SEIS.

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- Esto no está bien...- dijo Mia mientras ambas nos poníamos en guardia con las espadas.

- Hagamos que luzca mejor.-

Ambas atacamos a espada el mayor tiempo posible, al menos para dejarlos inmóviles por un tiempo.

- Mierda, son una maldita plaga- dije mientras ambas estábamos a nuestras espaldas.

- ¿Giraespada o tajo doble?- sacó su disco, regulando su respiración.

- Tajo doble.- respondí.

- ¡Tajo doble!- dijimos al mismo tiempo lanzando el ataque. Los nighloks cayeron.

- Mucho mejor.- bajamos las armas. - Ahora vamos a buscar a Emilly y a Mike.-

Nos dividimos en el sitio, el cuál era bastante grande. Antonio llegó detrás de nosotros.

- ¡Chicas, esperen!- nos detuvo. Nosotros lo esperamos para que nos diera noticias de allá arriba.

- ¿Cómo está todo allá?- pregunté desesperada.

- Mal. El tipo hirió a Jayden y no puede pelear bien, también perdió la transformación. Kevin es el único que lo está haciendo y no creo que aguante tanto tiempo. -

- Mierda- murmuré. - Yo subiré, vayan a buscar a los niños y a los chicos.-

- De acuerdo. Con cuidado, Lilian.- me dijo Antonio.

Fui lo más rápido posible, ya que estábamos algo lejos de la puerta. Llegué hacia la cochera del lugar buscándolo, con cuidado de que no me viera el nihglok. Y ahí él... estaba detrás de lo que parecía ser un locker, tirado de lo más indefenso. Corrí para auxiliarlo mientras que Kevin seguía peleando con el nighlok.

- ¡Jayden!, mierda, ¿qué te pasó?- apoyé su cabeza sobre mi pierna para ver qué le pasaba. Parecía que estaba inconsciente; tenía el labio abierto y un par de moretones en sus pómulos.

- É-el... él es p-eligroso...- apenas y podía hablar. Trataba de regular su respiración.

- Mi corazonada eras tú y no te cuide- acaricié su mejilla.

- No es t-tu... tu responsabilidad cuidarme todo el tiempo- habló rápido.

- Ya no hables. Ven, te voy a sacar de aquí. No puedes pelear en esas condiciones.-

- T-tengo que ayudar a K-kevin...- intentó ponerse de pie.

- Que no, carajo.- alcé un poco la voz, volteé para asegurarme de que no me había escuchado. - Que no, no puedes. El tipo puede matarte..-

Volteé buscando alternativas para salir con él o que el saliera. Kevin salió volando perdiendo la trasnformación. Genial, doble problema.

- Es suficiente- murmuré molesta. Salí hacia donde estaba el nighlok.

- Vaya, ¿también quieres tú?- dijo sarcástico, acercándose a mí. Se destransfromó y me encaró. Yo hice lo mismo. - ¡Pero mírate!, por Dios, eres una niña- se burló.

- Mi edad no es impedimento para partirte el hocico, cariño- le di una sonrisa fingida y retrocedí un paso atrás. - Lo que quiero es que dejes en paz a los niños y dejes de secuestrar a los padres. ¿Cuál es tu ganancia con eso?-

- Como todo nighlok... ganarme el miedo, la tristeza y la desesperación por parte de ustedes. Eso alimenta nuestro mundo y así ganamos el suyo. Eso gano-

- Son tan patéticos y miserables todos ustedes que se alimentan del sufrimiento de la gente.- escupí.

- Y ustedes son unos alucinados por creer que nos derrotaran-

El Samurái Blanco: Súper Samurái.Where stories live. Discover now