ᵖⁱʳᵃᵗᵃ · ʲᵉᵒⁿ ʲᵉᵒⁿᵍᵍᵘᵏ

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ¹⁰

➡️Escapada ⬅️

El agarre de los guardias quemada su piel, sentía como iba cayendo en el horrible abismo de la muerte.
Los pasos de aquellos hombres eran lentos y seguros, eso le aterraba, pero lo ocultaba con una diminuta sonrisa burlona, miraba a todos lados esperando ver algún modo de escapar, sus ojos vagaban en todo.

Al parecer él día de su muerte se adelanto, iba a ser a las 10:50 a.m.
La sacaron de su celda a las 3:00 a.m. la pusieron en observación, veinte oficiales la rodearon y no permitieron que escapara.

Pero mientras la llevaban a la orca, pensaba; “Quien carajos se va a levantar tan temprano para ver morir a alguien?”

Y la respuesta se respondió sola, la plaza estaba infestada de ratas políticas y personas que solo fueron a ver el espectáculo de su sufrimiento.
La plaza estaba hasta el tope de personas, algunas miraban desde el balcón de su casa, otras gritaban eufóricas cerca de la orca que la mataran de una vez.

Pero habían otras personas, que te miraban con pena, que quisieran sacarte de esa situación pero a los ojos de los demás, seria traición, y eso se castiga con la muerte.

Te arrastraron por todos lados hasta estar al frente de aquel pedazo de madera que te mataría.
No aguantaste, forcejeaste, no estabas dispuesta a morir aun, el barco en el que huirías estaba esperándote en la costa, un montón de imágenes pasaron por tu cabeza, estabas a punto de morir por querer ser libre, no te arrepentías de nada.
Pero preferías estar viva.

No dejabas de hacer movimientos bruscos, solo eran dos guardias los que te sostenían, podías con ellos, los empujaste como pudiste hasta que se soltaron. Las cadenas en tus muñecas no te eran de impedimento para correr.
No supiste como pero alcanzaste a sacarte las esposas, tus manos sangraban pero rápidamente agarraste una espada de uno de los oficiales que tacleaste y con eso te defendiste.
Los pueblerinos y algunos parásitos de la realeza empezaron a correr en cuanto te vieron libre, solo con un movimiento del sable ya atravesabas a los que se interponían en tu camino.

-¡Agarrenla Estúpidos!-escuchaste el grito del Rey, ya habías echado un vistazo y JeonGguk no estaba con su padre y madre.

Seguramente te estaba esperando en el barco.
Corriste del lugar con tu vestimenta ensangrentada, ahora lo mas importante era llegar a tiempo.

[...]

-Yo sabía que vendrías-la rubia se paro de su cama y camino hasta los barrotes de la celda, en los cuales se apoyo.-Tarde, pero viniste.-le sonreíste.

-Escucha, mi padre adelanto todo.-te quiso advertir-Mañana será tu juicio, los guardias vendrán en la madrugada a recogerte para ponerte en aislamiento, quieren prevenir una escapada.-estaba con la voz agitada, gotas de sudor caían por su tersa piel.

--solo lo miraste sorprendida-entonces van a haber cambios en mi plan, tú, me esperaras en el barco.-lo miraste seriamente.-

-¿Cuál barco?-

-Uno que yo tengo de repuesto, esta en la bahía negra, se llama “Alta Mar”, escúchame, si no llego para cuando sean las 11:25 de la mañana quiero que te vayas sin mi.-

-¿Que? No, ¿Por qué haría eso?-

-Si no llego antes de esa hora, significa que deje este mundo.-

[...]

Empezaste a correr despavorida, la adrenalina recorrio todo tu cuerpo.
Sonreíste feliz, claro, aun tenían a unos dieciséis oficiales detrás tuyo pero no podías evitar sonreir, carcajeaste cuando viste la bahía cerca, Jeon estaba cargando algunas cosas a la lejanía.

-¡Jeon!-lo llamaste, pero aun estaba muy lejos-¡Jeon!-ok, estabas empezando a alterarte.-¡MIERDA JEON, SUELTA LAS SOGAS Y SUBE AL MALDITO BARCO!-gritaste con todas tus fuerzas, lograste hacer que voltee a verte, tenia una hermosa sonrisa pintada, pero la borro rápidamente al ver cuantos oficiales te correteaban con espadas en mano.

Rápidamente desamarró las sogas que evitaban que el pedazo de madera se fuera, subió al banco y tiro una soga para que pudieras subir.

Pero no te iba a dar, posiblemente te capturarían a ti y al principito.
Y no ibas a permitir eso.