Señorita Tsurugi

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Matthew había terminado practicando ruso y su tarea, tal como su madre le había ordenado.

Este se encontraba con Adrien ingresando al patio del colegio, donde tomaban sus clases de esgrima por las tardes.

Ambos chicos estaban calentando y preparándose para la práctica del día. Hasta que de pronto, una chica se aproximó a los alumnos, su traje de esgrima era color rojo, a diferencia de los demás que era blanco. La careta cubría por completo su rostro y cabello.
La chica misteriosa llegó al centro del patio y empuñó su sable. Todos los alumnos mirándola con sorpresa.

"Vengo a entrenar esgrima como ustedes. Quiero unirme a su equipo. ¿A quién debo vencer para poder entrar?, ¿quién es el más hábil de ustedes?"

Los esgrimistas miraron a Adrien. Este asintió y se colocó su careta y tomó su sable.
El maestro de esgrima se paró arriba de la máquina que cuenta los puntos, listo para arbitrar.

"En guardia..."

Ambos chicos obedecieron, esperando a la señal.

"...y, AHORA"

Los adolescentes empezaron con su combate, pero lamentablemente, Adrien perdió al instante.

"Bien, ¿quién sigue?" retó la chica, y hubo un gran silencio en el patio. La chica sonreía victoriosa debajo de su careta.

El maestro de esgrima se acercó hacia la muchacha para felicitarla.
"Bienvenida al equipo de esgrima seño..."

"¡Esperen!" una voz se escuchó a unos metros. Todos voltearon y vieron que era Matthew.
"Yo sigo..." colocó este su careta e hizo movimientos con su sable.

"Bien, veamos lo que tienes..."

Ambos se pusieron en guardia, Matthew decidió no usar la máquina. Quería hacer esto a la antigua.

"¡AHORA!" ordenó el maestro.

El combate comenzó. Estaba muy reñido. Los chicos no sabían si apoyar a la nueva chica o a su compañero Matt, eran muy buenos.
Subieron las escaleras de la escuela, y las bajaron eventualmente.  La chica las estaba bajando de espaldas. No se percató de un escalón que faltaba por bajar.
A pesar de tan arduo combate, Matthew no quería que esta tuviera un accidente.

"¡Cuidado!" pero fue muy tarde y la chica tropezó, haciendo que Matthew la tocara con su sable. Y así perdió la chica el duelo.

Matthew lanzó al aire su sable y su careta y corrió hacia donde estaba la muchacha en el suelo.
Y este le ofreció su mano.
"¿Estás bien?, ¿te hiciste daño?"

La chica aceptó su mano y se reincorporó lentamente.
"He tenido peores accidentes. Gracias por la ayuda, pero perdí. Le he fallado a mi honor y a mi familia. No merezco entrar aquí..." musitó algo triste y decepcionada la chica, dándose la vuelta para salir del lugar.

"¡Oye no te vayas!" tomó este el hombro de la chica. Esta paró y giró para verlo. Estaba algo sorprendida.
"Fuiste una excelente contrincante. Claro que mereces estar aquí. Hablaré con el profesor. Estarás aquí sí o sí"

La chica se sonrojó demasiado, pero gracias a la careta no lo notó el azabache. Fue entonces que ella decidió retirársela, meneando un poco su cabeza para acomodar su cabello.

*POV de Matthew*
¡Era una chica hermosa! Era una chica asiática, al parecer japonesa si no me equivoco. Sus ojos marrones rasgados tan delicadamente eran perfectos, su pequeña nariz, sus pequeños y dulces labios, esas pequeñas pecas que adornaban su níveo rostro. Y ese cabello negro corto azabache tan lindo y brillante, se veía tan suave.
Nunca había sentido esto antes, pensé que me gustaba Chloe, pero esta chica, es indudablemente hermosa.

Creo que estoy enamorado...

Estaba embobado ante tal belleza, que la chica me miró extraño.

"Emm... ¿está todo en orden?"

Giré la cabeza de repente, llegando a la tierra.
"Claro, por supuesto. Por dios, ¿dónde están mis modales? Mi nombre es Matthew Labelle, pero se refieren más a mi como Matthew Sancoeur por mi madre" ofrecí mi mano de nuevo a la japonesa.

Esta sonrió levemente y la tomó de nuevo.
"Soy Kagami Tsurugi, encantada de conocerte, Matthew"

"El placer es mío..." besé el dorso de aquella mano, y eso provocó un leve sonrojo en Kagami. Se veía tan linda...

De pronto el celular de Kagami sonó y revisó de quien se trataba.
"Lo siento, es mi madre. El auto está afuera, debo irme..."

"Espera, dame tu número. Así podré avisarte cuando empieza tu próxima clase de esgrima con nosotros" guiñé un ojo.

Y después de dárselo, Kagami se despidió de mi a lo lejos.
Una vez que ella se fue, suspiré como un bobo.

Luego, Adrien se aproximaba a mi lentamente.
"Veo veo a un par de tortolitos aquí..."

"Es tan linda..."

"Espera a que Nathalie se entere de esto..." sonrió ladinamente.

"Y tú espera a que le cuente al señor Gabriel de ti y Marinette..." Sonreí igual que él retándolo.

Adrien rodeó los ojos y bufo, después soltó una pequeña risa.
"¿De qué hablas Matt? Ella es sólo una amiga"

"Claro, y yo soy el lobo plateado..."

"Ehh... Lo eres..."

"Si pero se supone que nadie debe saberlo" hablamos entre susurros, guiñando un ojo.

Ambos tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a las regaderas.

Al menos yo sí admitía que tenía sentimientos por una chica...

Uniendo a Nuestros Padres [GABENATH] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora