Las personas corrían lo más lejos posible del lugar. Había disturbios por todos lados, nunca habíamos visto cosa semejante. Los chicos arriaban a la multitud que se encontraba en el restaurante hacia lugares seguros. Los edificios caían de uno en uno como si se tratara de un temblor.
Mientras tanto, yo no sabía que hacer; mi mamá en ese estado no podía hacer nada para defenderse, no sabía si irme con los demás o dejarla sola. Tomé una decisión y pedí ayuda a Jayden.
— Jayden, necesito que me apoyes— pedí con súplica. El castaño se dio la media vuelta para ponerse a mi disposición.
— ¿Qué sucede?, ¿todo bien con tu mamá?— preguntó preocupado.
— Hasta ahora. Necesito que envíes a mi mamá a Casa, por favor— supliqué, a lo que él asintió.
Se dirigió hacia mis padres, y habló con ellos.
— Los mandaré a Casa. ¿Están bien?— preguntó un poco carrereado preparando el samuráizer. — Llamaré primero a Ji para que prepare algo para la señora, necesita ser revisada— el rojo se alejó hacia un baño lo más rápido posible.
Me acerqué a ella y estaba doliéndose demasiado. Genial, doble problema.
— ¿¡Estás bien?!— preguntamos mi papá y yo exaltados, ayudándola a sentarse. Tratamos de ayudarla a que tomara aire y se tranquilizara. Los muchachos se acercaron igualmente a apoyar.
En ese momento, el muro que daba a la entrada del sitio se derrumbó en un fuerte golpe. Mesas y sillas salieron volando del lugar hacia a todos lados. Los chicos y yo nos interpusimos entre la figura humanoide que se dejaba ver poco a poco entre la tierra de los muros. Jayden corrió a nosotros. Sintió helarse cuando vio quién era el culpable de los disturbios. Nada más y nada menos que...
— Deker— escupió Jayden con enojo. Podíamos ver todos como su pecho subía y bajaba por lo agitado que estaba y también debido al rencor y coraje que le tenía a aquel criatura.
— Nos volvemos a encontrar, ranger rojo— dijo el tipo con cierto sarcasmo, volviendo a su forma humana.
— ¿Cuántas veces quieres que te diga que no peleo por pelear?— cerró sus manos en un puño apretándolos con coraje.
— No me interesa cuantas veces me digas— le respondió el tipo sin algún sentimiento, sólo coraje y con decisión — Me vas a dar el duelo de nuevo, lo quieras o no. Sus códigos me importan muy poco.
— No lo haré, Deker. En mis planes no está pelear contigo otra vez sólo por que quieres.— dio un paso adelante activando el samuraizer.
— Dije, quieras o no— volteó a vernos a todos, que estábamos atónitos con lo que estábamos viendo. — O no querrás que les pase algo a ellos, ¿o si?— amenazó al rojo, apuntando hacia nosotros.
Jayden activó su transformación, viéndolo con odio.
— Eres un chantajista, pareciera que no tienes personas por quien ver— saqué mi samuráizer igualmente.
— No es tu asunto— contestó sin más.
— Lo es por que son mis padres, son mis amigos. ¿Acaso tu no tienes alguien a quien amas?. Caes tan bajo que tienes que chantajear a la gente para conseguir lo que quieres. Así son todos los de su jodida clase.
— No te entrometas en esto, dije— el tipo bajó su rostro apretando su mandíbula. Pareciera que algo de lo que dije le hubiera dolido. ¿Pero como?.
— Yo lo arreglo, quédate con ellos— me pidió Jayden con tranquilidad.
— Mándala lo más pronto posible, por favor— dije para después retroceder a donde estaban los demás.
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El Samurái Blanco: Súper Samurái.
Science FictionPower Rangers Super Samurái. Enjoy your story :)