Capítulo 2: La montaña me dará respuestas.

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-Entonces ¿qué es lo que cuentan la princesa y la cara quemada? - Pregunte a Aang para que el camino no se volviera aburrido, Aang suspiro con algo de pesadez, pasaron unos minutos antes de que pudiera.

-En unas semanas serian 5 meses de haber estado juntos Katara y yo, sin embargo, en ese tiempo diversas naciones necesitaban del avatar, quería que Katara viniera, pero hubo ciertas complicaciones entonces se quedó en la nación del fuego junto con Sokka y Zuko, había muchas que hacer, tratados, visitas, conversar con la gente acerca de los cambios que iban a suceder, sin darme cuenta creo que ambos nos distanciamos- Mientras Aang hablaba se notaba que poco a poco su voz se entrecortaba.

-Entonces ellos empezaron a salir y lo demás es historia ¿no? - Termine para que Aang no siguiera mortificándose por mis preguntas. –Básicamente, luego Katara me dijo que no pretendía herirme pero que quizás aquel afecto que había de parte de ella no era un amor por completo- Aunque el dijera que no quería hablar más, seguía sumido en los hechos del mismo tema, otra incongruencia por parte de mi amigo sin cabello.

-Si bueno a Sokka y a mí nos sorprendió, aunque bueno debido a que él ha estado más tiempo con Suki la verdad no llego a enterarse mucho de lo que pasaba, ahora que anda por ahí quien sabe en qué nación no tengo muchas opciones, ademas no me gusta meterme en tantos problemas- No era una excuso o una justificación para no haber hecho algo, es decir si me enojo lo que hicieron ellos pero, cuando los tres hablaron y dejaron todo en "buenos términos" dije que para que tratar de arreglar algo que no debe ser arreglado, o algo así.

-Creí que tu serias la que vería con más detalle todo...-

-Si mis ojos no me engañaron cuando vi que te estaban hiriendo, oh espera- Moví mi mano frente a mi rostro, de ahí por qué Aang no había continuado con "Tu verías lo que pasaba" aunque no lo hagan apropósito, la verdad es gracioso recordárselos, mi ceguera no ha sido ningún impedimento para mi comunicación o casi para nada, es por eso que muchos al estar tiempo conmigo se les pasa por alto ese hecho.

-Bueno, tu entiendes- Termino de hablar Aang, el camino para quien sabe dónde fue callado y aburrido, el silencio fue agobiante en mucho tiempo y no estaba dispuesta a seguir soportándolo.

-Sabes algo acerca de...-

-Sokka fue a su hogar, luego me mandó una carta con su halcón diciendo que pasaría un tiempo en la isla Kyoshi- Sin dejarme terminar Aang había respondido a la pregunta que pensaba hacerle, nuevamente el silencio se hizo presente.

-Sabes el viejo Iroh abrió su puesto de té podríamos ir algún día, el da buenos consejos- Propuse aunque el viaje era más para que Aang meditara, aunque la idea me parecía genial, luego de que Aang no dijera nada me quede pensando, no vi que el lugar estaba donde Zuko y Katara ahora estaban, ademas siendo familiar de Zuko este estaría ahí junto a Katara, quizás no era una gran idea después de todo.

-Quizás- Bueno era un progreso de parte mía o de él no sé, solo sentía que había ganado algún tipo de discusión imaginaria.

Quisiera poder describir el camino en que íbamos para que dieran algún tipo de idea, pero como recordaran no veo ningún color más que oscuridad, eso es un color para mí. Pero sabía que pasábamos unas piedras, algunos árboles y eso repetidas veces.

-Toph, no recuerdo haberte pedido que me acompañaras, pero traías tus cosas cuando estaba desquitándome con la nada, ¿ibas a algún lado? - Pregunto pies ligeros, la verdad es que no les conté que hacía antes de que pies ligeros llegara. Había estado ahí solo descansando desde la tarde, fue entonces cuando sentí la presencia de Aang quien llego solo a golpear la piedra donde yo descansaba y paso lo que ya han visto o leído antes.

Lo que veo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora