Curiosidad Gatuna

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- ¿No se suponía que regresarían dentro de dos semanas mas? - pregunto con cierto temor el albino

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- ¿No se suponía que regresarían dentro de dos semanas mas? - pregunto con cierto temor el albino.

- Si asi se suponía pero al parecer surgió un inconveniente y regresaran antes de lo previsto - continuó Azucena ajena al tono de voz de Mecoboy - En una parte es bueno que regresen asi ya no se sentirá mal, aunque extrañaré estos momentos de paz.

- ¿Sabe cuando llegarán? - pregunto con cierta impaciencia el Negas pero solo por que le interesaba el paliducho

- El joven Pinchimono no me lo dijo, pero calculo que en unas 9 horas estarán aqui, ¿por que?

- Por nada - una pequeña sonrisa se poso en sus labios y se llevo otro bocado de enchiladas a la boca.

- Que bueno que el idiota de mi nieto volverá, necesito a alguien para que me lleve al parque.

- Pero agüelo si apenas ayer fuimos, ¿ya no se acuerda? - le dijo pregunto con cierta esperanza de que dijera que si.

-...¿Quien eres tu?, ¿y que haces aqui sucia vividora?

- ¡No otra vez!.

Ajeno a todo, el albino miraba fijamente su desayuno mientras pensaba en lo que recien le habia dicho Azucena. No estaba preparado para verlo, de eso era consiente, aunque una pequeña parte de el se alegraba, otra mucho mas grande se negaba a estar con el.

-...-Suspiro- ¿Que se supone que haga?.

Susurró para si mismo, aunque la Beta lo alcanzo a oir mirando con lastima al albino.

-...

Las horas siguientes pasaron volando para Meco, el Negas se auto-invito a quedar a dormir en la mansión con la brillante escusa de quedarse para darle apoyo moral a albino, y el muy puto apenas piso la habitación en la que se iba a quedar se durmio en la cama, y es que bueno el saber que Pinchimono regresaría alivió un poco el extraño dolor en su pecho.

El agüelo de Darkar despues de chingar a Azucena un buen rato se dicidio por fin dejarla en paz, para luego ir al jardín trasero y ahi molestar a una pobre paloma sobre no molestar su propiedad.

Regresando a donde Mecoboy, este paseaba por la mansión la cual a sus ojos parecía un gran museo por todas las cosas antiguas que guardaba, no supo en que momento se hizo de noche solo supo que ya era tarde cuando por una ventana puedo ver la brillante luna - pues ni modo que por la puerta -

En algún punto de su caminar hacia su cuarto - o eso pretendía ya que se habia perdido - una puerta un poco diferente a las demas captó su atención, por lo que habia visto en todo este tiempo que vivia ahi todas las puertas eran de madera color marrón muy bien cuidadas y barnisadas, pero esta, era de un color verde muy desgastado, la perrilla estaba demas oxidada dandola a parecer que nadie la hubiese tocado hace años, tan concentrado estaba en analizar el porque del estado de esa puerta que no noto que alguien se estaba acercando.

Golfa seras mi OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora