Joerick: Stay (Completa)

02 (Pasado)

Pasado.

Joel

La lluvia está por caer, lo sé por las nubes que empiezan a formarse en el cielo.

Voy conduciendo mientras Verónica revisa su teléfono, mi novia ha decidido que ya es momento de que conozca a su familia completa, después de todo pronto nos comprometeremos. He tenido la oportunidad de hablar con algunos de sus primos anteriormente, incluso con el señor Ernesto, el abuelo de Verónica y es que los Colón y los Pimentel han sido amigos desde hace un buen tiempo.

La casa es enorme, según me había explicado aquí se crío toda la familia.

Estaciono el vehículo en al área correspondiente y antes de que pudiera abrir la puerta Verónica me tomó la mano para que volteara a verla.

-Escucha, Joel, sé que no hemos hablado mucho de esto pero no me gustaría que te asustaras- dice nerviosa.

-¿Asustarme?

-Sí, es que, mis padres son normales, mi abuelo, bueno, ya lo conociste, pero mi hermano es. Un tanto especial.

-Ah, comprendo- dije sonriendo- es normal que sea sobreprotector contigo, aunque él sea menor que tú es obvio que será algo hostil al principio conmigo.

-No es eso- suelta abriendo la puerta de copiloto y la imito siguiéndola, tomo su mano y me continua- él es extraño, a veces demasiado.

-¿A qué te refieres?- pregunto intrigado.

-Ya lo verás, solo no digas que no te lo advertí.

Seguimos caminando en silencio hasta entrar a la casona, se puede notar que nos estuvieron esperando porque el personal parece apurado.

-Joven Pimentel, señorita Colón- saluda un hombre que parece ser el mayordomo- pónganse cómodos por favor, le avisare al señor de su llegada.

-Sí, no tardes- ordena mi novia sentándose en uno de los sillones, el hombre asiente y camina hacía el pasillo.

Nunca me preocupó que ella se comporte así, después de todo es el modo en que fue criada, puede ser un tanto fría pero nunca ha hecho una grosería o algo parecido, la imito y me siento a su lado.

-Es una linda casa- le hago saber mientras veo con detenimiento los cuadros y adornos, hay un gran reloj antiguo al fondo del pasillo.

-Lo sé, pero me parece algo, anticuada, espero que me la den para hacerle un par de remodelaciones- suelta viendo los adornos también.

Después de varios segundos en silencio puedo escuchar un escándalo proveniente de la planta de arriba, parecen muchas pisadas seguidas de gritos desesperados de mujeres que imagino, pertenecen al personal de la casa.

-¡Agárralos!- grita alguien, pero esta voz es masculina.

-¡No puedo!- responde otro chico y se escucha que siguen gritando mientras persiguen algo.

-Increíble, ¿Qué habrá hecho está vez?- dice Verónica cerrando los ojos y presionando el puente de su nariz.

Me levanto preocupado del sillón y voy camino a las escaleras para ver qué sucede cuando un perro me taclea antes de poder subir el primer escalón y caigo al suelo golpeándome la espalda.

Es un san Bernardo, está sobre mí, me la un lengüetazo y sigue su camino.

Pronto una estampida de perros pasa sobre mí impidiendo que me pueda levantar, algunos incluso lamen mi rostro y vuelven a correr.

-¡Chris, bajaron!- vuelvo a oír al chico de hace rato.

Me levanto del suelo furioso, ¿Qué ha pasado aquí? Intento quitar los pelos y el polvo de mi traje cuando escucho otras pisadas aproximarse, estás son de humano, creo, en esta situación no me sorprende que hayan traído un gorila o algo así.