Olor a Cerezas

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Nunca, pero nunca, en toda su perra vida Mecoboy se había sentido tan pinchi incómodo, y eso se debía a que en todo el trayecto hacia la mansion Alatriz, Pinchimono y Negas no habían dejado de coquetear uno con el otro

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Nunca, pero nunca, en toda su perra vida Mecoboy se había sentido tan pinchi incómodo, y eso se debía a que en todo el trayecto hacia la mansion Alatriz, Pinchimono y Negas no habían dejado de coquetear uno con el otro.

- Y dime, ¿que edad tienes? - el castaño miraba con interés al Alfa peli-negro desde los asientos de atras. Mentiría si dijera que ese hombre no le gustaba, además de su rico aroma a Menta.

- 21 - el oji-negro lo miro por el espejo retrovisor - ¿Y tu?.

- 19.

- Eres joven.

- Tu también...y además muy guapo.

- ¿Asi? - sonrió con perversidad - Pues gracias lindo~

- Mmm....disculpa - llamo el albino obteniendo la atención de Pinchimono y el ceño fruncido de Negas por a verle quitado la atención del Alfa - ¿Cuanto falta?.

- No mucho.

- Oye, ¿y hace cuanto que trabajas para Darkar Alatriz? - el castaño hablo obteniendo la mirada de su Alfa.

- ¿Yo?, yo no trabajo para el pendejo ese.

- ¿Ah no? - Negas lo miro con duda.

- Pos obvio no, el wey ese y yo somos socios.

- ¡¿Socios?! - gritaron al unison ambos Omegas con evidente sorpresa.

- Sip...¡llegamos!.

El albino y el castaño abrieron al tope sus ojos al ver frente a ellos una mansion mas grande que el mercado hidalgo - y eso ya era mucho - además del imponente jardín delantero muy bien cuidado.

- ¡AZOPUTAMADRE!.

Se les escapo al albino y castaño al ver tremenda casona.

- Aque esta bonita, ¿verdad?.

Pinchimono sonrió con gracia al ver la expresión de asombro de Mecoboy y Negas.

- Pinche suerte que te cargas cabron - el oji-cafe palmeo la espalda del Omega palido - Mira en que casota te viniste a vivir.

- Y-yo...

Mecoboy esta en shock, esta debía ser una muy mala broma.

- ¿Vienen o que? - ambos siguieron al paliducho hacia dentro de la mansión.

- ¡Wow!.

Sus ojos no podían creerlo por dentro el lugar era mucho mas grande,  admiraban cada pequeña cosa que habia en el lugar.

- Esperen aqui, ire por el pendejo.

Sin mas Pinchimono subio por las escaleras para arriba dejando en la planta baja a los dos chicos.

- Esto es genial - el oji-cafe poso sus manos en su cintura mientras observaba.

- Si...- en cambio Mecoboy agacho la mirada.

Golfa seras mi OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora