Y de repente siento que se aparta de mí, y luego la voz de Oscar gritando:
- ¡Maldito cabrón! Déjala en paz de una puta vez.
Abro los ojos y los veo a ambos de pie frente a mí, enfrentados y dispuestos a pegarse. Oscar es el que lanza el primer puñetazo que va directo a la nariz de Mario. Este cae al suelo, empezando a sangrar.
- Sal de aquí y no vuelvas - Grita Oscar con su teléfono en la mano - Estoy llamando a la policía.
Mario se levanta y sale corriendo. Oscar me ayuda a levantarme mientras habla con la policía.
- ¿Estas bien, cielo? – Me pregunta.
- Sí, gracias.
- Lo siento, nena, yo – trata de disculparse.
- No pasa nada – le digo – Gracias a Dios has llegado a tiempo, además la culpa fue mía, abrí pensando que eras tú y no miré por la mirilla antes de hacerlo.
Oscar sigue hablando con la policía. Finalmente cuelga y me anuncia:
- Estarán aquí en cinco minutos para que hagas la denuncia.
- Bien, me voy a tomar un baño – le digo.
- No, espera a que venga la policía, luego te duchas.
- Bueno – digo algo decepcionada, quiero ducharme, quitarme el olor de Mario que ha quedado sobre mi piel.
- Ven preciosa, mientras esperamos, creo que tengo algo que contarte.
Me dice Oscar cogiéndome de la mano y llevándome hasta el salón. Allí nos sentamos en el sofá y Oscar empezó a hablar.
- Bueno, creo que es hora de contarte porque tuve que ir al hospital y quien es esa mujer – empieza contarme apartando un mechón de mi cara – Verás se trata de una antigua sumisa mía, precisamente la anterior a ti – yo le escucho atentamente – Ella, cometió una locura, al parecer está locamente enamorada de mí, y cuando vió que me había perdido, trató de suicidarse.
- ¡Oh, Dios! – Exclamé.
- Por eso está en el hospital y fui a verla, a decirle que lo nuestro terminó, que rompió nuestro acuerdo y por eso la dejé. Pero al llegar allí, los médicos me dijeron que ella está embarazada.
- ¿Qué? – Pregunté sorprendida.
- Sí, está embarazada y es probable que ese bebé sea mío.
- ¡Oh, Dios! – Dije llevándome las manos a la cabeza. Todo aquello era demasiado para mí, después de todo lo sucedido solo me faltaba aquello y entonces le pregunté: - ¿Vas a dejarme? ¿Volverás con ella?
- ¡Oh, no preciosa! Claro que no, precisamente todo lo que ha pasado, tanto eso como lo de Mario me ha hecho darme cuenta de que tú... te... uf, Dios, me da miedo decirlo, pero.... TE QUIERO.
Oír esas palabras es como si oyera música celestial. Una lágrima de felicidad escapa de mis ojos. Oscar la seca suavemente con su pulgar, y acercándose a mí, me besa. Me abraza y siento el deseo de poseerlo, de hacer el amor con él. Sus manos recorren mi espalda pero justo en ese momento llaman al timbre, sin duda debe ser la policía.
Después de que hayan tomado declaración los policías, y de pedir una orden de alejamiento, se marchan. Nos quedamos de nuevo solos Oscar y yo. Estamos sentados en el sofá de casa, abrazados y siento como sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo por encima de la ropa.
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EL HOMBRE DE MI VIDA
RomanceAna tiene una relación difícil y tormentosa con su novio Mario con el que lleva solo seis meses, cuando conoce a Oscar, el cual la introduce en un nuevo mundo de placer y deseo a traves de la práctica del BDSM, haciendo que Ana descubra un nuevo mun...