My Little Angel [Jenlisa]

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— ¿De verdad crees que es una buena idea?

Rosé y Lisa están sentadas en el sofá, murmurando suavemente. Jennie se ha excusado para ir al baño de una manera tan correcta que dejó impresionada a la pelirroja. Es evidente que ella ha estado observando a los humanos durante un largo período de tiempo.

— No sé si es una buena idea, Chae. Es justo lo que tengo que hacer.

— Lisa, entiendo que te sientas así...

— Entonces ayudarás, ¿verdad? — La pelirroja mira a su amiga por un momento antes de suspirar en derrota.

— Lo haré lo mejor que pueda — La rubia sonríe agradecida. Rosé es ciertamente una muy buena amiga.

— ¿Se va a quedar contigo? — Pregunta la pelirroja.

— ¿Te gustaría que se quedara aquí contigo? — Pregunta Lisa con ironía.

— Ella no confía en mí — responde Rosé.

— Bueno, no fuiste exactamente cortés cuando la llamaste ángel caído en su primera conversación — Rosé se estremece un poco.

— Lo siento.

— Perdón, Chae. Pero debes tener en cuenta que todavía está asimilando todo.

— Lo sé. Es solo que... Eres demasiado amable, Lis — La rubia sonríe y niega con la cabeza.

— Solo entiéndeme.

Caen en un cómodo silencio, la mente de Rosé deriva en un leve recuerdo. Pocos minutos después, Jennie entra de nuevo en la habitación. Se ve mejor, para alivio de Lisa. Su rostro se ve significativamente menos pálido y la tristeza que adornaba su mirada parece haber disminuido un poco.

La castaña camina hacia el sofá, pero se distrae a mitad de camino por las fotografías que cuelgan artísticamente en la pared a solo unos metros de distancia.

— ¿Puedo? — Le pregunta a Rosé.

— Claro. Algunas son muy viejas.

Jennie asiente un poco confundida, preguntándose por qué Rosé sintió que necesitaba hacer ese comentario. ¿No es el propósito de las fotografías recordar tiempos pasados?

"Los humanos son complejos", piensa la castaña.

Mira la foto colocada un poco por encima de las demás, en la que una niña con un vestido rosa que ella supone que es Rosé sonríe alegremente. Justo a la izquierda, hay otra imagen de la pelirroja, esta vez con una Lisa quizás un poco más joven tratando de frotar un pedazo de pastel contra su mejilla. Jennie sonríe, al ver la expresión de alegría que adorna las facciones de las dos amigas. El número escrito en la parte inferior de la imagen que data de unos años atrás hace que ella se pregunte sobre la profundidad de la relación.

La imagen de la derecha tiene un ambiente diferente. Rosé está parada frente a una pared blanca, su mirada es seria a pesar de la sonrisa casi forzada en su boca, sus manos sostienen un certificado tan prístino como la pared misma.

Pero es la imagen en la parte inferior la que más llama la atención de Jennie. Una Rosé de cabello negro con maquillaje pesado en sus ojos se encuentra de una manera incómoda y palpable, además de una mujer más baja y aparentemente mayor. Se parecen tanto que ella no tiene dudas sobre su vínculo madre-hija. Sin embargo, hay una brecha entre ellas. La castaña mira la fotografía por un momento hasta que nota las letras pequeñas en la parte inferior derecha de la imagen.

"Chaeyoung", se lee.

— ¿Tu madre se llama Chaeyoung? — pregunta la castaña, todavía mirando la foto.