Opinión pública

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Desperté, estaba en la sala de un hospital, la androide enfermera estaba preparando una medicina que me iba a inyectar, pero cuando volteó y vio que estaba consciente, dejó todo en su bandeja y llamó al doctor, quien llegó rápidamente. Los dos estaban desconcertados, el doctor me revisó el brazo, el cual estaba completamente sano y sólo había una pequeña marca de la herida que me había hecho el líder de los Fantasmas.
—Estás sano, no sé cómo, pero lo estás. —exclamó el doctor boquiabierto.
—¿Cuánto tiempo estuve aquí? ¿Y mi ropa? —pregunté seriamente.
—Tranquilo, estás bien, nosotros guardaremos el secreto. Estuviste aquí por un día y medio, es martes y son las tres de la tarde. —respondió la androide.
—Vamos a llamar a sus padres para que pasen por ti, ¿Cuál es tu nombre? —dijo el doctor.
—¡No! No llamen a mis padres, tengo que irme de aquí. ¿Dónde está mi ropa? —exclamé mientras me levantaba de la cama.
—¡Tranquilo! No te levantes tan rápido, no estás en condiciones.La enfermera traerá tu ropa en unos momentos, pero es importante que llamemos a tus padres para que...
—He dicho que no llamen a mis padres. —interrumpí al doctor. La enfermera trajo mi ropa y me vestí rápidamente. Ignoré los avisos del doctor y me fui del lugar saliendo por la ventana de la habitación.

Regresé a mi casa, entré por la ventana de mi habitación, la cual seguía sucia. Me vestí con ropa casual, salí de mi casa y volví a entrar, pero por la puerta principal para que mis padres me vieran. Estaban preparándose para ir a la comisaría de policía, pues tenían varias fotos y documentos míos, obviamente no iban a estar tranquilos.
—¡¿Dónde estuviste?! Te llamamos cientos de veces y no contestabas ni los mensajes, nos tenías muy preocupados. —exclamó mi padre con la voz alta.
—Lo siento, fui a la casa de una amiga que estaba enferma, no les avisé porque estaba muy grave y me preocupé por ella, no he hablado con ningún amigo desde que Hannah se fue y Brandon desapareció. —Esto último dejó un silencio incómodo.
—Mira, hijo. Sé que es difícil para ti el que tu mejor amigo haya desaparecido, y lo es también para nosotros, pero tienes que entender que por esa misma razón nos preocupas tú, no queremos que desaparezcas también. Te queremos mucho y queremos lo mejor para ti porque nos importas, por eso es que te pedimos que, la próxima vez que suceda algo así nos lo digas para que nosotros te llevemos. —dijo mi madre con una voz más tranquila.

Subí de vuelta a mi cuarto, prendí la televisión y puse el canal de noticias, en el cual sólo hablaban de mí y de...
—¡Brandon! ¿En Monterrey? —grité sorprendido.
—Esto ocurrió en la ciudad de Monterrey, un rayo cayó durante una tormenta y desde el punto de impacto otro rayo pero de color rojo comenzó a dar vueltas por toda la ciudad, causando el pánico de toda la gente, hasta que un joven con traje militar lo detuvo y pudimos ver que se trataba de un chico que se movía a gran velocidad. ¿Será esto el regreso de los superhumanos? Es lo que todos se preguntan desde que el joven conocido com Spider-Boy confrontó a una pandilla, y casi dos semanas después se enfrentó al líder de esta pandilla la cual ahora ahora es llamada los Fantasmas, cuyo líder es llamado Mantis Fantasma. El enfrentamiento fue corto pero con gran destrucción, dejando heridas a tres personas. La gente está en contra de que los superhumanos regresen, pues temen que una crisis como la del 2020 vuelva a ocurrir. —dijo el presentador de las noticias.

Mi celular comenzó a sonar por una llamada, era de Kara. Antes de contestar revisé rápidamente mis notificaciones, la mayoría eran mensajes y llamadas perdidas de Kara, igual que de mis padres y mi primo, quien, al parecer se enteró de mi desaparición. Contesté la llamada.
—¡¿Hola?! —exclamó Kara alterada.
—Hola, Kara, perdón por no haberte contestado, estuve en el hospital estos días y por eso no acepté la invitación a tu casa, lo siento mucho, de verdad. —respondí fingiendo cansancio.
—Está bien, está bien, ¿Ya te sientes mejor? —dijo mientras se calmaba.
—Sí, ya estoy bien... ¿Está Elizabeth por ahí?
—¡Oh! Sí... sí, claro, está aquí... —respondió descepcionada. —Le diré que te llame enseguida, ¿No quieres venir a mi casa? Así podremos hablar mejor.
—No, estoy haciendo la tarea de... —Me quedé pensando en qué decir—...de Tutoría, no he terminado el proyecto de la excursión y debo de hacerlo lo más pronto posible para que no se me olvide. —dije fingiendo estar agitado.
—De acuerdo. —respondió triste, luego colgó la llamada.

Spider-Boy 0.5: Un nuevo héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora