Joerick: Stay (Completa)

04 (Pasado)

Pasado.

Erick

-Entonces, ya que estamos aquí- dice mi abuelo levantando una copa- Chris, Er y Joel.

Carraspee la garganta porque mi abuelo omitió a alguien.

-Ah, y Bruno.

-Nop, Bruno el perro- corregí imitando la voz de mi hermana y mi abuelo soltó una risa por eso.

Siempre que le digo Vero me corrige con un "Verónica" no sé porque no le agrada el diminutivo, creo que es lindo.

-Bueno, y Bruno el perro- corrige mi abuelo y asiento triunfal- quiero que sepan que los aprecio de verdad, tanto a mis nietos que llevan mi sangre, como a los dos nuevos integrantes de la familia, Joel y Bruno el perro... Pero en serio Erick, ¿Era necesario ponerle una silla al perro también?

-Es muy necesario- afirmé con seguridad- ¿Cierto Christopher?

-Muy cierto- me apoyó y comenzó a cenar sin esperar a que el abuelo terminara sus palabras.

Joel soltó unas risas, creí que era igual de serio que Vero pero veo que no, me gusta su risa.

Ahora que lo pienso, mi hermana se sacó la lotería, logró que Joel Pimentel sea su novio, bueno, es un decir pero siendo honestos le pudo tocar alguien peor para salir.

Es guapo, es amable, tiene un buen empleo- que para mis papás es muy importante- y además se ve que es buena persona, vaya, ojala yo encontrara a alguien así.

A menos que mis padres me consigan novio igual que él de Vero.

Si es así solo espero que tengan tan buen gusto como con mi hermana, pero siendo realista sé que eso no pasara, desde que les dije que soy gay fue como decirles que mato gatitos o algo así, como si fuera algo malo.

Si intentan casarme con una chica no voy a aceptarlo, sé que mi abuelo me apoyara.

-Erick, deja de mirar así a tu cuñado- susurró Chris y volteo a verlo.

Ah, qué curioso, no me di cuenta que lo seguía viendo.

Al voltear de nuevo noto que Joel igual me está mirando, creo que se dio cuenta que lo observaba ¡¿Cómo él se pudo dar cuenta y yo no?! ¿Debo decir algo?

-¿Me pasas el aderezo?- dije lo primero que me vino a la mente, ¡Muy bien disimulado Erick!

Sonrió y asintió entregándome lo que le pedí, le puse atención a mi plato de vuelta y comencé a comer.

Qué vergüenza, es la segunda vez que me pasa, no sé porque sucede pero parece que mi cerebro está empeñado en hacerme pasar por estas situaciones.

Te odio cerebro.

-¡Er! Bruno el perro ya acabó y creo que quiere más- dijo Christopher peleando con mi nuevo amigo por su pollo frito- ¡No! Perro malo.

-Bruno el perro no puedes comerte el pollo de Chris- lo regañé y lo baje de la silla, como si entendiera que lo que hizo estuvo mal se fue a un rincón y se recostó- sé que le duele pero a veces uno debe ponerse firme con estos muchachos.

Mi primo asintió y mi abuelo y Joel solo empezaron a reír.

Si no estuviera estudiando economía estoy seguro que sería un buen payaso.

El tiempo en el comedor fue algo entretenido, el rizado es interesante pero tiene un porte muy parecido al de mi hermana.

Hasta en eso le atinaron.