𝔅𝔢𝔴𝔦𝔠𝔥𝔱𝔢𝔡 𝔠𝔯𝔬𝔴𝔫𝔰 ||𝔜𝔬𝔬𝔫𝔐𝔦𝔫||

👑capítulo 24👑

Sonrisas y más sonrisas

En un abrir y cerrar de ojos me encontraba frente a las puertas del colegio del lado de adentro.

Los guardias trataban de tirarlas con mucho esfuerzo, los gemelos se separaron de mí.

-suerte manzana- dijeron antes de volver a desaparecer en una nube de humo.

Sentí mis manos super mientras me acercaba al director que estaba tan nervioso como yo.

-¡señor Park!- exclamó -¡que bueno que está aquí, las puertas no resistirán más!-

Suspire, mirando a mi alrededor, todos los alumnos se encontraban murmurando alrededor nuestro.

-lleve a todos los estudiantes al comedor, yo me encargaré de los guardias- hablé, Felipe asintió, dándole la orden a nuestros guardias.

-suerte señor White- dijo antes de entrar junto a todos los demás al comedor, dejándome solo frente a esa gran puerta que estaba a punto de caer.

Suspire, haciendo una seña a los caballeros para que sacaran los tablones que la mantenían trabada.

Hice un paso para atrás, los guardias del reino de Atlantis entraron determinados a hacer cenizas todo.

Al verme a mí frenaron, apreté mis puños, tensando el resto de mi cuerpo para evitar temblar.

-¡KimSeokJin no está en condiciones para salir en este momento!, ¡Vayanse ahora mismo o serán testigos de las consecuencias!- vocifere, sin saber muy bien de donde saque esa sensación de autoridad.

-disculpe señor, pero tenemos órdenes específicas de nuestros superiores- habló el Guerrero principal, siendo interrumpido por mí.

-¡YO soy tu superior!, estas desobedeciendo una orden Real de la Corona y si sus fuerzas no declinan en este instante serán acreedores de un castigo por traición- exclamé, la adrenalina quemaba mis venas, trataba de controlar el temblor de mi voz y lo hice con éxito.

Aún así parecieron no desistir, dejándome solo con una opción, utilizar el único hechizo de ataque que me sabia de memoria.

-Molli Carmina nocturno frigore hieme lucem spes desiderium tuum da mihi potestatem et imperium tuum. Tenebris to control et bestias misericordiam et occultatum in ea- susurré, el ambiente pareció ponerse más sombrío en cuestión de segundos, un frío abismal se instaló en el lugar.

Los caballeros se pusieron en posición de defensa, unas cuantas sombras se reformaron de su estado original hasta retomar una nueva dimensión, parecían personas con lanzas dispuestos a atacar en cualquier segundo.

Alce mi mano, indicanoles a las formas que no atacasen hasta nuevo aviso.

-ultima oportunidad, yo atacó a matar- amenace, logrando mi objetivo; estremecer a los hombres.

-lo siento su majestad- se disculpó en nombre de todos, haciendo una reverencia -nos iremos, por favor haga que el príncipe Jin llame a su familia-

-me encargaré de eso, caballero- dije, segundos después el ejercito desapareció de las puertas, suspire, bajando mi mano lentamente, haciendo desaparecer el conjuro.

Mis piernas seguían temblando como las de un venado recién nacido, así que tenía problemas para pararme correctamente.

Pronto todos los alumnos salieron del comedor, gritando eufóricos muchas felicitaciones hacia mí.