ᵖⁱʳᵃᵗᵃ · ʲᵉᵒⁿ ʲᵉᵒⁿᵍᵍᵘᵏ

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ⁰⁵

➡️Intereses⬅️

¿En que momento paso todo esto?

¿En que momento empezó a sentirse atraído por una pirata mugrienta y... sexy?

-¡aaaaaahs!-grito molesto mientras se jalaba su melena azabache.

De verdad no entendía nada, no entendía porqué su corazón estaba tan acelerado cuando pensaba en ella.

¿será que esta enfermo?

Esa puede ser una opción.
Y una MUY, buena.

Desde que ella lo beso, se a estado sintiendo así.
Ni tiene palabras para explicarlo, lo único que él sabe.

Es que tiene que alejarse de ella.

Aparte de ser muy peligroso estar interactuando con un pirata, las personas podrían pensar mal de él, podrían aparecer rumores absurdos de que él esta intercambiando mercancía del pueblo a un mugriento pirata.
O que el esta en una relación amorosa con aquella capitana de melena rubia y... y....

Eso no sonaba tan mal.

¡JEON JEONGGUK! ¡CONCÉNTRATE!

¿Que estaba diciendo?

Bueno, al diablo.
En resumen, tiene que alejarse de ella. Lo cual va a resultado imposible, ya que, si ella a podido entrar dos veces al castillo sin que los guardias se den cuanta, podría hacer barbaridades.
Desde entrar a su cuarto a violaron o hurtar nuevamente las cosas de sus padres.

Paseaba de un lado a otro, desesperado tratando de encontrar una solución a todos estos conflictos y pensamientos confusos.

Ella no le gustaba, de eso podía estar seguro-no un 100% pero algo es algo-, tal vez se haya sentido atraído por las curvas que poseia aquella mujer. Ya que, ¡vamos!.
Tiene curvas muy marcadas y esta proporcionada de ambos lados, ¿a quien no le llamaría la atención una mujer como ella?.

En estas épocas no era muy bien visto que las mujeres usaran vestidos muy cortos, y parecía que a la capitana no le importaba en lo absoluto lo que vayan a pensar las personas de ella.

Era magníficamente ridícula.
Encantadora, pero una completa p-

-¡Hijo!-tocaron la puerta de su habitacion-¡ya sal de tu cuarto!

Dios, ni siquiera podía estar tranquilo en su habitación.

[...]

-así que... Londres-dijo su amigo mirando para el horizonte, el sol estaba ocultándose en la llanura lejana de las colinas.

Un hermoso atardecer.

-si..-dejo salir el aire y miro a su acompañante-necesitamos llevar la mercancía necesaria para que acepten nuestro trato y recibamos una gran cantidad de lingotes de oro.

-¿de donde sacaremos las armas?-

-tenemos que ir a por ellas-sonrió dejando a la vista su aperlada dentadura- un amigo mío nos esperara con la mercancía al otro lado del muelle, tenemos que estar allá a las 2:45AM.

-perfecto-le devolvió la sonrisa.

Su segundo al mando desapareció de su vista al bajar por las escaleras del barco hacia el interior, se quedo admirando la belleza de transporte que tenia, sin duda alguna, el barco mas fino del océano-por lo menos ella lo veía así-.
Y es que, en cada misión de rescate o de transporte de armas para el contrabando, su amado barco era tan resistente que ningún cañón enemigo a podido hundirlo junto con su capitán al mando.

Nunca lo abandonaría, ella, una pirata fiel a su nombre, nunca abandonaría su identidad, la que consiguió gracias a ese "padazo" de madera que le heredo su borracho y difunto padre.
¡ese barco era todo para ella!

Fue su pasado, esta formando parte de su presente, y quiere asegurarse de que sea su futuro.
Uno muy brillante.
Donde los lujos que robe le hagan tener la vida que de niña y adolescente nunca tuvo.

Miro atentamente su barco, admirando cada mancha que tenia, cada abertura mínima que le recordara aquella aventura que tuvo en ese momento.
Miro su barco.
Y vio que estaba atrapada.
Que se aferraba a el porque no tenia nada más en la vida.