¿Aún me quieres? (Nico Di Angelo) (Pausada temporalmente)

Capitulo 13|~No te voy a perder a ti.~ Maraton 1/2

[ Tú ]

Observe a Travis y Connor mirar algo a lo lejos y sonreír maliciosamente. Ellos nunca cambiarían.

Tome un sorbo a mi bebida, nadie me notaba y eso era bueno. Para Zeus, a pesar de ser amiga de algunos dioses me sentía siempre sola.

Como si algo me faltara, pero no podía hacer nada. Soy la prisionera de Zeus, simplemente por ser hija de Kali.

Mire mi brazalete.

Flashback
Recuerdo de hace tres meses

—Podrás estar en el palacio, pero no puedes salir ni tratar de comunicarte, este brazalete te impedirá usar tus poderes, siéntete afortunada niña por qué no debería estar haciendo esto eres un peligro mayor.

Una Ninfa me coloco mi brazalete, mire a Zeus.

—Gracias.—Susurre audiblemente.

—No lo hago por piedad, lo hago porque mi esposa me a convencido en hacerle, hasta ahora has soportado todo el maltrato sin objeción no has intentado nada y siempre obedeces a lo que se te pide. Ella piensa que debería darte más libertad, pero te mantendré vigilada niña.

Mire a Hera agradecida, ella disimuladamente me sonrió.

—Ahora ve a curarte esas heridas _______.—Dijo Hera.

Flashback

Es en ese momento que conocí Apolo con quien congenié muy rápido. Desde entonces el me protege como todo hermano mayor y me quiere mucho y yo a él.

Suspiré pesadamente y deje mi bebida en la mesa más cercana que había, antes de poder regresar con mi amigo el rincón sentí como me tomaban de la muñeca y me jalaban para caminar, mire a la persona que me tenía agarrada.

—Nico.—Susurre.

No sabía si me había escuchado pero no importaba él caminaba con rapidez y firmeza a quien sabe dónde yo apenas podía seguirle el paso traía tacones y aunque Afrodita me había puesto a practicar con ellos no era muy buena. Me caía normalmente, aunque por obra de no se donde está vez no me tambaleaba.

Llegó el momento  en el que Nico se detuvo y yo también, me di cuenta que estábamos en el pasillo por donde estaba mi habitación.

El me soltó y se volteó, su ceño estaba fruncido.

—Se que quieres hablar pero aquí no—Hable antes de que él lo intentara.

Le hice una seña para que me siguiera, camine a mi habitación que como había dicho antes no quedaba muy lejos.

Al llegar lo deje pasar primero y luego yo entré cerrando la puerta detrás de mi.

Mire al piso y me quede recargada en la puerta, no sabía que decir.

—No tenemos mucho tiempo, me empezarán a buscar y nos meteremos en problemas.—Mi voz sonó como un hilo, Dioses que patética me eh De estar viendo

—¿Qué haces aquí?, ¿Porque no has vuelto al campamento?, tu padre siempre se la pasa preocupado por ti y a estado decaído, no ha estado haciendo bien su trabajo y ya hasta mi padre se está empezando a preocupar.

Mi estómago se estrujó, mi padre estaba sufriendo por mi. Cerré los ojos y trague el nudo que se había formado en mi garganta.