Nalgdonald's

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Después de salir de la jefatura, ambos Alfas se dirigieron al restaurante favorito del castaño, Nalgdonald's

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Después de salir de la jefatura, ambos Alfas se dirigieron al restaurante favorito del castaño, Nalgdonald's.

- Hola bienvenidos a Nalgdonald's, ¿puedo tomar su orden? - una peli-negra Beta que era empleada del lugar los recibió.

- Hola me das una nalguita feliz y una meco-cola - pidió amablemente Pinchimono.

- A mi me das lo mismo pero con un Spuerc - señalo el oji-morado.

- ¿Algo mas?.

- Mmm...y unos dalggets.

- Perfecto, por dos pesos mas... - antes de que siguiera hablando Darkar la interrumpe.

- Y a tu hermana.

- ¿Khe? - la peli-negra lo miro sin entender.

- Y unos dalggets...dalggets.

-...¿Ok?, como decia por dos pesos mas-

- Y a tu hermana.

-...Señor, solo estoy haciendo mi trabajo. No sea malo, solo quiero tomar su orden para entregarle de la mejor manera.

- Bueno yo quiero comer tengo hambre. Si no te gusta tu trabajo, no se que haces aqui.

- No, no es que no me guste, es que tengo dos hermanos pequeños que mantener.

- Ok, ok entiendo entiendo, yo también tengo una familia que cuidar.

- Pero tu no tienes-¡Auch! - Pinchinomo intento contradecir pero se gano un zape en la frente de parte de Darkar.

- ¡Tu te callas misera arrastrada!.

- Simplemente doy mi mayor esfuerzo para que usted este satisfecho - y la perra seguia y seguia.

- ¡Y yo quisiera ahorrarme el esfuerzo de esta pinche discusión, solo para poder comer!, ¡recuperar las energías que he perdido en la jornada de hoy!, ¡Y SI GRACIAS!.

Un tic aparecio en el ojo derecho de Darkar, Pinchinomo solo agachaba la cabeza pensado por que se habia hecho amigo de ese imbecil y la Beta solo suspiro.

-...- Suspiro - ¿Desea ordenar algo mas?.

- A tu hermana...por favor.

Una hora después de toda esa mamada, los dos subieron al auto en dirección a la mancion Alatriz.

- ¡YA LLEGUE! - grito el oji-morado a todo pulmon.

- ¡YO TAMBIÉN! - le secundo Pinchimono.

- Par de prostitutas, ¿en donde se habian metido? - el anciano de cabello canoso se acerco a ellos, con el baston que usaba para sostenerse, en el aire para menterles un buen golpe en la cabeza con el mismo - Y no griten que no estoy sordo.

- Perdón agüelo/señor - se disculparon los dos al mismo tiempo.

- Oye tu idiota - el canoso miro con el ceño fruncido a su nieto - No se te olvidé que mañana a primera hora tienes que levantarte para ir por tu Omega.

Golfa seras mi OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora