[Dos hombres están en un pequeño dormitorio, de una posada en un pueblo no muy grande. unas pocas velas iluminan el lugar, lo suficiente como para verse entre ellos. Uno viste una túnica negra, que cubre un traje morado con detalles en dorado, parecía un monarca, aunque su presencia no era tan majestuosa, y más aun, era levemente abrumador.
El otro, usaba una túnica negra similar, pero este cubría una desgastada armadura oscura con detalles en carmesí, suficientemente oscuros, como para no notarse en aquella oscuridad, este, contrario a su apariencia, se veía más agradable, pero no por ello, menos peligroso.
El monarca se apoyaba en un mueble de madera bastante simple y modesto, mientras que caballero, se apoya contra el muro, justo al lado de la ventana, mira de vez en cuando, a las afuera de la posada, donde se escapaban los sonidos de los borrachos y bardos que dentro aun disfrutaban.]
-Se suponía que Any iba ser una maga, hija de dos hechiceros, estaba claro que su destino iba a ser el mismo- Dice el portador de la armadura
-¿Pero?...- pregunta aquel monarca en búsqueda de la continuación.
-Pero, penas obtuvo el poder de hablar, sus padres le enseñaron rápidamente magia, cuando tuvo la edad para entrar al la academia de ese pueblo, pues... no había nada que se le pudiera enseñar.-
-Entonces es una super dotada.-
-Así es, pero a la vez, se condenó a no tener muchas amistades.-
-Siendo el mejor de su clase, cualquiera se acercaría a pedirles concejos, es lo mas sensato.-
-Tal vez para nosotros, pero imagina que el maestro siempre te ponga de ejemplo, y que constantemente te comparen, denigrando a tus compañeros. Es básicamente ganarte la envidia y odio a pulso.-
-¿Es culpa del profesor?-
Ambos se miran, -No.- contestan al unísono.
-Ambos sabemos que la ignorancia es un factor importante a la hora de tomar decisiones.- Dice el caballero mirando a las afueras. -Ellos decidieron dentro de la ignorancia que los poseía.-
-Te hace muy valiente o muy estúpido, pero ningún factor te dice si es una decisión correcta.- suspira mientras se cruza de brazos. -Y, ¿Cómo termino siendo una arquera?-
-Eso es más sencillo de deducir, no puede ser maga porque ya sabe demasiado, y no quería levantar un mandoble, en los guardianes estaba Frederick, y la lanza, no es mucho mas ligero que un mandoble, así que quedo en arquería.-
-Parece un desperdicio de potencial.-
-Si vienes de matar a un dragón, cualquier otro animal se le consideraría muy fácil.-
-Buen punto, en términos de magia, tal vez yo o Minisaki podríamos educarla, nuestro conocimiento es vasto y variado, además...-
-No.- interrumpe el caballero, -Necesito que te hagas cargo de Tauron.-
-¿De Tauron?, ¿porque?, ¿quieres alimentar al cordero antes de llevarlo al matadero?- Dice confundido el monarca.
-Es evidente que sin su muerte, yo no seré más que un parásito, pero siento que el no se merece un final así.- Se cruza de brazos, dejando al descubierto la mayor parte de su armadura de placas, no parece ligera, pero tampoco pesada, las marcas de desgaste y algunas de óxido, muestras que es bastante vieja.
-Entenderas que eso no lo salvará, ¿verdad?-
-Estoy más que conciente, pero me llama la curiosidad su potencial, y los efectos que podría tener al consumirlo.-
-No ocultes tu preocupación con falsa crueldad, te conozco demasiado bien.-
El caballero ríe suavemente -Lo sé, lo sé, eres mi hermano y yo también te conozco, así que intenta no matarlo en las primeras lecciones.-
-No te prometo nada, no hay mejor forma de aprender que estando al borde de la muerte.- Ambos ríen. Entonces alguien toca la puerta de la habitación.
El caballero abre la puerta, y ve a una mesera, joven, de pelo negro y enmarañado, nada muy especial.-Aquí tiene su licor enano señor.- La chica le entrega una botella con un líquido oscuro, el caballero se mete la mano en una pequeña bolsa que traía en su costado derecho y le entrega una moneda de oro. -Mi señor!, Es una moneda de oro, n-no merezco tanto!.- dice la chica asombrada.
-Tranquila, es tuyo, guardalo antes que alguien te lo quite.- le dice mientras pone una mano en el hombro de la chica y con la otra toma la botella.
-Si señor, muchas gracias señor, que los dioses le bendigan eternamente señor!- dice mientras se retira.
El caballero cierra la puerta y deja la botella en una pequeña mesa de madera apoyada en la pared opuesta a la ventana.
-Hablaba bastante bien para ser una campesina.- dice el caballero.
-Esto no es Black Dragon, aquí la educación es algo que si existe.- dice el monarca.
-Los dos somos de ahí, me sorprende de digas eso.-
-Lo sé, pero es que hay algo que no sabes sobre lo que ocurrió con Black Dragon.-
-¿Que?, ¿Lo destruyeron?, ¿Masacraron a la población?, ¿O lo dejaron morir de hambre como quería el Coronel?.-
-Ninguna, o en cierto modo si tienes razón, pero te contaré cuando termines tu historia.-
-Ay dale, ¿de verdad me vas a dejar colgando?-
-En efecto, termina y yo comenzaré- el monarca sonríe al terminar su frase.
-Cochinada, bueno, primero, un trago para recuperar la memoria y agudizar la labia.- el caballero voltea dos vasos de los 5 que había en la mesa, abre la botella y un olor fuerte a alcohol y especias llena la habitación.
-Hacia mucho tiempo que no tomaba algo, menos contigo.- dice mientras recibe el vaso lleno de licor.
-Han pasado siglos desde la última vez que tú terminaste en números rojos y yo durmiendo en el techo de las ruinas de la taberna- ríe mientas se sirve su vaso.
-Siempre destrozabas todo cuando había alguna pelea- Ríe suavemente.
-bueno, eso es porque casi siempre iniciabas una pelea, y bueno, no te iba a dejar solo.-
-Esto era porque el licor era muy fuerte para mí!-
-Ja!, Más duro pega un vaso de leche que esas tonterías, pero a ti te pegaban como rodillazo a la mandíbula, ¿es por tu condición?-
-Supongo, ahora no tengo tanto problema, o al menos, puedo llegar a la octava copa.-
-Mira tu, eso ya es algo!- ríe ligeramente.
-En fin, salud por los viejos tiempos.-
-Salud.- ambos chocan sus copas y se beben el contenido rápidamente.
-hmm, es bastante cercano al original, me pregunto cómo lo hicieron.- dice el monarca.
-Puede que encontraran alguna receta, ¿Aún recuerdas cuando pasamos por aquí, y era solo un pueblito?.-
-Si, ahora que caigo, creo que algún lugareño me pidió un trago, no lo sé, a pasado mucho-
-Puede que si, aún me parece curioso que piensen que a pasado solo 150 años desde entonces.-
-Si enseñas ignorancia, pues aprenden a ser ignorante.-
-Lo sé, pero, es mucho, realmente mucho.-
-Te lo diría, pero te contaría sobre Black Dragon y quiero que termines la historia.-
-Aaaah, shetu... Bueno, terminaré, pero otro trago, ahora sí que sí.-
-No te diré que no, jaja.-
El caballero rellena los vasos, ambos lo levantan y dicen al mismo tiempo.
-Por el santo pacto!-
Beben el contenido y ríen.
ESTÁS LEYENDO
Demonstone: "La piedra y el demonio"
FantasyPrimer tomo de una fantasía medieval, que narra las aventuras de Tauron Templus, un chico de 15 años, para el día de su graduación, su madre le regaló un collar, su singular apariencia ,solo hacia relucir más una extraña piedra, que hacía más, que s...