My Little Angel [Jenlisa]

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Jennie está de pie en la cima de un acantilado, mirando hacia abajo. A su alrededor, solo un blanco pristino. Al fondo del acantilado, ella puede ver la Tierra. Miles de humanos se mueven de un lado a otro en una calle concurrida, algunos de ellos chocan entre sí, algunos solo miran sus queridos celulares y otros están al borde de las lágrimas.

"Corrompida" Jennie escucha. Una voz áspera habla en su oído.

"Son una desgracia", "La más bajas de las criaturas", "Abominátio"

Jennie observa a una madre que levanta a su hijo del suelo y besa tiernamente una nueva herida que le palpita en la rodilla.

"Sin alma", la voz habla, un poco más fuerte.

La imagen cambia de repente. Ahora, la castaña está mirando un montón de casas precarias ardiendo en llamas. La gente corre asustada, gritando, impotentemente.

"Despreciable", la voz grita.

Jennie se estremece. Ella mira como un joven entra desesperadamente a un edificio en llamas.

— ¿Por qué? — se pregunta — ¿Por qué?

El joven sale de la casa, con el rostro cubierto de cenizas, llevando un cuerpo femenino en sus brazos.

La imagen cambia de nuevo. Ahora Jennie está mirando una playa, es bonita, el sol brilla intensamente, la arena se ve casi dorada debido a la luz. El cielo es de un azul claro, sin ni una sola nube flotando sobre el cielo.

Una chica camina alrededor, dejando sus huellas en su camino por la playa, su mirada está perdida en el océano.

La chica se detiene.

El corazón de Jennie comienza a latir más rápido.

Aún con una mirada desenfocada, la chica se acerca al mar. La castaña tiene ganas de gritar.

La chica, con el cabello tan dorado como la luz del sol, deja que el agua rodee sus pies. Ella sigue caminando lentamente hacia el vasto océano.

"No", piensa Jennie "No, no, no"

"Destino", la voz vuelve a gritar, haciendo eco en el vacío espacio blanco.

"Las criaturas vulgares están destinadas a perecer"

"Fatum"

"Los ángeles no deberían intervenir"

"Adiutor"

Jennie observa cómo el sol desaparece repentinamente detrás de nubes oscuras, que repentinamente se forman.

A la chica rubia no parece importarle, cuando la lluvia comienza a caer fuertemente sobre su rostro y hombros.

"Ella se está empapando"

Jennie está tratando de concentrarse mientras la voz ahora murmura cosas en su oído.

La marea sube. Las olas comienzan a chocar entre sí de manera destructiva. La chica cierra los ojos y deja que su cabeza se sumerja en aguas profundas.

— Lisa — Jennie quiere gritar — Lisa, amor. No.

La castaña siente sus lágrimas recorriendo sus mejillas mientras la voz grita en su oído.