EL HOMBRE DE MI VIDA

CAPITULO 18 MORIR O VIVIR

Pum, suena un disparo y veo a Mario caer al suelo, y la sangre brotando de su sien.

-         ¡Nooooo! – Grito.

-         ¡Oh Dios mío! – Exclama mi madre.

-         ¡Maldito loco! – Dice Oscar.

Se oyen sirenas y yo me abrazo con fuerza a Oscar empezando a llorar.

En pocos minutos, todo se llena de policías, sanitarios, gente corriendo, gente mirando y sin saber como mi vista se nubla y me desmayo entre los brazos de Oscar.

Cuando despierto estoy en una ambulancia y un médico, Oscar y mi madre están a mí alrededor. Oscar y mi madre están preocupados.

-         Bueno, ya despierta – dice el médico - ¿Cómo estás?

-         Un poco mareada. Yo...

-         Tranquila, no te muevas, ha sido un momento muy tenso, te has desmayado.

-         ¡Oh hija mía, vaya susto me has dado! Entre todo  el lío -.dice mi madre, Oscar me tiene la mano cogida con fuerza.

-         ¿Mario? – Pregunto.

-         Esta grave, muy grave – me dice Oscar.

-         ¡Oh Dios, que locura!

-         Sí.

No puedo creer que Mario haya cometido esta locura. La cabeza no deja de darme vueltas y el médico me pregunta si quiero ponerme en pie, lo intento, pero todo da vueltas. Oscar me sujeta para que no caiga.

-         Bueno, será mejor que por ahora te quedes donde estás - me dice el doctor - Pero es normal, es debido al estrés y la tensión del momento.

Un par de policías se acercan a nosotros, le preguntan al médico como estoy y si pueden hacernos algunas preguntas. El doctor acepta, pero les dice que sólo unas pocas. Empiezan preguntándole a Oscar, luego a mi madre y por último a mí. Me preguntan sobre la relación que teníamos Mario y yo, cuando hacía que había terminado y me comentan lo de las dos denuncias y la orden de alejamiento que había. Oscar les dice algo y veo que los tres se alejan un poco de nosotros.

Observo a mí alrededor y veo a los padres de Mario, su madre está llorando y su padre trata de consolarla. Oigo el móvil de Oscar y lo saca del bolsillo, mira la pantalla pero pasa de la llamada. Seguro que es Sasha. Sigue hablando con los policías, al terminar vuelve a la ambulancia conmigo. De nuevo el móvil suena y Oscar mira la pantalla.

-         ¿Es Sasha?

-         Sí, está pesadísima, ha llamado ya unas cuatro veces.

-         Contesta - le digo.

Me obedece y contesta:

-         ¿Qué pasa?

-         ……

-         Ahora no puedo ir, ha pasado algo terrible y no pienso dejar a Ana sola ahora mismo.

-         ….. - habla Sasha y Oscar escucha pacientemente.

-         Qué te lleve tu padre o tu hermano, yo no voy a ir ahora, ya te lo he dicho, el ex de Ana acaba de suicidarse delante de nosotros, ¿entiendes? Hay cosas más importantes que tú y tu maldito embarazo ahora mismo en mi vida.

Oscar le cuelga y le pregunto:

-         ¿Qué pasa?

-         Vuelve a tener perdidas, seguro que la muy idiota no se ha quedado quietecita en la cama como le recomendó el médico.