Sacrilegio

QUINQUE

Taehyung bosteza, el cansancio hace que sus movimientos sean lentos, después de la vigilia, les permitieron dormir dos horas antes de los rezos de la mañana. Acto seguido, lo bombardearon de conocimiento y ahora está barriendo el patio con pesar; un sonoro estornudo lo devuelve al mundo de los vivos, no sólo a él, también a los novicios encargados de deshierbar el jardín y quitar el exceso de nieve.

─ ¿Volviste a pasar frío recogiendo moras? ─le pregunta Jimin.

─No, creo que fue la vigilia.

─Te prestaré un interior de lana, mi madre tejió tres al enterarse que sería monje.

─Gracias.

─No le quedará, es más alto que tú ─Min quita la escarcha de los bordes de las ventanas─ Taehyung ¿no tenías una cobija abrigadora?

─S-Sí... pero...la doné. Alguien la necesitaba más que yo ─les dedica una sonrisa nerviosa.

─Eso no significa que mueras por neumonía.

─Por cierto ─intenta cambiar el tema─ ¿qué ocurrió ayer con ustedes?

─No quiero hablar de eso ─Park desea zanjar la conversación.

─El vitral de la virgen se rompió en mil pedacitos ─el pálido mueve sus dedos simulando una garúa─ miles de vidrios de colores cayeron en una lluvia que pudo cortar a alguien, por suerte, sólo estábamos nosotros y estábamos lejos.

─Oh ¿encontraron al culpable?

─No, el abad hablará con el pueblo para evitar otro sacrilegio. Pero Jimin sigue creyendo que fueron fantasmas.

─ ¡No encontramos la piedra! ─grita el de mejillas redondas─ no soy el único que lo piensa así ¿no es cierto, SeokJin?

El nombrado se yergue, tira un manojo de mala hierba al lado de Jimin y se limpia la frente con el dorso de su mano.

─Mi abuelo fue exorcizado por el abad anterior, todo puede pasar ─se encoje de hombros─ este lugar siempre estuvo maldito, por eso el padre Shin y todos los futuros encargados se mortifican como penitencia por todo lo sucedido.

─ ¿Ves, Yoongi? Yo también dije eso ─Jimin le saca la lengua a Min.

─ ¿De verdad? ─Taehyung empieza a cuestionarse muchas cosas, entre ellas está la responsabilidad de Jungkook en los infaustos sucesos del pasado.

¿Qué ocurre si está ayudando a un ser realmente malo? Después de todo, él es un demonio y si está encadenado, es porque cosas malas pasan si es libre. Suda frío al tratar de armar el rompecabezas, siente el aguanieve mojarle el rostro, la vista se le nubla y termina desmayándose, viendo por último, la silueta desolada de Jungkook en ese sombrío sótano, lleno de llagas, en su mente se confunde con Jesús en la Cruz en el altar mayor. Sus amigos no tardan en asistirlo, lo cargan hasta la enfermería donde reposa el resto del día, preso de la fiebre.

La nueva cruz se alza en el Gólgota, la sangre resbala por su irregular forma de madera desde las llagas abiertas, no por clavos ni por azotes, son cadenas cercenando carne viva. La oscuridad es una gigante ave rapaz que canta esperando su banquete, las alas quebradas son inservibles; el hijo de Dios mira hacia arriba con los ojos llenos de dolor, sus labios rotos se limitan a pedir algo para saciar su sed, una sed más grande que un simple clamor por un poco de agua, es un grito en la oscuridad por esperanza. Abajo, entre los espectadores, un muchacho querrá acercar algo de agua, será el único que escuche su dolor; el aroma a cera derretida juega con las flores, los santos voltean su rostro evitando ver la herejía, sus martirios y su fe son burlados por el pecador y el falso Mesías, los cristales caen en una lluvia de colores alrededor.