Joerick: Stay (Completa)

01 (Presente)

Presente.

Erick

No creí que volvería a esa casa, no después de todo lo que sucedió.

Recuerdo todo, absolutamente todo, es como si todos mis fantasmas se aliaran solo para atormentarme, si por mí fuera no vendría pero lamentablemente mi presencia es necesaria.

Veo el paisaje a través de la ventana que está levemente empañada por la lluvia, empiezo a reconocer el camino y esto solo me da más ansiedad, estoy cerca, cada vez más.

El chofer se limita a hacer su trabajo, sabe que me es muy difícil volver aquí, Richard también lo sabe, después de todo estuvo presente en todos los acontecimientos que me orillaron a alejarme de mi familia.

Creo que mi incomodidad es muy evidente, aunque no he dicho nada, Richard toma mi mano y la presiona suavemente para hacerme notar que está conmigo.

Alejo mi mirada de la ventana y la dirijo a él dándole una sonrisa melancólica que él responde de igual modo.

-Solo serán unas horas- informa guiando mi mano hacia su boca y deja un beso en mis nudillos- si no fuera necesario no te habría obligado a venir.

-Lo sé- respondí entendiendo que de otro modo no me forzaría- pero es muy difícil para mí, hay muchos recuerdos, y seamos honestos, si me llamaron a mí es obvio que también llamaron a Verónica y...

-También lo supuse- me interrumpe- pero no te preocupes por eso, yo estoy contigo ¿Sí?

Asentí mientras sonrío pero mis ojos me traicionan dejando escapar una lágrima que recorre mi mejilla, él la limpia pasando su dedo índice por ese lugar y dejando leves caricias.

-Todo va a estar bien, No pienses en eso.

-Llegamos- avisa el chofer estacionando el vehículo, estaba tan metido en la conversación y en mis ideas que no me di cuenta siquiera de eso.

Salimos del auto y puedo ver el lugar detalladamente, no sé si haya sido yo pero el jardín parece más opaco que la última vez que lo vi.

Hay más vehículos estacionados y otros tantos más que apenas llegan, las personas que salen de ellos visten ropas oscuras al igual que Richard y yo, algo adecuado para lo que venimos a hacer.

Me resulta repulsivo el hecho de que la mayoría de estas personas solo vienen por conveniencia, ni siquiera lo querían, pero ahora están aquí, vistiendo ropas caras y poniendo la mejor cara falsa de tristeza que puedan inventarse.

Richard toma mi mano y avanzamos lentamente hacia la casa, las nubes oscurecen por completo el cielo y la leve lluvia moja el pavimento y el jardín dejando un rastro de olor a tierra mojada que me calma por instantes.

Al caminar veo un par de rostros conocidos que por desgracia me reconocen también, al verme voltean a otro lado fingiendo no haberme visto mientras otros me hacen contacto visual frunciendo el ceño y no ocultan la molestia que les causa mi presencia.

-Er- me llama una voz masculina y al voltear siento unos brazos rodeado mis hombros- que bueno que viniste- ya sé quién es.

-Hola, Chris- saludo gustoso a mí primo, quizás la única persona que no me juzga y correspondo el abrazo.

Se aleja del contacto, mira a Richard y lo saluda de igual modo que a mí.

-No te dejes de esos hipócritas-dice sin temor en su voz aunque sabe que muchos nos miran- no son mejores que tú, solo vienen por conveniencia, no como nosotros.