Donde Darkar es un pinche Alfa grosero y Mecoboy un Omega amargado.
Ambos opuestos en todo sentido y se odian a muerte.
Lo único que lo mantiene juntos es que ambos son un par de destinados, para bien o para mal.
Disclaimer: los personajes no me per...
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Nos encontramos frente a la encantadora playa de Villa del Carmen, las olas rompian con fuerza contra las rocas, niños de todas las edades jugando y corriendo de un lado para otro, parejas tomadas de la mano paseando por la acera o cerca de playa.
Cerca de esa majestuosa vista, en unos de los mejores hoteles en toda la ciudad, se encontraban un peli-negro - con problemas de ira - y un castaño - con tendencias psicópatas y homicidas - que se estaba quejando del horrible dolor de cabeza y repentinas náuseas mientras se encontraba recostado en su cama boca arriba.
- ¡Ay!, ¡ay!, ¡me duele puta madre!.
- ¡Ya deja de quejarte puñetas! - le grito Pinchimono sentándose en la orilla de la cama, el también tenia dolores de cabeza pero no tan culeros como los de Darkar.
- ¡Cállate puto lame vergas!.
- Pinche culero - dijo para posteriormente aventarle un zapato en plena jeta.
- ¡Auch!, ¡estupida! - se llevo una de sus manos a su cara y con la otra sujeto su estomago el cual le dolia de la verga - ¡Me lleva la verga!.
- Que te lleve bien lejos - el oji-negro toco su frente con ambas manos ya que los dolores de cabeza se habian vuelto mas culeros por los gritos del imbecil de Darkar - Puta madre...esto me pasa por hacerte pinches caso pendejo de mierda
- Isti mi pisi pit hicirti pinchi cisi - repelo sin quitar las manos de su frente y abdomen - ¡¿Haber pinche lame escrotos por que es mi jodida culpa?!.
- ¡Te dije que no debias irte ahora que conocias a tu destinado pedezo de imbecil!, ¡por eso ahora tenemos estos jodidos dolores de mierda!.
- Aja si, si eso fuera cierto, ¡¿a ti en que pinches te afecta?! - le miro por el rabillo del ojo.
- Por que...por que yo tambien conoci a mi destinado - admitió algo sonrojado.
- ¿Quien?, no me digas que es el Omega gruñón que venia con la pendejada esa.
- Si ese.
- Que mamada.
Los dos se siguieron quejando del dolor hasta que a Pinchimono se le prendió el foco.
- ¿Wey nos regresamos?.
- ¡Jamas!.
- ¡¿Por que?!.
- ¡Por que no quiero estar cerca de esa puta!.
- ¡¿Osea que prefieres los insoportables dolores de cabeza y nauseas que volver a la mansion?!.
- Exacto.
-...
-...
- ¡Levantate cabron de porqueria!.
- ¡NO NUNCA!.
- ¡PINCHE PUTO ME ESTAS COLMANDO LA PACIENCIA!, ¡AAAHHH! - saco de debajo de la cama sus AK-47 y empezó a disparar a lo loco como siempre.
