Capítulo 15:

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Nos quedamos ahí tirados por quien sabe cuánto tiempo, sintiendo como sus manos acariciaban mi húmeda espalda de arriba hacia abajo-

- Te adoro ¿Sabías? –Musité acariciando su pecho.

- Igual yo… -Besó mi cabello.

Volvimos a vestirnos y salimos tomados de la mano.

Al llegar al gimnasio ya no había mucha gente.

- Tengo sueño… -Dije llevando mis manos a los ojos.

- ¿Quieres ir a casa? –Dijo antes de besar mi frente con ternura.

- Si, estaría bien… -Bostecé.

Antes de salir nuevamente, busqué a mi mejor amigo, pero este ya no estaba… fui por mi pequeña carterita en una sala y miré mi celular, más de 30 llamadas perdidas.

- ¿Es Nick? –Dijo Joe espiando mi celular detrás de mí.

- Si… -Susurré y me giré hacia el- Últimamente… estaba preocupado por la relación entre los dos… -Es lo que yo creo.

Solo murmuró sospechoso, tomó de mi mano y salimos hacia el estacionamiento, subimos a su auto deportivo y comenzamos el camino a casa.

En todo el trayecto no pude hacer más que admirar su hermoso rostro, lo lindo que se veía… su sonrisa, sus ojos brillantes, todo.

Al llegar a mi departamento, subimos por el elevador a mi piso y al entrar todas las luces estaban apagadas.

- Supongo que… -Dijo en la entrada de mi casa en un susurro- Supongo que ya tengo que irme… -Sonrió sin ánimos.

Solo sonreí, tomé de su mano y lo tiré dentro de mi apartamento, cerré la puerta y rodeé su cuello con mis brazos.

- ¿Quieres dormir conmigo? –Susurré seductoramente sobre sus labios con mis ojos cerrados.

Solo sentí sus manos en mi cintura y luego nos besamos apasionadamente en los labios.

- Seguro –Susurró.

Silenciosos fuimos a mi habitación, al llegar cerró la puerta y yo me aproximé a mi cama, corrí mi pelo y comencé a jugar con el cierre de mi vestido, cuando sentí como Joe me hacía el trabajo más fácil.

Solo suspire sintiendo como bajaba el broche de a poco y en segundos mi vestido calló al suelo, sin voltearme sentí sus manos en mi vientre, acariciándolo con la yema de sus dedos.

Me volteé hacia él, tomé de sus brazos y me dejé caer sobre la cama riendo.

- Te ves hermosa –Dijo deteniendo su risa y acomodando mi pelo detrás de mí oreja.

- Solo quítate la ropa, no aguantaré más–Ordené entre risas- Digo, quiero dormir, estoy cansada –Dije inocente.

Solo cerré mis ojos sintiendo su aliento embriagador sobre mis labios y a los segundos capturó con sensualidad mi labio inferior.

Acaricié su pecho tomando nuevamente los botones de su camisa y comencé a desabrocharlos mientras él se encargaba de quitar su esmoquin.

Ambos cuerpos nuevamente en ropa interior, nos acariciábamos con lentitud, había sido mucho el tiempo en que no nos habíamos sentido.

- Joe… Joe… -Dije entre sus besos, era imposible quitármelo de encima.

- Si… -Él se alejó.

- ¿Dormimos? –Sonreí.

- Pero Hayley… quiero… -Dijo molesto.

¡NO! ¡POR FAVOR NO! Que se enoje en estos momentos no se lo aguantaría.

- Shh… -sonreí poniendo mi dedo índice sobre sus labios.

Nos metimos dentro de las sábanas y nos abrazamos, quedando frente a frente.

- ¿Prometes ser silencioso? –Susurre acariciando su mejilla con una sonrisa traviesa.

- Lo prometo… -Sonrió seductor y mordió mi labio inferior.

Se recostó sobre mí, acariciando mis pechos y vientre… no tengo idea como nos quedaba energía para repetir el momento, pero para mí… no eran las energías, si no lo que uno sentía por el otro.

Las sábanas provocaban que el calor fuera más intenso.

Las caricias cada vez se hacían más profundas y el deseo de gritar y gemir con fuerzas se hacía más presentes.

- Te amo –Gimió agitado sobre mí.

Solo besé sus labios, enredando mi lengua con la suya, desafiándola en una guerra.

Al fin desnudos nuevamente… se posicionó entre mis piernas y se sujetó de mi cintura, mientras que yo de su espalda y así poder descargar el placer que sentía.

Comenzó nuevamente a entrar en mi… mientras gemía tan despacio que ni si quiera se escuchaba, cerré mis ojos y besé sus labios mientras la velocidad de Joe dentro de mi comenzaba a ser más rápida y violenta.

Ya no aguantaba… necesitaba gritar… y se me olvidó el hecho de que mi hermana seguramente dormía en la pieza del otro extremo.

Gemí sobre sus labios al igual que el... finalmente completamos el momento tan maravilloso y cayó sobre mi pecho.

Nuestros pechos subían y bajaban de una forma exagerada, pero ni si quiera nos importó…

Joe se recostó a mi lado, me refugié en su pecho, rodeó mi cintura y caímos en un profundo sueño.

Hot n' ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora