APOCALIPSIS

C17

Comenzamos a subir todas las cosas a la camioneta, antes de irnos Melanie entró a una pequeña juguetería del supermercado y tomó algunas muñecas, Norma se había encargado de su ropa, estaba agradecida.
Camino al edificio nos topamos algunos caminantes pero logramos pasar de ellos, llegamos al edificio, estacioné la camioneta como lo había hecho anteriormente Norma y bajamos las cosas.

Ahora sólo quedaba esperar a los chicos, o de lo contrario, ir a buscarlos.

- En los cuentos de hadas, los príncipes siempre rescatan a las princesas- dijo Melanie viendo sus muñecas.

Pero esto no era un cuento de hadas y está vez las princesas rescatarian a los príncipes.

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3 semanas después...

Hace un mes desde la última vez que vimos a los chicos, tenemos fé en que aún están vivos, son demasiado inteligentes y ágiles para morir; nosotras estábamos bien, salíamos de vez en cuando para buscar pistas sin obtener ningún resultado, pero nuestra esperanza no moría.
Sentimos que ya habíamos esperado mucho tiempo, era momento de irnos, buscarlos en el camino; así que en ese momento nos encontrabamos guardando todo en la camioneta, habíamos conseguido más armas, estábamos más que preparadas.

Terminamos de guardar todo en la camioneta, nos subimos, Melanie y Jade atrás, Norma de copiloto y yo al volante.

— ¿Crees que estén bien? —dijo Norma con voz baja, casi como un susurro.

— Si, entre los tres se estarán cuidando —respondí con la vista fija en la carretera.

Salimos de la ciudad con éxito, la carretera estaba prácticamente limpia, dejando de lado el escombro y cadáveres a medio descomponer claro está. El sol estaba en su mero punto, al llegar a la siguiente ciudad, el lugar donde Michi terminó como héroe, vimos las camper estacionadas a un lado de la carretera, Norma y yo nos miramos automáticamente, estacioné la camioneta detrás de éstas y Norma y yo bajamos, Jade y Melanie se quedarían en la camioneta por seguridad.

Norma subiría a una camper y yo a la otra, apuntamos a la puerta.

— Cuentas a las tres, y empujas la puerta —dije en voz baja mirando a Norma.

Ella asintió.

1..., 2..., 3!, empujamos las puertas y cada una entró a la camper, vacías, aquí sólo había ropa de nosotros, y un poco de comida, ningún rastro de ellos.

— ¡Ashley ven!, aquí hay algo- gritó Norma desde la otra camper.

Salí corriendo hasta la otra camper, Norma estaba parada observando un papel en la mesa, aquí es donde ella dormía con Cornelio.

— Mira, es una nota... —dijo dándome el papel arrugado.      

Lo leí y sonreí, estaban bien.

- Este niño siempre hace una carita- dijo Norma en forma de burla.
reí.

Regresamos a la camioneta, guardé la nota en la guantera y comenzamos el trayecto, denuevo.

Algunos kilómetros adelante la camioneta comenzó a fallar, ¿Cómo no lo vi antes?, la energía se había acabado, ahora necesitaba esperar un día a que se cargara por completo.

— ¿Qué pasa? —preguntó Jade.

— Es la energía, se acabó —dije derrotada.

— ¡Maldita sea! —dijo Norma con desespero.

— ¡Maldita sea! - dijo Melanie, todas volteamos a verla.

— ¡oh no!, no, no, cariño, ¡no digas eso!, tu no puedes, es una mala palabra —dijo rápidamente Norma roja de la vergüenza.

— Pero tu la dijiste...

— Pero yo ya estoy grande, tu aún estás chiquita —respondió Norma.

Jade y yo comenzamos a reír, logrando que Norma solo se pusiera más roja, al rato Melanie también comenzó a reír seguida de Norma, era una locura.

— ¿Qué haremos ahora? —dijo Norma.

— No podemos pasar la noche aquí, puede ser peligroso, pero tampoco podemos mover la camioneta.... —respondí.

— ¿Porqué no vamos a esa granja?...— dijo Jade señalando una montaña.
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Y aquí estabamos, con nuestras mochilas en la espalda subiendo la montaña para llegar a la bendita granja, aquí todo estaba muy abandonado así que no había caminantes, nada de hecho.
Al llegar a la granja notamos que estaba cercada y tenía candado, tomé a Melanie de la mano y brincamos la cerca.

Había una casa así que entramos y la revisamos, estaba vacía así que nos quedamos., estábamos en la sala, comenzabamos a quedarnos dormidas hasta que un ruido nos alertó. Tomamos nuestras armas, tomé a Melanie de la mano, Norma y Jade apuntaban a los lado y yo al frente, no sabíamos de donde venía el ruido. Escuchamos como se cargaba un arma, escondí a Melanie detrás de mi y de las sombras una señora mayor salió sosteniendo una escopeta.

— ¿Quiénes son? Y ¿Qué hacen en mi casa? —dijo la anciana.

— Soy Ashley, ella es Norma y ella es Jade —dije señalando a cada una.

— ¿Qué hacen en mi casa? —preguntó apuntandonos.

Norma y Jade hacían lo mismo.

— Buscamos refugio, nuestro auto se quedó sin energía... —respondió Jade haciendo que la anciana apuntara hacia ella.

Melanie comenzó a jalar mi pantalón.

— ¿Y quién es ella? —preguntó la anciana, viendo apenas la manita que jalaba mi pantalón.

— Ella es Melanie... —dije pero me cortó.

— ¿Melanie?, ¿Melanie collins? —preguntó la anciana tratando de ver a la niña.

— Si, ese es mi nombre —dijo la niña saliendo detrás de mi.

La anciana sólo la vió bajó su arma y comenzó a acercarse lentamente, no entendía nada así que agarré a Melanie  por los hombros y la acerque a mi.

— No le haré daño, Melanie soy yo, bubu, tu abuela...

— ¿bubu? —dijo Melanie acercándose a la anciana.

No entendía nada, miré a Jade y Norma y luego volví a Melanie.

— Si, princesa, ¿Cómo estas? —dijo la anciana con lágrimas en los ojos.

— Bien, mis papis de fueron, te extrañé mucho —dijo Melanie corriendo a los brazos de su abuela.

— Yo también princesa —dijo la anciana mientras la abrazaba.

El mundo si que era pequeño...