi hermano —me llamó Valentin.

Tomé a Jade de la mano y fui hasta él.

Cornelio, ella es Ashley, mi novia —dijo Valentin abrazandome por los hombros.

— Mucho gusto Cornelio, que bueno que estés aquí y bien —respondí estirando la mano para saludarlo.

— El gusto es mío cuñada, al fin puedo conocer a alguien que le ponga el mandil a este pendejo —respondió Cornelio saludandome.

— ¡Oye! —dijo Valentin fingiendo enojo.
Yo sólo reí.

Ramoncito tomó a Jade por los hombros.

Y ella es Jade hermano, me salvó la vida y nos hicimos compañía, Cornelio, Jade, Jade, Cornelio —dijo ahora Ramoncito, presentando a Jade.

Mucho gusto Cornelio —dijo Jade educadamente.

¿Tú eres la novia de mi hermano también? —respondió Cornelio haciendo que Ramoncito y Jade se sonrojaran, para después reír.

_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—

Ya estaba oscureciendo así que decidimos entrar a las campers para dormir y salir muy temprano al día siguiente. Norma y Cornelio necesitaban espacio para recuperar parte del tiempo perdido y hablar, así que ellos se quedaron en una camper y, Valentin, Ramoncito, Jade y yo en la otra. Estabamos un poco apretados pero nos acomodamos y lo mejor, no tuvimos frío por la noche.

Al día siguiente todos despertamos muy temprano, nos pusimos nuestros abrigos y salimos para reestablecer el plan, ahora que Cornelio estaba con nosotros el también debía ayudar a tomar decisiones, para estar todos de acuerdo y evitar problemas. En la zona en la que nos encontrabamos todo estaba muy tranquilo, no había muchos caminantes, de echo no nos habíamos encontrado alguno siquiera; pero ir a la ciudad cambiaba todo, ahí era un caos total, casi como poner una soga en tu cuello y dejarte caer al aire, es decir, suicidio. Si queríamos buscar sobrevivientes debíamos ir a la ciudad, era muy peligroso y para eso debíamos tener un plan, uno bueno, sin ninguna falla.

Después de la reunión acordamos buscar sobrevivientes, estaríamos bien preparados y entre todos cuidariamos nuestras espaldas, el punto final en nuestro mapa sería el lugar donde todo comenzó entre Valentin y yo, si no encontrabamos nada volveríamos a la casa de seguridad y volveríamos cada ciertos meses a la ciudad, ahora solo quedaba iniciar el viaje y rezar a dios para volver sanos y salvos a nuestro refugio.

Ese mismo día iniciamos el trayecto, Norma, Conelio y Ramoncito iban en una camper, Valentin, Jade y yo en otra, estabamos listos para lo que viniera. Saliendo de la ciudad donde nos encontramos, comenzamos a ver cambios, ahora no todo estaba vacío, algunos caminantes se apreciaban a la orilla de la carretera, otros nos seguían, pero no corrían lo suficientemente rápido para alcanzarnos. Cada kilómetro recorrido era una rayita más a mi nerviosismo, hasta me sudaban las manos.

Michi, mi gato, estaba con nosotros, no lo había olvidado, solo que aveces desaparecía por pequeñas temporadas., el camper dejó de moverse indicando la primera parada, aún el sol no se escondía así que era mejor iniciar de una vez, además las campers necesitaban recargarse para movernos al día siguiente.

Bien chicos, llegamos —dijo Valentin una vez que nos encontramos todos afuera.

Todos asentimos.

Ya saben el plan, iremos juntos, pero cada ciertas calles nos separaremos por parejas, si algo sale mal y todo comienza a verse feo, no esperaremos a los demás y nos vendremos a las campers, ¿De acuerdo? —dijo Valentin, todos volvimos a  asentir.

Una cosa más..., tengan —dije yo sacando 6 silbatos de mi bolsillo.

Encontré estos silbatos en el supermercado, si algo malo pasa solo háganlo sonar una vez, háganlo lo más fuerte que puedan —dije terminando de explicar.

Tomamos nuestras armas y comenzamos a caminar para adentrarnos a la ciudad., todo ahí estaba destruido, escombro, sangre y cadaveres regados por cualquier parte como si fuera una bonita decoración en halloween. Las primeras calles estaban vacías, solo basura, pero mientras más dentro estabas más feo se ponía el asunto.

Bien, ésta calle es larga, así que aquí nos separaremos, traten de no entrar a edificios, solo casas para no correr tanto riesgo —dijo Valentin.

Si algo malo pasa toquen una sola vez el silbato como dijo Ash, nos vemos en las campers, tenemos 2 horas antes de que el sol se ponga, es tiempo suficiente, los quiero con vidadijo ahora Cornelio tomando de la mano a Norma metiéndose en una calle.

Ramoncito y Jade se metieron en otra calle y Valentin y yo en otra, trataba de relajarme, pero toda la decoración de "halloween" aquí no ayudaba mucho. Puse el temporizador en mi reloj de mano, teníamos una hora para buscar y una para regresar antes de la puesta de sol. En esta parte de la ciudad había muchos edificios, ninguno con una estructura en buen estado y ninguno sin caminantes, y eso podía saberlo antes de entrar en uno pues por las viejas ventanas llenas de polvo podían verse sus sombras moviéndose lentamente, lo aprendí a la mala.

No había sobrevivientes, al menos no en esa calle, así que estabamos listos para irnos cuando el sonido del silbato retumbó en nuestros oídos, nos miramos y comenzamos a correr fuera de la calle hasta donde nos habíamos separado., ahí nos encontramos todos y también vimos el motivo del silbido, una horda de aproximadamente 40 caminantes se acercaba y ahora solo quedaba correr por nuestras vidas.

Cada quien tomó a su pareja de la mano y con la otra disparabamos a los caminantes que se acercaban más a nosotros mientras corriamos; entonces vi a Michi, pasó como en cámara lenta, pero todo fue muy rápido, él corría hacia ellos, luego se acostó en el suelo y los caminantes comenzaron a atacarlo, grité desesperada, me dolía, quería quedarme ahí y matar a cada puto caminante que lo había tocado, pero no podía hacerlo, Valentin me estaba arrastrando, solo me quedaba llorar y recordarlo cómo un héroe.

Él nos salvó.

APOCALIPSIS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora