APOCALIPSIS

C15

Grité desesperada, me dolía, quería quedarme ahí y matar a cada puto caminante que lo había tocado, pero no podía hacerlo, Valentin me estaba arrastrando, solo me quedaba llorar y recordarlo cómo un héroe. Él nos salvó.

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Llegamos a las campers, nos subimos cada quien a su respectiva camper y nos fuimos. Me sentía devastada, Michi fue el gato más fiel y protector en vida que jamás tuve, lo fue hasta el final, dando su vida por la de todos nosotros. De repente mi ánimo cambió, tenía una mezcla de felicidad con tristeza, porque ahora sabía que él estaba en un lugar mejor y siempre lo llevaría en mi corazón, sería recordado como un héroe., por otro lado estaba triste por su partida, pero Michi al fin estaba en paz y eso estaba bien para mi.

Preferí no hablar del tema con nadie y sanar sola con el tiempo, ahora solo faltaba visitar una ciudad más, la siguiente parada, el lugar donde todo comenzó, mi "hogar". Viajabamos de noche, era más tranquilo porque pasábamos un poco más encubiertos, y no era cansado ya que las campers se manejaban solas, la nueva y mejor tecnología.

Caí dormida, pero para el amanecer ya habíamos llegado a la última ciudad, estabamos estacionados en la carretera, el plan era el mismo, tratar de no morir y buscar sobrevivientes.

— ¿Cómo estás Ash? —dijo Valentin abrazandome.

— Bien —respondí.

— ¿Segura?, si quieres posponemos esto para mañana...—dijo Valentin, pero lo corté.

— No, está bien, me gusta aquí, porque fue donde te conocí...—respondí con una sonrisa.

— A mi igual..., bien vamos con los chicos, nos esperan afuera.

Una vez afuera saludé a todos y repasamos el plan, era el mismo, pero aquí necesitábamos más seguridad, ojos en todas partes, sin descuidos pues está ciudad era más grande por lo tanto la suma de caminantes aumentaba. Tomamos el doble de armas, cuchillos, hachas y navajas; y comenzamos a abrirnos paso a la ciudad, habían varios caminantes en las calles, tratábamos de ser silenciosos así que usamos los cuchillos. Llegamos a una calle larga, así que el momento de separarnos había llegado, nos reunimos todos y nos despedimos.

Valentin y yo fuimos juntos por una calle llena de casas pequeñas, entramos a cada una de las casas, ningún sobreviviente, solo caminantes, mi ropa comenzaba a ensuciarse. Tomamos algunas cosas de las casas como medicinas, gasas, guantes, cosas que pensamos podriamos necesitar y lo metí a mi mochila. La tarde se nos fue, comenzaba a oscurecer, de pronto un silbato sonó, alerta, luego otro silbó y otro y otro., corrimos lo más rápido que pudimos al lugar donde nos habíamos separado, ahí estaban todos apuntando hacia direcciones contrarias.

Dos hordas grandes nos rodeaban, tomé a Jade de la mano y a Norma, y corrí hacia la calle donde hace unos minutos Valentín y yo nos encontrabamos, ellos nos seguian mientras disparaban a los caminantes, no había manera de parar y escondernos, nos estaban pisando los talones., seguimos corriendo.

Llegamos a un punto donde no podiamos más, nos paramos.

— ¿¡Qué vamos a hacer Valentin!? —dije desesperada.

— ¡Son demasiados! —dijo Norma de la misma manera.

— ¡¡Vamos a morir!! —remató Ramoncito.

— Tendremos que separarnos Ashley, ustedes vayanse, las tres corran lejos de aqui, nosotros distraeremos a los caminantes...—habló Valentin rápidamente.

— Si, estaremos bien..—dijo Cornelio mientras se despedía de Norma.

Ramoncito abrazaba a Jade.