COLD ~ Billy Hargrove

Capitulo 4: Desastre

Había llegado a casa rápidamente, y lo primero que hice fue dirigirme hacia mi telefeno para llamar Jonathan, necesito su ayuda.

Tardaron unos segundo en contestar pero lo hicieron.

- Jonathan, ¿Estas ahí? - pregunte esperando que el respondiera.

- Si, ¿Pasa algo? - sentencio algo preocupado.

- Necesito tu ayuda, ven a mi casa antes de que anochezca - .

De seguro sabe lo que pasa... o lo que va a pasar.

- Valery, yo... no se si pueda hacerlo de nuevo -.

Sus palabras fueron dichas con remordimiento.

- Si, esta bien, lo entiendo, yo me las arreglo -.

En realidad no tenia ni puta idea de como iba a arreglar esto.

- Que pases buen día - dijo Jonathan para así colgar.

Deje el teléfono en su lugar.

¿Ahora que se supone que haga?

No se si pueda yo sola, Jonathan siempre me acompañaba pero el ya...  al parecer ya no somos los mismos que antes, desde que Nancy llego el se a distanciado.

Solo puedo llamarle a personas que sepan sobre esto.

Steve Harrington, una gran opción pero, hoy va ir con los padres de Barb.

Estoy sola.

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Ya era de noche pero la luna no había salido por completo.

Era el momento.

Me dirigí hacia el sótano, cerré la puerta y como pude me ate con las cadenas.

Hoy iba ser una larga noche.

Yo sola, es algo que odio, los pocos amigos que tengo los aprecio pero no se si el sentimiento sea mutuo.

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31 de Octubre

Hoy llegue tarde a la escuela, lo cual es algo muy raro en mi.

Se preguntaran ¿Pero que paso? Pues, digamos que dormí como 3 horas y.... me siento como un zombi.

Toque la puerta, esperando a que la maestra abriera y como no lo hizo opte por abrirla.

El sonido de la puerta abriéndose y yo entrando provoco que todos se giraran para verme, incluyendo la maestra.

- Señorita Hale, llega tarde -.

Obviamente señora.

- Si, es que, yo... -.

No se que decir, me arrollo un carro, no eso no.

Mierda.

- Pases, pero solo esta vez señorita -.

Entre y gracia al cielo no había nadie en mi lugar solo Billy que como siempre se sienta a mi lado.

Me deslice sobre el asiento y coloque mi mochila en el suelo para así sacar lo que necesitaría para la clase.

- ¿Porque llego tarde la, señorita? - dijo Billy mientras recorría su butaca hacia mi.

- Ahora solo quiero relajarme, luego te cuento -.

Mi voz suplicante se notaba a kilómetros, pero, en serio, solo quiero pensar, tengo muchas cosas que pensar.

Como...