Joerick: Stay (Completa)

11 (Pasado)

Pasado

Erick

Ya no sé si siento culpa, tal vez sí, pero es más grande lo que siento por Joel que lo opaca.

Estar en su regazo se ha vuelto una adicción últimamente.

Sus manos toman mi cuerpo, pero tiene cuidado, yo igual lo toco, acaricio su espalda e intento quitar su camisa pero no puedo, escucho una risa salir de sus labios y se la quita el mismo volviendo a mis labios rápidamente.

Mis manos no están quietas, reconocen la piel del mayor mientras mi lengua es envuelta con la suya, es como si nunca tuviera suficiente de él.

-Er, eres perfecto- susurra en mi oído- simplemente perfecto.

Ahora no está satisfecho con mis labios y pasa a mi cuello a besarlo y humedecerlo, a llenarlo de mordidas como si intentara marcarme de alguna manera.

Siento sus manos presionándose en mi cintura y me da la vuelta para que me recueste.

Está sobre mí mientras me sigue besando, sus labios recorren todo a su alcance, y me encanta como se siente.

Su boca hace un recorrido de besos desde mi oído hasta mi cuello, pasando por mi pecho hasta llegar a uno de mis pezones.

Ahí se detiene y se lo lleva a la boca, mordiendo a momentos sin ser rudo mientras su mano empieza a acariciar mi erección sobre el pantalón.

Mis gemidos no tienen orden por el placer que me da con sus acciones, mi mente está tan nublada que solo me puedo concentrar en las sensaciones que provoca en mí.

Escucho la hebilla de un cinturón y es el suyo que desabrocha con una mano mientras la otra sigue tocándome, es muy bueno con las manos.

Pronto se quedó en ropa interior y al fin puedo apreciar todo lo que ocultaba, está tan excitado como yo y ahora es más fácil comprobarlo por su erección que sobresale.

Está de pie, torturándome con su mirada sobre mi cuerpo mientras solo quiero el suyo sobre mí.

-Quítatelo- ordena viendo mi pantalón y obedezco al instante.

No alcance aventarlo lejos cuando él está de nuevo arriba de mí, pero ésta vez más salvaje, su respiración lo delata, está desesperado.

No pensé que alguien tan normal como yo pueda provocarle esto.

Mientras me besa y se retuerce sobre mí nuestros sexos chocan haciendo una deliciosa fricción que solo me tienta.

-Me encantas Erick, me encantas.

-Y tú a mí – confieso.

Sonríe al escuchar eso y lleva su mano dentro de mi bóxer comenzando a jugar con mi miembro ya erecto.

Lo acaricia lentamente mientras jadeo, Dios, de verdad me encanta.

Deja de tocarme pero ahora lleva su mano a su boca y lame uno de sus dedos, vuelve a introducirse a mi ropa interior pero ahora más abajo hasta que lo siento presionarse en mi entrada.

De verdad lo va a hacer.

-Tranquilo, relájate- pide en voz baja metiendo su dedo.

Mientras me prepara vuelve a besarme, me penetra con su dedo y siento como hace círculos en mi interior.

-Ah-h- suelto cuando entra otro dedo.

-Ya bebé, toma tu tiempo- dice besando mi cuello sin desatender mi interior- estás muy apretado, muero por entrar.