¿Aún me quieres? (Nico Di Angelo) (Pausada temporalmente)

Capítulo 18 | ~ La vida es injusta. ~

[ Tú ]

Mis manos toman el café con cuidado y antes de darle un sorbo, soplo ligeramente para que no esté tan caliente. Esta mañana he sido la primera en levantarse, cosa que es muy rara puesto que siempre suelo ser la última.

Pero este día no, en toda la noche me la pase pensando en cómo haría para colarme e ir al tártaro a sacar a mi madre, estuve planeando como hacerlo sin que me afecte, al menos no tanto. Por las historias de algunos de mis amigos, sé que entrar al tártaro es horrible y que la pasas fatal allá.

–Estas muy pensativa. –La voz de Nico hizo que me sobresaltara derramando un poco del café en mis dedos.

Hago una mueca, bajo la taza y tomo una servilleta para limpiarme.

–Solo, estaba pensando en cómo han estado las cosas. –Digo.

Nico suspira y se acerca a mí, me da un beso en el cabello y acto siguiente, va a la cocina a prepararse algo.

–Hasta cuando estaremos asi. –Susurro para mí misma.

<< Hoy, hoy es el día que debo irme, debo hacerlo. Si no lo hago ahora, no sé cuándo lo haré. >>

Debo de aceptar que no me gusta estar asi, vivir con el miedo de que en cualquier momento Zeus me encuentre y me lleve al tártaro.

Miro mi taza de café la cual esta mayormente llena.

–Creo que hoy podríamos salir un rato a caminar si te parece. –Escucho la voz de Nico detrás de mí, él camina hasta quedar frente a mí y es ahí cuando caigo en cuenta que está comiendo un sándwich.

–No tengo ganas. –Susurro.

Nico frunce el ceño.

–¿Está todo bien? –Pregunta antes de darle una mordida a su sándwich.

–Si. –Sonrío.

La mañana fue bastante tranquila y más en la tarde, Nico se metió a bañar por lo que en ese momento tome mis cosas y me escape por la ventana de la habitación.

Despues de unas horas me he dado cuenta que por más que preparara todo para ir a buscar a mi madre, al final todo podría pasar y tendría que improvisar.

Salgo corriendo y sin más decido ir a comprar un boleto de autobús para irme en seguida, aunque tendría que esperar ya que sale dentro de una hora. Algo cansada, voy a la primera tienda cercana a cómprame una botella de agua ya que tengo bastante sed.

Al tener la botella en mis manos, rezo, porque espero que ninguna de las cazadoras ni Nico me encuentre. Estoy segura que ya habrán de empezar a buscarme al no estar en el departamento.

Abro mi botella y le doy un sorbo.

–¿Crees que puedes esconderte de las cazadoras? –La voz de Amara inunda mis oídos.

–Al menos lo intente. –Susurro y acto siguiente, Amara me toma del brazo y me jala hasta donde están las demás cazadoras y mi querido y adorado, novio.

Muerdo mi labio al ver el ceño de Nico fruncido.

–Aquí esta. –Dice Amara al llegar junto a los otros, todas las chicas me miran con reproche.

Nora se me acerca y me da un leve golpe en el brazo.

–¡¿Acaso estas demente?!–Exclama.

Frunzo lo labios.

–No. Yo solo, yo solo...–Tartamudeo.

–_________, no sé qué rayos te sucede en la cabeza, pero no puedes huir. –Aclara Karen.