Capítulo 6: Las verdades son buenas

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Narra Toph

-Toph, despierta- Escuche una voz pacifica, cuando abrí mis ojos note que tenía Aang envuelto en mis brazos, inmediatamente lo hice a un lado, me tropecé con otras sabanas, me encontraba en la tienda de pies ligeros

-Qué demonios Aang- Le dije muy molesta, tanto como para atacarlo con mi tierra control

-Caíste sobre mí en la noche, si tenías frio podías decirme ¿sabes? - Grito plantando algo de valentía ante una yo muy molesta. –Claro, pero eso no explica por qué estaba durmiendo a tu lado, no te quieras pasar de listo conmigo pies ligeros- Le dije enojada, la verdad no recordaba nada acerque de lo que paso anoche.

-Caíste en mi tienda y no pude despertarte- Supongo que eso paso, pero no me explicaba porque rayos se quedó conmigo durmiendo probablemente me maree por la altura de la montaña.

- ¿No pudiste o no quisiste? – Le cuestione pues al final él pudo levantarme para que durmiera en donde yo quería.

-Quizás ambos debido a que duermes como una piedra inmóvil- Claro lo dice el que monje que tiene una cabeza del peso de una bola metal fundido.

-Ni que tu fueras más ligero pese a tu caminado de bailarina- Le dije molesta, ahora sentía las vibraciones de Aang algo desconcertadas, probablemente estaba molesto causa mía pero jamás lo admitiría.

-Si no fueras orgullosa hubieras pedido una sábana- No hubiera sido más fácil que me las ofrecieras como la otra vez, quizás no tendiéramos esta clase de discusión estúpida.

-Hubieras pensado en eso tu cabeza hueca- Le dije, creí que, hacia bien, pero algo estaba mal en todo esto y la verdad no sabía si iba a poder parar de continuar esta discusión que había pasado de una manta a como era yo.

-No fue mi culpa, ni siquiera la habías usada cuando te las ofrecí- Maldito seas pies ligeros, me calle cuando termino, pero murmure para mis adentros.

- ¿Qué vas a saber tú? – Dije habiendo terminado todo, me di vuelta para ir por mis cosas cuando Aang dio un paso fuerte en la tierra que alerto mis sentidos.

-No lo sé, quizás ahora sé que discutiste con Katara, que te parece bien que me deje el cabello o ¿tienes algo más que agregar? – Maldita sea como se enteró de eso, ¿acaso lo dije cuando está fuera de mi?, no debería haberse enterado de eso.

-Si lo hice, trataba de defender a alguien que por lo que veo era un miedoso para afrontar la realidad y sigue huyendo de los problemas- Una razón válida para justificar mis acciones, pero...por alguna razón cuando terminé de decir eso, sentí como Aang se había ¿Quebrado? Sé que en ocasiones era dura y hacia que los demás se sintieran mal o incluso cayeran perdidos, pero Aang es el avatar, mi amigo y sabia como era yo, pero por alguna razón sentí que había hecho algo muy malo.

- ¡PORQUE SIEMPRE DEBES SER AGRESIVA AL HACER LAS COSAS, ¡INCLUSO AHORA DISCUTIMOS Y TODO POR ALGO INSIGNIFICANTE, ¡SÉ QUE QUIZÁS NO VES LAS COSAS, PERO DEBES SABER QUE NO PUEDES METERTE EN ASUNTOS DE OTROS! – Es oficial había lastimado a Aang de alguna manera, pero no podía parar, era una chica ruda y en mis adentros quería disculparme, pero ¿Por qué las palabras no salieron? -Si lo hice fue porque sabía que estarías mal, de no ser por eso quizás Katara no pensaría mejor en cómo decirte su situación estarías peor de no ser por mí-

Aang cayo de rodillas como si le hubieran extraído el alma, su presencia se hacía cada vez más difícil de detectar, mi respiración fue agitada, me sentía como en un océano, me estaba ahogando por qué estaba pasando, el oxígeno faltante me hacía mal, respiraba con más fuerte de lo normal.

Aang aún estaba frente a mí, agachado, rendido, triste, acabado, todo lo que pudiera describir a alguien que había perdido un motivo para si quiera respirar.

Trague saliva, aún era una niña malcriada que no podía aceptar cuando alguien tenía razón, no sabía cómo actuar, que decir o que hacer cuando alguien venía con problemas, normalmente solo grito y huyo.

-De verdad soy tan patético- Dijo Aang en el suelo, suspire con remordimiento, me acerque a él para darle un abrazo, me sentía mal conmigo misma, en mi interior sabía que Aang no era patético, solo no soportaba verlo tan miserable, pero no podía encontrar palabras más suaves para decirle eso.

-Gracias Toph, debe molestarte verme así, a mí me molesta también, ¿Qué fue lo que discutiste con Katara? –

O bueno llegue le lance una piedra, peleamos hasta quedar en el suelo, me curo algunas heridas, Zuko no me quiere tan cerca de ella, Sokka y Suki creen que me excedí en conclusión no tengo muchas opciones de con quien estar, Iroh estará en su puesto de té y no quiero molestarlo.

-Solo trate de que hablara contigo de manera más directa-

Aang creyó mi respuesta, se levantó quedamos en tregua y paso a meditar por ahí del medio día, Ty Lee llego nuevamente para estar con nosotros, pero esta vez llegaron más personas para apreciar a Aang el cual estaba concentrado.

-Aang es alguien muy interesante, ¿ahora sales con él? -

Me encontraba bebiendo cuando dijo eso Lee, le mira alzando una ceja, ella rio divertida, jamás saldría con alguien como pies ligeros, me parecía alguien débil, quizás si solo fuera la única persona en el mundo, aunque sería luego de golpearme dos veces con alguna piedra.

-Me parece atractivo, es alguien que no te cambiaria, te aceptaría tal cual, probablemente sería un complemento en la vida de alguien- Lee parecía una boba hablando de algo tan cursi, pero por alguna razón lo llegue a pensar, me encantaba mi libertad hipotéticamente hablando Aang no me la quitaría, es más es un nómada viajaría por diversos lugares, no sonaba nada mal.

-Pensaste en como seria ¿verdad? -

Un leve sonrojo apareció en mi cara, ¿Cómo lo es? Pues sentía algo en mis mejillas, te maldigo Lee.

Lo que veo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora