Uniendo a Nuestros Padres [GABENATH] [TERMINADA]

Villana versus su hijo

"¡No puede ser!, ¡incluso con sus miraculous intercambiados entre los tres, fallamos de nuevo!" gritaba furioso el villano de morado mientras su cuerpo temblaba de rabia, estaba a punto de explotar del cólera cuando un par suave de manos posaron sobre su puño que lograron calmar inmediatamente al villano.

"Pero ahora hay dos de nosotros. Y somos más fuertes. Y al final ganaremos.." la villana azulada miró con un brillo especial a Hawk Moth. El semblante de este pasó a uno tranquilo mientras la observaba.

Este debía reconocer que a Nathalie le quedaba mil veces mejor el traje del pavo real que a su difunta esposa.

"Duusu, que caigan mis plumas..."

"Nooroo, alas oscuras caigan..."

Una luz rodeó al dúo y ambos volvieron a sus versiones civiles. Unas pequeñas criaturas salieron disparadas de los broches de ambos. El kwami del pavo real lleno de energía y felicidad.
"¡Woohoo!, ¡eso fue asombroso!" gritó la pequeña kwami volando de lado a lado, asustando al pobre Nooroo. Pero la emoción de Duusu fue cortada por una enorme tos que abundó en Nathalie, era tan fuerte que esta cayó al suelo. Pero Gabriel la sostuvo en sus brazos para romper su caída.

"No, no fue tan maravilloso en lo absoluto..." lloriqueó la amiguita.
"¿Está bien señorita Nathalie?"

"Todo está bien. Ella sólo esta... Cansada" contesto el platinado por su asistente.

"¡WOOHOO!" revoloteó Duusu de nuevo de un lado a otro.

"Nathalie necesita paz y silencio. ¡Duusu, déjala descansar!" regañó el diseñador.

"Si, claro. Lo siento..."

Nathalie abrazaba con fuerza un brazo de Gabriel. Estaba demasiado débil y devastada.

Horas después, Nathalie se encontraba intentando conciliar el sueño en su cama, pero no podía. Un pensamiento rondaba sin parar por su cabeza. Duusu la miraba mientras esta estaba acostada en una almohada junto a la de Nathalie.

"No puedo más. No puedo verlo así, Duusu. Debo de hacer algo, necesito derrotar al trio de héroes. Son muy ágiles e inteligentes. En especial ese lobezno..." se levantó esta de la cama, caminando de un lado a otro de su habitación mientras pensaba.

"Pero, señorita Nathalie... Aún no se compone de lo de la mañana. No está lista para aventurarse como Mayura" advirtió Duusu.

"Aún es algo temprano... Y ya me siento mejor. Tengo un plan..." una media sonrisa malvada se dibujó en el rostro de la azabache.

Mayura aterrizó en un edificio que daba la vista hacia los Campos Elíseos. Esta observaba en busca de la presa perfecta.
Y esta la había encontrado...

La azulada observaba cómo una mujer terminaba su relación con un hombre, rompiendo el corazón de este.

"Patético..."