Una última vez

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Espero que se hayan preparado para la acción de verdad. Es muy probable que este sea el penúltimo capítulo de esta historia (a menos que se me de el antojo de aplazarla un poco más, jeje). Espero que disfruten esta última sorpresa que les preparé muajajaja.

Habían pasado un par de semanas ya, y habían sido de maravilla. La mansión Agreste volvía a tener ese olor hogareño y un ambiente feliz, el lugar ya no se sentía frío, opaco y hasta algo tenebroso. Y todo gracias a los Sancoeur. El fuerte amor de Nathalie y las locas ocurrencias de Matthew llegaron a los rubios Agreste para quedarse.

Era una linda y soleada mañana en la ciudad del amor, y la nueva familia se encontraba en el comedor desayunando un par de crepas dulces que la misma azabache preparó. Se escuchaban risas en los corredores de la mansión, los chicos nunca habían escuchado a sus padres carcajear así, descubrieron que su padre tenía una risa muy graciosa y que la de su madre, era tan linda y contagiosa.

"Y bien, mamá" comenzó el rubio tomando un sorbo de su chocolate caliente, "hablando seriamente aquí, ¿cuándo piensan tú y papá tener hijos?"

Nathalie escupió en su taza su café y por poco se ahogaba, Gabriel quería reír por la reacción de su esposa, era para recordar. Pero se retractó al sentir la mirada punzante de su mujer, así que decidió tomar su café pacíficamente.

"¿¡QUÉ?!" exclamó la pelinegra.

"Oye mamá, Adrien tiene razón. No estaría nada mal que tengamos un hermanito para jugar y cuidar de él" comentó emocionado el ojiazul.

"Pff... ¿Embarazada, yo? ¡Qué cosas dicen chicos! A mi edad no creo que eso sea posible, la menopausia ya está a la vuelta de la esquina, y sería comenzar desde cero, la diferencia entre él y ustedes sería demasiada y, y..." aquella acariciaba su mechón rojo con nerviosismo.

"Ay por favor, mamá. Todavía estás a tiempo, y además ni siquiera luces de 36 años, te ves más jovial" defendía Matt su argumento.

Nathalie golpeó la mesa con la palma de su mano viendo a su hijo a los ojos.
"Matthew Alexandre 'Agreste' Sancoeur, es de mala educación revelar la edad de una dama..." sonrió falsamente.

"Espera... ¿Nath, tienes 36?" preguntó el rubio menor.

"Creía que todos ya sabían eso, no era un tanto secreto" añadió Gabriel.

"¡Está bien guarden silencio los tres!" la azabache elevó su voz, ya algo molesta y golpeó la mesa de nuevo ahora con ambas manos y aplicando más fuerza.

Hubo un silencio total en el comedor y los tres hombres estaban más que asustados, repito, Nathalie Sancoeur puede ser la villana más temible sin necesidad de poseer una joya mágica o ser akumatizada si se lo proponía. Nathalie sonrió para si misma triunfante mientras elevaba su taza.
"Ahh, silencio. Música para mis oídos" musitó feliz y dio un largo sorbo a su café.

Si solo supiera lo que se encontraba en su vientre... Y no, no eran las crepas.

El día transcurrió con normalidad y el sol empezaba a ponerse, para los mayores el día pasó muy rápido, bueno eso siempre pasa si le dedicas el tiempo completo a tu nueva colección de diseños u organizando agendas.

Nathalie se encontraba acomodando papeleo que debía entregar a la empresa dentro de dos días, hasta que su esposo llegó por detrás y la tomó de la cintura.
"Amor, ya es tiempo..."

"¿Ya? No lo se, Gabe... Aún no estoy preparada para esto, no los quiero abandonar, me he encariñado demasiado con ellos..." musitó la azabache girando para verle, poniendo ojitos del Gato con Botas para tratar de convencer a su marido de cambiar de opinión respecto a su plan.

Uniendo a Nuestros Padres [GABENATH] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora