Pasó así un mes y medio desde la última vez que vi a Deker. Jayden seguía dormido.
Las cosas en la Casa no eran las mismas, pareciera que el brillo de todos se hubiera opacado; Mike ya no era el mismo bromista. Antonio ya no era tan risueño. Mia y Emily habían perdido también su toque de gracia. Kevin más serio de normal. Lauren ya casi no hablaba. Y yo, solo me la pasaba practicando día y noche para cuando la batalla llegase.
Mike y Emily se encontraban a fuera del hospital como ya se había hecho costumbre.
— Extraño demasiado a Jayden— habló la rubia con tristeza mientras derramaba unas cuantas lagrimas leves.
— Todos, cariño. Pero debemos confiar en que despertará, y en que Lilian podrá derrotar a Deker y destruir la Uramasa— el ojiverde limpió sus lágrimas y la abrazó.
— ¿Crees que lo logre?— la chiquilla lo miró esperanzada, con un brillo en sus ojitos.
— Claro que lo hará. Lilian es cabrona cuando se lo propone, y por Jayden haría ella cualquier cosa.
— Son lindos juntos—dijo la rubia, recordando el acto de valentía que haría yo— Como tú y yo— la chica se acurrucó en su hombro con ternura.
Mike la miró enternecido con una media sonrisa y le dio un beso en la frente. — Claro que si, amor.
Cuando Mike tenía momentos así con Emily solo podía dar gracias al cielo y se sentía el hombre más afortunado por tenerla a su lado. Emily le decía en repetidas ocasiones que tenía miedo de que la dejara por que era "muy torpe". Sin embargo, Mike sabía que Emily siempre había sido una persona con muchas inseguridades y se propuso y le prometió que él le ayudaría con ellas.
Mientras tanto, yo me encontraba en Casa Shiba preparándome para mi pelea contra Deker. Juraría que daría hasta mi vida por la de Jayden, no se que tanto me iba a costar ganar y destruir, pero valdría la pena. Cuando estaba por marcharme, hice una tipo oración que hacía cuando eran batallas difíciles.
"Si ojos tienen que no me vean,
si manos tienen que no me agarren,
si pies tienen que no me alcancen,
no permitas que me sorprendan por la espalda.
no permitas que mi muerte sea violenta,
no permitas que mi sangre se derrame,
Tú que todo lo conoces,
sabes de mis fallas,
pero también sabes de mis aciertos,
ayúdame a ganar la batalla contra Deker"Salí más que dispuesta y preparada para esa pelea. Sabía que Deker estaría ahí.
Llegué al lugar y solo esperé a que Deker apareciera. Mientras hacía eso solo pensaba en las consecuencias si no lo derrotaba. También corrían por mi mente los recuerdos con él, sabía que esto literalmente era de vida o muerte. Pareciera que lo hubiera invocado con el pensamiento por que apa pareció delante mío.
— Te habías tardado— el tipo talló su Uramasa con la yema de sus dedos viéndola con admiración.
— Te estaba esperando, Deker— me puse de frente un poco lejos de él.
— Necesito que me liberes de la maldición de una vez por todas, libérame y yo liberaré al ranger rojo.
— ¿Así que lo aceptas?, ¿tu dormiste a Jayden?— pregunté obvia. El tipo bajó su espada junto con su cabeza y se tranquilizó sentándose en una roca.
— Serrator y Xandred me obligaron a hacerlo. Si el ranger rojo no era eliminado, mi maldición no acabaría jamás, nunca por los siglos de los siglos — la voz de Deker parecía mostrar sinceridad. — Por eso insisto en que el ranger rojo o tú acaben conmigo para liberarme de una vez de esto. Derrotándome, Uramasa desaparecerá también— Deker agachó su cabeza con lástima.
— ¿Tu querías eso?.
— No. Mi interés más grande era que él estuviera al cien por ciento para que me diera la pelea como quisiera.
Me quedé pensativa ante sus anteriores palabras. Los nighlok eran tan chantajistas que juegan con la libertad de una mitad humano mitad nighlok solo para derrotar a alguien que no lees hace ni bien ni mal.
— Déjame acabar contigo de una vez por todas. Por tu bien y el de Jayden.
Deker se levantó en guardia activando su modo nighlok apuntando con su espada hacia a mi, quedando en la punta de mi nariz — Lo haré, pero te costará trabajo— quiso atacarme pero esquivé el golpe también transformándome.
— Esto apenas comienza, Deker— murmuré para después irme contra él. — Te haré y me harás un gran favor— pase el golpe por su costado izquierdo provocando que cayera de rodillas.
— Te lo agradeceré— dijo para después ponerse de pie.
Los chicos por otro lado estaban buscándome mientras se turnaban el cuidado de Jayden. Todos llamaban a mi samuraizer pero obviamente no podía contestar.
— Por un carajo, ¿donde podrá estar Liliana?— se quejó Mike colgando una y otra vez su samuraizer.
— La pelea con Deker no es fácil. Tiene horas perdida y estoy segura que está en plena guerra con él— comentó Lauren. — Regresará y verán que regresará victoriosa— finalizó la chica con esperanza.
— Confiemos en ella, sabe lo que hace. Tiene una razón muy grande para hacerlo y esa razón es más poderosa que cualquier otro nighlok— dijo Mia animándolos.
La pelea transcurrió hasta tarde y de noche. Ni siquiera había sentido cuantas horas habían pasado. No estaba exhausta, tampoco rendida.
Deker me derribó en un intento de usar el disco que Daisuke me había dado. Por suerte creo que no lo había visto.
— La pelea ha sido larga pero me has dado lo que quiero— intentó golpear mi hombro derecho pero me rodé hacia el otro lado.
— Lo que sea con tal de despertar a Jayden— le regresé el golpe con fuerza pero el lo detuvo y quedamos frente a frente muy cerca.
— Gane o pierda quedaremos libres. No lo olvides— rompió el choque de las espadas y yo pude darle el primer golpe para que tirara su espada y quedara tambaleándose; y el segundo lo suficientemente fuerte para derrumbarlo y que cayera de espaldas y quedara noqueado por unos 2 minutos.
Me acerqué sigilosamente para ver si reaccionaba aunque fuera poquito y cuando empezaba a despertar, aproveché para sacar el disco y colocarlo en la giraespada.
— H-hazlo— dijo con un suspiro a duras penas bastante débil ya intentando ponerse de pie.
— Gracias, Deker— giré el disco y corrí hacia a él para dar el golpe final.
Cuando le di el golpe, antes de que se desvaneciera, habló. — G-gracias... a t-ti— finalmente desapareció y la espada Uramasa se fue con él.
Caí desmayada al bajar la espada y ponerme de rodillas. Perdiendo la transformación por la debilidad.
Al rededor de 20 minutos después, traté de despertar.
— Lili, Lili— sentí unas pequeñas palmadas en mi cara para que reaccionara. Eran de Mia, quien tenía unas pequeñas lágrimas en sus ojos. Desperté poco a poco.
— Esperen... esperen... está despertando— dijo Mike calmando su llanto igualmente.
— Wey— dije levantándome, un poco mareada — Lo hice... ¿d-derroté a Deker?— pregunté retomando la "memoria".
Todos se miraron entre ellos fingiendo tristeza.
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El Samurái Blanco: Súper Samurái.
Science FictionPower Rangers Super Samurái. Enjoy your story :)