Demonstone: "La piedra y el demonio"

El paladín, la arquera y el mago.

[Esta historia comienza en una parte del mundo de "Laeron", en el "Continente Imperial", un pequeño reino en las montañas y los bosques del este del territorio, se alzaba rebelde contra el imperio y más aun contra el reino de "Yellow Dragon", el nombre de este reino rebelde es... La verdad se me a olvidado, hehe...

-Es en serio?, de verdad tienes que hacer todo esta parafernalia?-

-Quieres que te cuente la historia o no!?-

-Ya bueno, ya-

Como iba diciendo, en este reino había un pueblo, cuyo nombre también olvide...

-Por los dioses!-

Calla!, en este pueblo, en donde habitaba la paz y la naturaleza, en donde los amaneceres estaban teñidos de rojo y verde, en donde la brisa fresca acaricia tu rostro y mueve sutil y tiernamente los vestidos de las mujeres que secan su ropa después de lavarlos en un rio de tranquilas aguas.

El cielo es de un bello celeste en verano y primavera, de plata en otoño y de hielo en el invierno, en aquel momento, era verano, un brillante sol iluminaba el pueblo, la gente en su rutina, y los animales también, todos pasaban por el frente de una casa de piedra, madera y paja, una casa común si así lo quieres llamar, en donde la luz del sol entraba por las ventanas, y la brisa movía las plantas que colgaban de esta, ahí yace nuestro héroe... o títere...]

-Eh, Tauron, ya terminaste de leer el libro de historia?, tenemos que terminar ese trabajo o la profe... venga, tu sabes como es esa profe.- Dice un chico de 16 años, de apariencia atlética, pero un poco inepto, cuyo nombre es "Asperon Morer".

-Por supuesto que se como es esa profe, te hizo repetir sin remordimiento alguno, (aunque con tus notas estabas condenado)- Responde "Tauron Templus", un chico de 15 años, escuálido y blanco nieve, pareciese que no podría empuñar si quiera una espada corta, cosa que irónicamente, no puede hacer.

[Estos dos amigos se encuentran en la habitación de Tauron, en el segundo piso, Asperon se encontraba sentado en el regaso de la cama, mientras veía a su amigo en el escritorio frente a ala ventana para que la luz del sol le ayudara a ver las palabras que escribía en un pergamino, a pluma y rodeado de libros de historia.]

-No puedes usar tu magia para terminar más rápido?- dice Asperon mientras se tumba en la cama.

-A ver, existe un hechizo para eso, pero dejaría residuos de maná, la profe nos pilla y hasta ahí llegamos.- Explica Tauron mientras se masajea la muñeca.

-Por los dioses...- Suspira Asperon.

-Oye?, y si mejor ayudas a escribir? (cosa que deberías estar haciendo)- El tono de Tauron se torna cómico e irónico.

-Que?, estas loco?, podría arruinarme mi mano direccional!!- Dice abriendo sus ojos y con un tono que da a entender que, por lo menos para el, se trata de algo importante.

-Venga ya!, en las conjuraciones igual se deben usar las manos y no estoy llorando como un bebé!- Dice Tauron en voz alta y un poco molesto.

-Ja!, y me lo dice el único de la clase que no puede empuñar una espada!- Asperon se ríe, pero no de forma burlesca.

-Hey, no soy el único mago de la clase, está también Mortis Gromer- Dice con la esperanza de ser una escusa valida.

-Gromer puede empuñar un mandoble!, no muy bien... Pero puede empuñarla!- Contraataca Asperon.

-Ah, cállate!, y déjame terminar el trabajo!- Derrotado, retoma la escritura.